No todos los retiros de las esposas de un jeque o un emir acaban igual, llevando vidas anónimas como las hijas de Noor de Jordania o, directamente, cargadas de historias truculentas como la trayectoria de la princesa Haya de Jordania . Siguiendo la estela de la combativa reina viuda Noor , Mozah bint Nasser al-Missned, la ex jequesa de Catar es, hoy por hoy, a los 62 años, una rica empresaria, un referente en su país y una digna competidora en glamour de Rania de Jordania .
La ex jequesa con el príncipe Carlos de Inglaterra /
Catar está considerado desde el año pasado el país más rico del mundo y Mozah bint Nasser no se queda atrás en cuento a opulencia y fortuna. Pero mucho antes de convertirse en el deslumbrante pavo real que acapara flashes allá por donde va, la ex jequesa tiene su propia historia. Su matrimonio con el jeque catarí Hamad Bin Khalifa al Thani data de 1977 y fue poco menos que un arreglo entre la familia de él y la de ella para conseguir la paz entre las dos poderosas familias que el futuro emir necesitaba gobernar.
Cómo la segunda esposa del jeque consiguió convertirse en su favorita, la madre de su heredero, apoyarle durante un golpe de estado y ser la primera mujer catarí que aparecería ejerciendo de «primera dama» es una historia que solo conocen sus protagonistas. Pero al final ella fue la única de las tres esposas del emir que ha ejercido un poder evidente en su país y ha aparecido ante los medios acompañando al emiry hablando de igual a igual a reyes y reinas.
La ex jequesa de Catar con Nacy Pelosi /
Desde que los medios occidentales descubrieron a la «Nefertiti de Catar» quedaron encantados con ella: su porte regio, sus buenas formas y su colección inabarcable de vestidos de alta costura y turbantes a juego les deslumbraron. La mujer que solo viste de negro en su país en el extranjero, deslumbra con los modelos de alta costura más audaces adaptados a los parámetros de su religión. El resultado, incluso ahora que ya ha cumplido más de 60 años, sigue siendo deslumbrante.
Uno podría pensar que cuando el emir se retiró del poder la estrella de la ex jequesa se apagaría, pero nada más lejos de la realidad. La mujer que lo tenía todo siempre quiso que su familia tuviera aún más, y en 2016 ya se la señalaba como la artífice de buena parte de la fortuna de los al Thani. Por ejemplo, todos los expertos en finanzas apuntaban que era la jequesa quien estaba detrás del Mayhoola for Investments, el fondo de inversión catarí que compró Balmain.
La ex jequesa visitando la universidad de Georgetown en Estados Unidos. /
No fue lo único que cayó en sus manos: Valentino, Missoni, una parte del conglomerado de firmas de lujo LVMH... la lista continúa y se infla hasta llegar a sus adquisiones inmobiliares en París, Londres y Nueva York (su familia es dueña del Empire State Building, por ejemplo) y una colección de arte inmensa.
La próxima vez que veamos a esta hermosa mujer reuniéndose en un foro internacional por la educación o en una seusdovisita de estado con una reina o un rey a su lado, en vez de preguntarnos qué papel ocupa en la familia real de su país para seguir conservando tanto poder haremos bien en recordar que bajo ese turbante está una de las artífices de la fortuna de una de las familias más ricas del planeta.