NI están ni se les espera
NI están ni se les espera
Las calles de Atenas se convertían anoche en un pequeño cónclave de la realeza europea para asistir a la preboda del príncipe Nicolás de Grecia y Chrisy Vardinogianni. A la velada, que ha transcurrido entre el hotel Grande Bretagne y el restaurante Voulkanizater ha acudido la familia real griega en pleno, acompañada de miembros de las monarquías española y danesa, unidos a ellos por lazos de sangre.
Arropando a los protagonistas del evento, con la novia luciendo un bonito look boho, pudimos ver muy orgullosa a la madre del príncipe Nicolás, la reina Ana María de Grecia, así como a sus hermanos y varios de sus sobrinos. El príncipe Pablo, cabeza de familia y padrino del novio, estuvo acompañado de su esposa Marie Chantal y de su hijo Constantino. También pudimos ver a la princesa Teodora y Matthew Kumar, que pasaban por el altar el pasado mes de septiembre, así como a Alexia de Grecia, su marido, Carlos Morales y su hija Amelia.
La reducida representación de nuestra familia real estuvo encabezada por la reina Sofía que finalmente acudió acompañada de su hermana Irene, pese a su delicado estado de salud. De hecho, se la vio salir del restaurante en una silla de ruedas. Junto a ellas, una sonriente infanta Cristina, que ha llegado sin ninguno de sus hijos.
Por parte de la corona danesa, los invitados se han reducido a dos. También muy sonriente y luciendo sus mejores galas vimos en Atenas a la princesa Benedicta, hermana de la reina Ana María, muy elegante para festejar la preboda de su sobrino. La royal llegó acompañada de su hija, Alexandra of Sayn-Wittgenstein-Berleburg.
Muy poco tendrá que ver la segunda boda del príncipe Nicolás con la que protagonizó hace catorce años junto a la venezolana Tatiana Blatnik. En aquella ocasión estuvieron entre los invitados Felipe y Letizia, Federico y Mary de Dinamarca o Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda. Ninguno de ellos repetirá en esta ceremonia de carácter íntimo en la que finalmente se esperan unos cien asistentes.
La reina Margarita de Dinamarca, una de las grandes ausentes. /
Dos de las ausencias más llamativas son las de sendos primos del novio, el rey Felipe y la infanta Elena. El primero tiene varios puntos importantes en su agenda este viernes, incluyendo una audiencia con el primer ministro de Albania. Más inesperado ha sido el hecho de que su hermana se vaya a perder la boda. La excusa, escueta y un tanto vaga, ha sido que «ese día tiene un compromiso».
También llama la atención la escasa representación llegada desde Dinamarca, sobre todo el hecho de que la reina Margarita se perdiera la preboda de su sobrino. Tampoco parece probable que los reyes Federico y Mary estén presentes en Atenas esta tarde, pese a que Nicolás y Chrysi viajaron esta semana a Copenhague para tomar parte en un acto de despedida a la que ha sido durante los últimos años la jefa de comunicación de los royals escandinavos.
Tras siete discretos meses de noviazgo, finalmente los novios se darán el 'sí, quiero' a las seis de esta tarde en la Iglesia de San Nicolás Ragavas, la más antigua de Atenas. El príncipe heleno se comprometió con Chrisy, a la que conocía desde su juventud, menos de un año después de su sorprendente ruptura con Tatiana Blatnik.
A pesar de esta separación, Nicolás de Grecia tiene derecho a un segundo matrimonio religioso, ya que la iglesia ortodoxa griega permite el divorcio y las segundas nupcias con carácter excepcional. Para confirmar en este extremo, la pareja recibía el pasado 3 de febrero la bendición de Jerónimo II, arzobispo de Atenas y de toda Grecia.
Los rumores de un incipiente romance entre Nicolás y Chrysi comenzaron a principios de junio, cuando ambos fueron vistos juntos en eventos privados y reuniones de sociedad en Atenas. Los dos evitaron deliberadamente aparecer en público para mantener su relación en secreto. A mediados de verano, sin embargo, Chrysi presentó al príncipe a su padre durante un breve crucero en el yate familiar. A partir de ahí, su noviazgo floreció y a finales de año decidieron vivir juntos, según relata la prensa local.
El príncipe y su prometida fueron fotografiados juntos por primera vez tras la comida en memoria del fallecido rey Constantino, en enero de este año. Previamente, Chrysi Vardinogianni había asistido en secreto a la boda de la princesa Teodora, el pasado mes de septiembre. Ahora, con la novia vestida de Costarellos y rodeados de sus seres queridos, pondrán el broche de oro a su historia de amor.