La reina Camilla abre el joyero de la reina madre: así son los dos collares de diamantes más espectaculares de los Windsor

Isabel, la reina madre, la aristócrata de origen escocés que contrajo matrimonio con el segundo hijo del rey Jorge V, siempre pensó que llevaría una vida tranquila prestando algunos servicios a la Corona en segundo plano. Sin embargo, el 12 de mayo de 1937 se convertía en reina junto al rey Jorge VI, tras la abdicación del rey Eduardo VIII, incapaz de renunciar a su amor por la divorciada norteamericana Wallis Simpson . Isabel y Jorge reinaron en tiempo de guerra y se convirtieron en una de las parejas reales más respetadas y queridas, por su apoyo y sus compromiso con el pueblo británico.

La reina madre era también admirada por otra razón: la fabulosa colección de joyas, una de las más espectaculares de los Windsor , que había recibido como donaciones, regalos y herencias. Una de las piezas más importantes es la rivière de diamantes que recibió como regalo de su esposo el día el día que se convirtió en reina.

Se llama rivière de la Coronación, diferente del collar de la Coronación que han lucido todas las reinas desde Victoria de Inglaterra. Isabel fue fotografiada con ambos en los retratos oficiales. Setenta años después, Camilla exhibió el collar en su Coronación.

La rivière de la Coronación estaba compuesta originalmente por cuarenta diamantes de talla antigua. Se cree que fue creado a mediados del siglo XIX y fue un regalo del rey Jorge VI, padre de Isabel II, a su esposa, la reina Isabel, con motivo de su coronación, en 1937. El rey ya le había regalado meses antes otra rivière más pequeña.

Sin embargo, parece que la reina no llevó su regalo en la ceremonia de la coronación, que tuvo lugar en la abadía de Westminster, sino que fue solo utilizado por la reina en los retratos oficiales encargados después. En ellos, aparece junto al collar y los pendientes de la coronación, también de diamantes. El collar de la coronación es más corto y tiene un diamante de Lahore en forma de pera colgado en el centro. Pertenece a la Corona y parece que fue un encargo de la reina Victoria, en 1858, a los joyeros Garrard. Es la pieza más importante de la colección real.

Isabel continuó usando su rivière de la coronación durante toda su vida. Solía combinarla con la tiara oriental, de rubíes y una de sus favoritas, la tiara Kokoshnick o la tiara de aguamarinas de Cartier, que Cecil Beaton inmortalizó en una serie de elegantes fotografías. En 1952, el collar de la Coronación pasó a su hija Isabel, cuando se convirtió en reina, y la entonces reina madre combinó su rivière de la Coronación con la que le había regalado su marido en 1936.

Llamada la «rivière» de York, y combinaba ambas con los pendientes y la tiara Greville, dos de las piezas más imponentes de la fabulosa colección que la aristócrata Margaret Greville donó a la reina madre. En su coronación, en 1953, la reina Isabel II recibió como regalo su propia rivière de diamantes, que combinó también con la de la coronación, como había hecho su madre, quince años antes. Después de la década de los sesenta, la reina madre no volvió a lucir en público ninguna de las piezas.

En 2002, cuando falleció la reina madre, fue Isabel II, su hija, quien heredó su rivière de diamantes de la Coronación. Dos años más tarde, esta rivière de la Coronación de la reina madre fue entregada a Camila, entonces duquesa de Cornualles , pero los cuarenta diamantes originales fueron reducidos a treinta y uno. Camilla estrenó el regalo en la fiesta de sus 60 cumpleaños, celebrado por todo lo alto en Highgrove, la casa de campo del rey Carlos III, en julio de 2007.

A partir de entonces, se pudo ver a Camilla en varios actos luciendo la rivière: en el banquete oficial ofrecido al presidente de Francia, celebrado en Windsor, o en la cena celebrada en honor del sultán de Brunei. Desde entonces, ya no ha vuelto lucir el collar.

La página web The Royal Watcher, especializada en joyas reales, asegura que los nueve diamantes que sobraron tras reducir el tamaño de la rivière fueron utilizados para realizar unos grandes pendientes que lució Camilla en la Coronación, en 2023 y que había estrenado unos años antes. La nueva reina consorte lució también, por supuesto, el collar de la Coronación.