Joyero ruso Rebecca Bettarini nos cuenta la increíble historia de las tiaras Romanov: diamantes, oro blanco y joyas perdidas

Rebecca Victoria Romanovna, mujer de Jorge Romanov, lució una tiara de Chaumet el día de su boda, una firma de alta joyería muy vinculada a la familia.

Rebecca Victoria Romanovna con la espectacular tiara de Chaumet, que ya llevó el día de su boda. / / DR

Juanra López
Juanra López

Las tiaras forman parte del imaginario colectivo al ser una pieza clave para los momentos históricos de las casas reales. La familia Romanov, depuesta por la revolución rusa, no es una excepción. Rebecca Bettarini (ahora Victoria Romanovna de casada) tuvo muy claro que tenía que escoger una muy especial para su boda con Jorge Romanov , heredero de la Casa Imperial.

Todas las miradas estaban puestas en la catedral de San Isaac de San Petersburgo el 1 de octubre de 2021, porque se trataba de la primera boda de la familia real en un siglo en territorio ruso . La novia no decepcionó con un espectacular vestido, en el que dejaron su impronta Reem Acra, Elina Samarina para Sergio Marcone Moscow y bordados de Torzhok. Y, por supuesto, impactó la tiara de Chaumet.

Rebecca Victoria Romanovna nos explica por qué eligió esta prestigiosa firma de joyería que tiene su sede principal en la place Vendôme de París: «La tatarabuela de mi marido era clienta de Chaumet y en su día les encargó varias tiaras. Una creo recordar que se llamaba Waterfalls o algo así. Esas tiaras fueron destruidas por los bolcheviques en la revolución, así que no queda ninguna».

Las primeras clientas Romanov de la firma Chaumet

La Familia Imperial rusa mantuvo estrechas relaciones con diversas firmas de joyería como la Casa Cartier, o Fabergé, pero, como nos contaba Rebecca Victoria Romanovna, la Casa Chaumet también fue artífice de importantísimas piezas que marcaron su devenir familiar.

El primer miembro de la casa imperial en convertirse en mecenas de Chaumet fue la Gran duquesa Wladimir , tatarabuela del gran duque Jorge. La tiara de la cascada fue un regalo fue un regalo de su marido, el Gran Duque Wladimir, con motivo del veinticinco aniversario de su boda. Otra importante clienta Romanov de la firma fue la princesa Irina, la princesa Yusupov.

«Cuando me fui a casar, la propia firma me explicó esta larga relación que mantenían con la familia imperial. Por eso pensamos que era una buena idea optar por una joya que se pareciera a las de entonces», añade.

«Fui a su sede y me enseñaron muchísimas tiaras. Tienen una colección estupenda, incluso algunas muy conocidas, que pertenecieron a otras familias reales. Yo elegí una que parece un kokoshnik, un tocado ruso tradicional que también lleva mucho mi suegra, la duquesa María», nos comenta.

Una tiara cargada de simbolismos para la familia Romanov

Hablamos de la tiara Lacis Esta, una finísima pieza engastada en dos diamantes, uno ovalado de cinco quilates y otro en forma de pera de algo más de dos, enriquecidos con otros 438 diamantes en pavé, sobre una montura de malla de oro blanco, creada con la técnica de fil-couteau, una de las señas de identidad de Chaumet.

«Me parecía que la pieza tenía un toque ruso y pensé que era muy adecuada. Era, además, muy ligera. No era una tiara familiar, antigua, sino moderna y nueva. Era la idea que más me gustaba», explica la nuera de la Gran Duquesa María, jefa de la Casa Imperial.

«Es preciosa, tiene alrededor de quinientos brillantes,y también me explicó el artífice de la misma, a quien me presentaron, el origen de su inspiración. Pensó en una vela de un barco que con el viento se infla», precisa la escritora italiana, que en la actualidad está volcada en las actividades filantrópicas.

Rebecca Victoria Romanovna luciendo la tiara de Chaumet. / / DR

Además, quiso la casualidad que la tirara tuviera otros simbolismos, que descubrió según se adentraba en la historia de la joya: «Pensé que como el bisabuelo de mi marina estuvo en la marina rusa era algo simbólico. Por si fuera poco, donde nos casamos, en San Petersburgo, está la sede la marina rusa, así que parecía que la hubiera hecho a propósito para mí».

Se ha convertido en una tiara histórica y se ha retirado de la venta

«La tiara estaba a la venta, pero después de que la luciera yo, la han depositado en su museo de tiaras históricas. No la va a lucir nadie más. Va a dar la vuelta al mundo, porque la casa tiene una exposición itinerante» destaca.

Otro aspecto que destaca Rebecca Victoria Romanovna es el trato que le dispensó la firma de joyería: «En Chaumet me acogieron muy bien, son como una familia y establecimos una muy buena relación con ellos. No era fácil hacer llegar la tiara a San Petersburgo. Se mostraron muy diligentes en todo momento y todos los pasos que dieron fueron perfectos. Fueron tremendamente profesionales y encantadores».

En este punto de la conversación, echamos la vista atrás, y la historia de la familia imperial. No solo fueron aniquilados físicamente, también las joyas que les pertenecían fueron mayoritariamente destruidas, un asunto menor, si tenemos en cuenta el brutal asesinado del zar Nicolás II, su mujer, la zarina Alejandra, y sus cinco hijos.

De todas formas, Rebecca Victoria no pasa por alto el valor histórico de esas alhajas desaparecidas: «Las joyas de la Familia Rusa están algunas en manos del Estado ruso, pero muchas se perdieron y otras se vendieron. La mayoría se destruyeron, porque quitaron las piedras preciosas para otras cuestiones. Se destrozó mucho patrimonio histórico y cultural».

«Hubo mucha gente que se opuso a ello y muchas joyas que habían sido hechas casi de manera artesanal valdrían hoy millones de euros. Nada me parece menos lógico que destrozar tu propio patrimonio. Había, por ejemplo, auténticas obras de arte de Fabergé», destaca.

Otras grandes joyas que pertenecieron a la familia imperial rusa

Entre el inventario histórico de joyas que lucían los Grandes Duques y las Grandes Duquesas en sus enlaces tenemos que destacar la tiara de la Emperatriz Elizaveta Alexeievna, la corona nupcial, los pendientes en forma de cerezas de Duval, el gran collar de diamantes con gotas en forma de pera denominado rivière y el gran broche o Agraffe.

El enlace nupcial de Rebecca Victoria Romanovna y Jorge Romanov. / DR

En efecto, como nos cuenta Rebecca Victoria Romanovna, muchas de esas joyas desaparecieron, pero algunas sobrevivieron. La corona nupcial se vendió y ahora se encuentra en el Hillwood Museum, en Washington. El resto de joyas que se han logrado conservar pertenecen a la colección del Fondo Estatal de Diamantes de la Federación Rusa. No pueden ser utilizadas ni salir de Moscú, de ahí que para casarse con Jorge Romanov optaran por una pieza ya existente de Chaumet.

20 de enero-18 de febrero

Acuario

Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más

¿Qué me deparan los astros?