Por qué no se casaron Carlos y Camilla cuando se enamoraron: divorcios, espías, infidelidades y errores graves de protocolo

El rey Carlos III y Camilla Shand se conocieron en el verano de 1970, en un partido de polo, en Windsor Great Park, cuando él tenía 22 años y ella 24. Fueron presentados por Lucía Santa Cruz, una amiga común, que había sido una de las primeras relaciones amorosas de Carlos , tras coincidir en la Universidad de Cambridge. Carlos y Camilla se llevaron bien de inmediato.

Ambos amaban el polo, el campo, la caza y los caballos y tenían el mismo sentido del humor. Camilla bromeó con Carlos sobre el hecho de que su bisabuela había tenido una aventura con el rey Eduardo VII y dije una frase que pasará a la historia: «Mi bisabuela era la amante de tu tatarabuelo. Siento que tenemos algo en común». Para Carlos fue amor a primera vista, y Camilla se sintió atraída instantáneamente por el príncipe.

La pareja comenzó una relación que Carlos describió, años después, como «cómplice, pacífica y mutuamente feliz». Si Carlos había encontrado a su princesa, ¿por qué no casarse con ella? Pero su historia no estaba destinada a ser fácil. Al contrario, se convirtió en una de las relaciones más tortuosas de la historia británica. Había muchos elementos en juego.

Carlos perseguía a Camilla con notas de amor elaboradas e interminables charlas telefónicas nocturnas. Comienzan a salir, pero Carlos se marcha para servir en la Royal Navy durante ocho meses. Cuando regresa, Camilla está comprometida con otra persona . Aunque Carlos la había cortejado durante largos meses, no le propuso matrimonio antes de regresar al mar, en febrero de 1973.

En ese momento, Camilla reanudó su relación con el oficial de caballería Andrew Parker Bowles , a quien había conocido en una fiesta, en 1965, cuando tenía 17 años. Él era siete años mayor. Se habían separado, cuando Andrew comenzó un amorío con la princesa Ana . Algunos expertos aseguran que Camilla no hubiera comenzado a salir con Carlos, si Andrew no hubiera comenzado su historia con Ana.

Finalmente, la boda se celebró el 4 de julio de 1973, aunque, cuando se anunció el compromiso, Andrew todavía no le había pedido matrimonio a Camilla. Parece que las familias querían forzar la situación. Camilla y Andrew tuvieron dos hijos: Laura y Tom Parker Bowles. Charles es el padrino de Tom. La relación de los Shand con la familia real era muy cercana.

Quizá Carlos pecó de ingenuo por no haberle planteado el matrimonio a Camilla antes de partir. Pero había una razón poderosa: ningún alto miembro de la realeza, y mucho menos el futuro rey, podía casarse con una mujer. que no era virgen. Esta era la regla número uno, por encima de su apariencia o sus orígenes familiares. Era la condición para el matrimonio, entonces y ahora. Y, quizá más tarde, las cosas habrían sido diferentes, pero eran los años setenta y Camilla tenía un pasado conocido. Y ella era consciente de ello.

Probablemente, esa fue también la razón de que la boda se plantease con tanta celeridad entre Camilla y Andrew Parker Bowles . Y la de que Carlos no compartiera su amor con ningún miembro de la familia, salvo Ana: no estaba estaba preparado para enfrentarse a ella. Ya en los años noventa, todavía tuvo que luchar con su madre, la reina Isabel , para que aceptara la relación.

Antes de que Carlos partiera a la Armada, la pareja pasó un último fin de semana juntos en diciembre de 1972. Carlos le escribió a su tío abuelo Louis Mountbatten , su consejero en cuestiones de amor y matrimonio, que aquella sería la última vez que la iba a ver en ocho meses.

Cuando Carlos se enteró de que Camilla se había casado, se encerró en su camarote durante dos días y dos noches y se negó a salir a comer. Carlos salió con muchas mujeres, en busca de la perfecta Princesa de Gales , hasta que apareció Diana Spencer , de solo 19 años. La elección pareció perfecta a la familia exactamente por las mismas razones por las que no habrían aceptado a Camilla: no tenía ninguna historia detrás.

Carlos y Camilla tuvieron una historia intermitente durante años, pero su amistad nunca se debilitó. Parece que reanudaron su relación amorosa en 1986, cuando Carlos ya tenía claro que su relación con Diana estaba irremediablemente rota y que ella también le había sido infiel. Pero es un hecho que Carlos y Camilla eran personas casadas y tenían hijos.

El final de los matrimonios llegó a comienzos de los noventa: en 1992 el Primer Ministro informaba de la separación de los Príncipes de Gales –que se divorciaron en 1996– y en 1995, Camilla y Andrew Parker Bowles ponían fin al suyo.

Apenas un año antes, el príncipe Carlos había confesado en una entrevista televisada su relación extramatrimonial con Camilla. «Ha sido una amiga durante mucho tiempo y seguirá siéndolo durante mucho tiempo», dijo con motivo de su 25 aniversario como Príncipe de Gales. La boda llegó, finalmente, el 9 de abril de 2005. El final feliz de una pareja que parecía imposible.