Si alguien pensaba que con volver a Mónaco la princesa Charlene y el hijo de Grace Kelly , el príncipe Alberto II de Mónaco, podrían respirar tranquilos, se equivocaban. Ocho meses de ausencia en el pequeño principado millonario es demasiado tiempo y ni una semana ha pasado antes de que los rumores sobre la pareja monegasca arrecien de nuevo. Esta vez ha sido la cuñada de la princesa Charlène, Chantell Wittstock (esposa de su hermano Sean Wittstock ) quien ha dado demasiado información al Daily Mail y desde que se han publicado sus declaraciones la imaginación de medio planeta rosa se ha echado a volar.
De entrada el retorno de tapadillo de la princesa Charlène tras meses y meses de ausencia y angustia ya despertó algunos resquemores. Más aún cuando en la revista Gala francesa se publicaron algunos detalles sobre cómo fue ese retorno, especialmente el recibimiento que le esperaba a la princesa a pie de pista: un Grimaldi la esperaba con un ramo de flores... pero no era su marido Alberto sino la hermana de este, la princesa Estefanía.
Charlène ha regresado a Mónaco y parece que todo sigue igual /
Que fuera Estefanía y no Alberto (ni mucho menos Carolina) quien recibió a Charlène y su nuevo perro ya dio para algún que otro chascarrillo. Si a eso le añadimos que se ha publicado un vídeo de Charlène en Sudáfrica subiendo al avión privado que la llevó hasta Niza hablando de que lo hacía con «sus hijos en mente» (¿y su marido?), los rumores suman y siguen.
Y si para calmarlos recurres a una cuñada que habla de más... el drama monegasco está servicio. Gracias a las declaraciones de Chantell Wittstock sabemos que antes de su partida a Sudáfrica Charlène no vivía en palacio, sino en «su refugio», un apartamento de dos ahabitaciones a 300 metros de palacio. También aclara que «la princesa Charlène está muy contenta de ver a los niños y ellos de ver a su madre de nuevo», lo que ha hecho que todo el mundo se pregunte, de nuevo, ¿y a su marido?
Vídeo. Charlène de Mónaco, la vida de la princesa triste
Como guinda, mientras Alberto de Mónaco anunciaba a medio planeta que posiblemente Charlène le acompañaría el próximo 12 de noviembre a su viaje oficial a Dubái, la cuñada ha aclarado que Charlène no tiene más intención que tomarse «las cosas con calma», a pesar de estar completamente recuperada y que lo de etomar la agenda oficial rápidamente está por ver. Todos aquellos que ya rabiaban con que su princesa ignorase los actos oficiales monegascos estarán encantados de descubirir en el periódico que nada ha cambiado en Mónaco a pesar de que Charlène ya está de nuevo allí.