El desconocido pasado familiar de Paloma Rocasolano, madre de Letizia: una hermanastra mayor y un hermano en Luxemburgo

Este 15 de abril Paloma Rocasolano cumple 72 años en un espléndido momento personal. Feliz con su pareja, el empresario Marcus Tokuaboh Brandler , lleva una vida muy discreta y apartada de los focos. Son muy pocas las ocasiones en las que la vemos públicamente, al igual que a su hija Telma Ortiz, que ha consolidado su relación sentimental con el abogado y escritor Robert Gavin Bonnar .

Paloma Rocasolano tiene una figura pública mucho menor que la de su exmarido y padre de la reina Letizia, el periodista jubilado Jesús Ortiz, casado con Ana Togores. También él ha logrado pasar bajo el radar desde hace años, salvo alguna pequeña polémica en redes sociales , como cuando recientemente recriminaba a una usuaria de X unas afirmaciones sobre él, o una reciente entrevista concedida a El Faro de Vigo.

De igual forma, la vida de su recordada abuela paterna, la locutora asturiana Menchu Álvarez del Valle , es de sobra conocida y cuando realizó una lectura en la boda de su nieta con el entonces príncipe de Asturias todos los focos se pusieron sobre ella. Sin embargo, mucho menos conocida es la historia de los abuelos maternos de la reina Letizia, padres de Paloma Rocasolano, a los que profesaba un enorme cariño.

Enriqueta Rodríguez Figueredo murió en junio de 2008 en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde había ingresado unas horas antes. Fue un durísimo golpe para Paloma Rocasolano, que un año antes, el 7 de febrero de 2007, había perdido a su hija Érika en dramáticas circunstancias . Cuando falleció su madre, su padre también estaba delicado de salud y, sin duda, le afectó enormemente la desaparición de su mujer.

Fue en julio de 2015 cuando murió Francisco Rocasolano en el Hospital Clínico de Salamanca, por una afección cardiaca a los 98 años. Francisco se encontraba pasando unos días de descanso en Puerto de Béjar y se sintió indispuesto, por lo que fue trasladado al mencionado centro médico. Hasta allí se desplazaron en sus últimos momentos su familia para arroparle hasta el final. Sin duda, era figura muy querida en su familia y había acompañado a la reina Letizia en momentos cruciales como su boda, los bautizos de sus bisnietas, Leonor y Sofía, y la última vez en los actos de proclamación de junio de 2014 que supusieron su llegada al trono.

La historia de los padres de Paloma Rocasolano es absolutamente de superación. Francisco Rocasolano Camacho nació el 21 de julio de 1918 en el barrio madrileño de Prosperidad. Hijo de un albañil propietario de un almacén de productos de construcción vio cómo la guerra civil truncó las esperanzas familiares. El negocio quebró y Paco, que era como le llamaban en familia, luchó en el bando republicano y se hizo mecánico. Posteriormente logró conseguir su propia licencia de taxi, un salto cualitativo para él. Fue taxista hasta 1991, momento en el que se jubiló.

«Mi padre y yo somos de Madrid, mi abuela era de un pueblo de Teruel y un antepasado mío llegó desde Francia», comentaba Francisco en una entrevista en Lecturas. Su nieta ya había emparentado con la familia Borbón y Grecia, y tanto su mujer como él vivían en Alicante, donde con sus ahorros y mucho esfuerzo se habían comprado un apartamento que anteriormente había sido su lugar de vacaciones y donde se reunía toda la familia.

Cuando Francisco conoció a la que sería su mujer, Enriqueta, era viuda y madre de una niña, Otilia. Refugiada en Madrid, en poder de las tropas republicanas, había escapado de Asturias, bajo el mando franquista. Su historia de amor culminó en boda. Se casaron en 1950. El matrimonio tuvo dos hijos, Paloma, madre de la reina Letizia , y Francisco, heredero de la licencia del taxi de su progenitor.

Francisco, el hermano de Paloma Rocasolano, se trasladó después a Luxemburgo, donde trabajó muchos años en el cuerpo de conductores del Parlamento Europeo de Luxemburgo, es una figura absolutamente anónima. Ha tenido tres hijos, de los cuales David ha sido el más controvertido y que después de la publicación del libro 'Adiós, princesa', ha desaparecido completamente de la vida pública. Después de esta publicación en tono de venganza y algunos problemas judiciales, no se ha vuelto a saber nada de él