Confidente real

Quién es David Armstrong-Jones, el conde carpintero que se ha convertido en espía de Carlos III: primo, discreto y confidente

David Armstrong-Jones, conde de Snowdon, siempre ha sido uno de los miembros más discretos de los Windsor, pero muchos ven en él la mano que mece la cuna del reinado de Carlos III.

David Armstrong-Jones, el confidente royal de Carlos III de Inglaterra. / GTRES

Silvia Vivas
Silvia Vivas

Los «ojos y oídos» de la familia real británica han cambiado de dueño. Donde antes mandaban las damas de compañía de Isabel II , ahora adquieren influencia los íntimos del rey Carlos III , y los medios británicos han descubierto a su nuevo asesor en la sombra: David Armstrong-Jones.

Hijo de la princesa Margarita la relación entre los primos reales siempre había sido buena, pero en los últimos tiempos ha cambiado a excelente. O al menos eso afirman desde medios como el Daily Mail, que responsabilizan al segundo conde de Snowdon de poner los pies del rey en la tierra al tiempo que le ayuda con renovar su imagen.

El hijo de la princesa Margarita es todo un dandy, aunque pocos lo habían apreciado porque hasta que no murió Isabel II el sobrino de la monarca permaneció en las sombras de la corte de los Windsor. Hasta su hermana, Lady Sarah Chatto, es más conocida que él, aunque sólo sea porque la belleza de su hijo arrasó en Instagram hace apenas un año. ¿Pero quién es esta estrella en ascenso en el olimpo de los royals que aconseja al monarca británico sobre sus decisiones y sus corbatas?

La trayectoria de David Armstrong-Jones el conde carpintero

Cuando nació en Clarence House, en 1961, David Armstrong-Jones era el quinto en la línea de sucesión al trono británico, ahora ocupa el lugar 24. Se crió corriendo por los pasillos de Buckingham y compartiendo clases con los hijos de la reina, pero su destino no era precisamente brillar en los salones de palacio.

Su verdadero vínculo con el actual monarca británico no se fraguó en aquellos pasillos, sino años más tarde, cuando ambos compartieron una pasión común: el diseño. En los años 80 David Armstrong-Jones asistió a la Escuela para Artesanos de la Madera en Dorset y decidió que su destino sería crear su propia empresa de diseño de muebles, un empeño Carlos III siempre respetó.

Al fin y al cabo el hijo de la reina Isabel II además de interesarse por Shakespeare, el medio ambiente, el paisajismo, la comida orgánica y Camilla Parker Bowles , también tuvo una etapa de amor a la carpintería. De hecho, en 2003 la revista especializada Architectural Digest tuvo el privilegio de echarle un vistazo a una colección de muebles de jardín en cuyo diseño había colaborado.

La realidad es que lo del diseño de muebles le dio más alegrías a David que a Carlos III, porque gracias a ello conoció a quien se convertiría en su esposa: Serena Stanhope, una prima lejana de Diana de Gales . La pareja se divorció en 2020 sin demasiado ruido y de mutuo acuerdo. Más revuelo causó cuando su empresa estuvo a punto de quebrar y fue rescatada por un oligarca ruso. Al final, el conde abandonó sus cargos tras 40 años al frente de su firma de diseño.

El encargado de modernizar el estilo del rey

David Amstrong-Jones, a pesar de sus títulos, su fortuna, su pedigrí familiar y su cercana relación con los Windsor siempre ha presumido de disfrutar más de estar dando un paseo y desayunando en casa que de una recepción en palacio. Pero a pesar de su aparente indiferencia por los saraos de altos vuelos, muchos ven ahora su mano en la modernización del estilo del rey cuando aparece en público.

Algo que se hizo evidente en la reciente visita de Carlos III y Camilla a Francia , un viaje de oficial en la que el rey británico lució unas modernas gafas modelo «Lemtosh' de la firma estadounidense Moscot que su primo le regaló para la ocasión y que sirvieron para ofrecer una imagen más cercana y moderna del monarca.

¿Otros hitos de estilo made in David? Que Carlos III haya aparecido en público con una corbata con dinosaurios y que haya aclarado la gama de color de sus trajes en sus viajes fuera de las fronteras de Reino Unido.

Ahora que el conde ya no dirige un imperio del mueble de lujo y su primo es rey, la pareja parece que se ha compenetrado mejor que nunca. Los tabloides afirman que David se ha convertido en los nuevos «ojos y oídos» del rey y que éste le mantiene al tanto de todo lo que sucede mientras pasean juntos cuando se escapan de vacaciones a Rumanía.