Antonieta de Mónaco: rebeldía, amores trágicos, escándalos, conspiraciones contra la princesa Grace Kelly (y odio desmedido)

La casa del Príncipe emitió un comunicado señalando que la película «Grace de Mónaco» estaba llena de «escenas puramente ficticias e importantes inexactitudes históricas». Pero el hecho es que Antonieta de Mónaco puso en apuros a su hermano Rainiero en más de una ocasión.

Antoinette Louise Alberte Suzanne Grimaldi, Alteza Serenísima y Princesa de Mónaco, nació el 28 de diciembre de 1920, nueve meses después del matrimonio de sus padres, Charlotte y Pierre de Polignac, Duque y Duquesa de Valentinois. Era la primera hija del matrimonio. Rainiero nació tres años después. Sus padres iniciaron vidas separadas, hasta divorciarse en 1930. Los rumores aseguraban que, entre otras cosas, Pierre de Polignac era homosexual, mientras que a Carlota Grimaldi no le interesaba en absoluto la vida principesca, ni tampoco los niños.

El príncipe Pierre obtuvo de la justicia francesa la custodia de Rainiero y Antonieta. El niño fue enviado a un internado británico, mientras Pierre se trasladó a París con su hija. Antonieta apenas veía a su madre, que solo le echaba en cara su mal francés, su falta de encanto y su mala educación. El príncipe Luis II, abuelo de Antonieta, reconoce que es una niña difícil, pero es más indulgente y cuando una nueva pelea enfrenta a padre e hija, la niña se refugia con su abuelo en su casa de París. Luis II aprovechó la oportunidad para recuperar la custodia de sus nietos y llevar a Antonieta al Principado.

Antonieta crece haciendo lo que quiere. Rainiero, más tímido y retraído, piensa que será ella quien le suceda cuando él muera. Y esta situación preocupa en Francia y en Mónaco. Con apenas 22 años, un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores francés informa de las veleidades italófilas de la Princesa. Tiene una estrecha relación con el Cónsul fascista italiano. Pero, todavía peor, a partir de septiembre de 1943, sucumbe a los encantos de un teniente alemán con el que quiere casarse. El príncipe Luis entra en cólera. El alemán es enviado al frente del Este y Antonieta se entrega a las labores de apoyo y asistencia a la población civil durante la Ocupación, o eso intenta hacer creer el Principado.

Pero la rebeldía de Antonieta no había hecho más que empezar. Sus amores fueron siempre controvertidos. Tras la Liberación, comenzó una relación con el tenista Alexander Noghès, perteneciente a una antigua familia de Mónaco, que estaba casado y tenía un hijo. Antonieta y él tuvieron tres hijos fuera del matrimonio, Elizabeth Ann, Christian y Christine Alix. Tras conseguir él la separación, se casaron por lo civil en Génova, en 1951, pero el matrimonio terminó en divorcio en 1954. Parece que Antonieta necesita el ingrediente de lo prohibido.

Rainiero le da entonces un título, intentando aplacarla. Antonieta se convierte en Baronesa de Massy , y durante varios años ocupa el papel de Primera Dama, hasta el casamiento de Rainiero con Grace Kelly, en 1956. Durante esos años en que fue la «única» princesa, se dice que Antonieta hizo lo imposible para colocar en el trono a su hijo Christian. Rainiero no tenía esposa y no tenía hijos ni heredero y acababa de cumplir 30 años. Así que Antonieta vio la posibilidad abierta. Pero entonces apareció Grace. Rainiero era consciente de la importancia de un matrimonio para consolidar la posición del Principado frente a Francia y convertirlo en fuente de riqueza y desarrollo económico. Su elección recayó en la actriz de Hollywood más popular del momento. El 12 de abril de 1951 llega al trono y se casa el 12 de abril de 1956. Cuando Grace conoce a su familia política, en su primer almuerzo en el palacio, en abril de 1956, observa las tensas sonrisas y siente la pesada atmósfera.

Antonieta sigue desafiando a su hermano y se casa, en 1961 con el político monegasco Jean-Charles Rey, uno de los opositores más crítico del príncipe Rainiero. Doctor en derecho, abogado, notario, es partidario acérrimo de una Constitución democrática en el Principado, al tiempo que pide su independencia. Ya en 1955, Antonieta había tratado de aprovechar la quiebra de un banco monegasco que había provocado un gran escándalo. «Estamos hablando de un «complot» contra Rainiero III. La princesa Antonieta, su hermana, lo habría dirigido. Sigue pensando que su hijo es el heredero, puesto que Rainiero no tiene todavía descendencia masculina, solo una hija« publicaba el periódico francés «Paris- Presse». Incluso la BBC se hace eco.

¿Antonieta fue totalmente ajena al asunto? También hubo rumores en 1962, en mitad del bloqueo que Francia ejerció sobre Mónaco. Una crisis que Grace ayudó a resolver ganándose el afecto de los monegascos a pie de calle e invitando a De Gaulle al Baile de la Cruz Roja, una invitación que el Presidente de Francia aceptó para no quedar en evidencia ante otros mandatarios europeos que sí asistían. Pero, a pesar de lo que afirma la película de Olivier Dahan, «Grace de Mónaco», la duda sobre l participación de Antonieta en un nuevo complot permanece. En cualquier caso, su matrimonio con Ray también termina en divorcio. Mientras tanto, Grace, se consolida como Primera Dama. Antonieta afirma con elegancia: «La princesa gestiona todo de forma comprometida. ¿Por qué me haría yo cargo de lo que ella sabe manejar tan bien?». Hay quien dice que fue Grace quien amenazó a Antonieta con desvelar su implicación y su alejamiento fue, en realidad, un exilio involuntario.

Rainiero ha negado siempre que Antonieta tuviera algo que ver en todas estas aparentes conspiraciones. Pero su rebeldía no tiene fin. Cuando ella inicia su relación con Jean-Charles Rey, ella le promete a Rainiero que nunca se casará con él. Pero se casaron en La Haya. Como represalia, Rainiero le retira su financiación de la lista civil.

Con el nacimiento de Alberto, la princesa díscola parece alcanzar cierta calma y da un paso al lado. El trono está asegurado.

A pesar de su complicada vida familiar y sentimental, Antonieta siempre ha estado cerca de sus sobrinos, en los últimos años, y estuvo presente en los grandes eventos familiares y de Estado. Murió el 18 de marzo de 2011 a la edad de 90 años, apenas unas semanas antes de la boda del príncipe Alberto y la princesa Charlene.