La foto más íntima y personal de Rania de Jordania: se olvida del glamour para ejercer de abuela en chándal, con chanclas y calcetines

Cuando hablamos de las royals mejor vestidas, Rania de Jordania aparece la primera en la conversación (con permiso de nuestra Letizia). La reina ha conseguido hacer de la elegancia y la sofisticación el mejor complemento de sus incansables luchas sociales y humanitarias .

Sin embago, algo ha cambiado en la vida de la monarca hachemita que ha transformado su imagen y nos ha permitido verla de una forma inesperada, regalándonos las fotos más íntimas y personales a través de su cuenta oficial de Instagram: Rania de Jordania ha sido abuela.

El pasado 3 de agosto nacía la princesa Imán, la primera hija del heredero al trono jordano Hussein y su esposa, Rajwa . Y con ella, parece que ha llegado la revolución a palacio. Al menos, en cuanto a la imagen que la familia real está proyectando para dar la bienvenida a la pequeña se refiere.

Rania de Jordania siempre se ha mostrado impecable, ya sea en sus compromisos de trabajo, en las innumerables cenas de gala y bodas royals en las que nos ha regalado los mejores estilismos o, incluso, en su versión más desenfadada a través de una cuenta de Instagram que maneja a las mil maravillas.

Reina de la elegancia, Rania se viste de Zara con el mismo buen gusto que luce grandes firmas de lujo internacionales y ha desarrollado una impecable capacidad para combinar elementos tradicionales de la cultura jordana con las tendencias más vanguardistas.

Pero la pequeña Imán ha conseguido, sin saberlo, mostrarnos la versión más cercana e personal de Rania de Jordania, que parece abandonar su papel de reina para ser «solo» una abuela que sostiene en brazos a su nieta mientras la mira embelesada.

Con lo que se percibe como un pantalón de chándal o unas mallas, camiseta básica de algodón, sin maquillaje ni peinado sofisticado y olvidándose de los tacones altísimos que siempre le acompañan, Rania posa descalza, con calcetines y unas chanclas en el suelo en la intimidad de una habitación junto al rey Abdalá, también recostado en el sofá, y con Imán en brazos.

Esta imagen tan casual y familiar, que nos acerca al lado más humano de los monarcas hachemitas, contrasta con las primeras fotos que la reina compartió tras el nacimiento de la pequeña en el hospital, en las que conocimos a la Rania abuela, pero también a la Rania fashionista a la que estábamos acostumbrados hasta ahora.

Muy tiernas y rebosantes de amor, la reina de Jordania apareció entonces en el hospital para conocer a su nieta impecable con un conjunto de Zimmermann con blusa oversize y pantalón palazzo fluido en verde menta, bolso de mano de Fendi y unos originales stilettos estampados de Dior. Lo que no consiga una nieta...