La primera boda de la reina Camilla. / GETTY IMAGES

los novios antes de carlos III

Muere el primer gran amor de la reina Camilla: Kevin Burke se enamoró de la debutante más divertida y sexy de la alta sociedad (y ella le hizo ghosting)

El empresario Kevin Burke fue el primer hombre importante en la vida de Camilla Parker-Bowles, Milla para sus docenas de admiradores. Se conocieron en una fiesta loca de la alta sociedad.

Hay un antes y un después de conocer a Carlos de Inglaterra en la vida de Camilla Parker-Bowles, hoy reina Camilla. Es la vida posterior a su flechazo con el rey la que más ha interesado a los cronistas y guionistas: su romance imposible, de película, de momento ya ha alimentado una serie apreciable. Sin embargo, antes de la irrupción de los Windsor en la foto de su biografía, Milla ya brillaba. Y cómo.

Uno de los testigos de la brillantez social de la joven Camilla Shand, Kevin Burke, falleció este agosto sin que se tengan noticias ciertas de si la reina estaba al tanto o si acudirá al funeral, que se celebrará el próximo mes de septiembre. Lo cierto es que ambos estuvieron muy unidos en su juventud, aunque por breve tiempo. Su fallecimiento debió impresionarla: tenía 77 años, solo uno más que ella.

Por lo que conocemos, puede que la reina Camilla dejara una impresión más honda en Kevin que la que él dejó en ella. Es cierto que ambos eran muy jóvenes y el primer amor deja huella, pero acaso Burke se enamoró mientras que la seductora y simpática Parker-Bowles solo se divertía.

Cómo se enamoró Kevin Burke de Camilla

El diario británico Daily Mail sitúa el encuentro entre Camilla y Kevin en 1965, a la salida de su fiesta de presentación en sociedad en Knighsbridge. Él era el hijo de Sir Aubrey Burke, vicepresidente de la empresa fabricante de aviones Hawker Siddeley,y solo tenía 19 años: era un novato recién llegado a las fiestas de la alta sociedad. La reina también debutaba, aunque por sus dotes sociales nadie lo diría. Se manejaba como pez en al agua.

Camilla, Milla, era seductora, sexy, divertida y nada tímida. Un cóctel irresistible para los jóvenes que recalaban en las fiestas de los locos años 60 con ganas de pasarlo bien. De hecho, mientras el común de las debutantes se presentaron obedientemente vestidas de blanco, e lla llevó un vestido de chifón negro y un maquillaje, digamos, cargado. Recargado para sus 17 años.

Milla Shand se convertía en el centro de la fiesta en el mismo instante en que la pisaba y, de hecho, sus admiradores se contaban por docenas. Burke se convirtió primero en su acompañante favorito y, luego, en su noviete oficial, el chico con el que acudía a una fiesta tras otra. La vida social de la pareja era trepidante.

Camilla no era bella, pero sí muy atractiva

«Cada noche, teníamos dos o tres cócteles y un baile a los que acudir y los fines de semana nos invitaban a fiestas en el campo. Fue muy divertido estar con ella. Tuve la pareja más divertida que puedes desear. Camilla era inmensamente popular. Y aunque no era tan bella, era atractiva y sexy, confesó Burke a Jessica Jayne, la autora de 'La duquesa de Cornualles, su historia y sus secretos'.

Kevin Burke también tenía sus encantos. Su madre era una de las anfitrionas más glamurosas de la alta sociedad de la época, Laura Rosalind Norman, hija de un baronet y nieta de un barón. Gracias a su padre, conocía a estrellas de Hollywood del calibre de Olivia de Havilland o Errol Flynn. Contactos mucho más excitantes que los habituales en la alta sociedad británica. Y lo más importante: a Burke le encantaba bailar y lo hacía a la perfección. Conducía un Jaguar.

Cómo terminó la relación de Camilla y Kevin Burke

«Estuvimos juntos durante un año. Yo suponía que estábamos enamorados. Pero ella luego me abandonó. ¿Por qué? Bueno, supongo que la respuesta corta es que ella estaba intentando divertirse en Londres», señaló. No hubo explicaciones ni despedidas, al parecer. Si no lo que hoy las nuevas generaciones denominan 'ghosting': ella desapareció. Se convirtió en un fantasma.

Lo cierto es que Milla Shand conoció por esas fechas a Andrew Parker Bowles, ex oficial del ejército, ex novio de la princesa Ana y el hombre que le hizo cortar por lo sano con el próximo rey. Firmó por una vida tranquilla en una casa de campo en Sussex, con sus perros, sus caballos y un pequeño lago para sus carpas Koi. Kevin Burke no se casó hasta los 42 años y, por segunda vez, a los 56. Fue, como suele decirse, moderadamente feliz.