La reina Letizia, en una reunión de trabajo. /
Las conexiones por videoconferencia durante la pandemia y, sobre todo, la felicitación que doña Letizia mandó a Informe Semanal por sus 50 años de vida, nos permitieron atisbar, hace un año, el espacio en el que trabaja diariamente la reina en el Palacio de La Zarzuela, enclavado en la primera planta, en el ala derecha, y que perteneció antes a la reina Sofía.
Doña Letizia cambió totalmente la decoración. Libros, tonos blancos y un gran ventanal por el que entra mucha luz natural son los tres elementos clave. Un despacho, como casi todos los espacios que habitamos, dice mucho de la personalidad de su ocupante. El rincón desde el que dirigió al programa Informe Semanal no se había visto hasta entonces.
Sí conocíamos una zona de sofás , en la que la reina recibió a la Primera Dama de Estados Unidos, Jill Biden, en junio de 2022, y la gran mesa blanca de reuniones, con sillas blancas y metálicas, de los diseñadores Charles y Ray Eames , con una gran pantalla para las videoconferencias, desde la que doña Letizia conectó con decenas de personas en el confinamiento.
Este nuevo rincón, con salida al jardín, dispone, según se podía apreciar, de una gran estantería, de una mesa blanca con un ordenador portátil, y de enormes ventanales. Nos habla de una mujer de estilo minimalista, pero elegante, que busca tener la naturaleza cerca, a la que le gusta el orden, pero no excesivamente, y tener a mano libros importantes que, sin duda, le ayudan en su día a día.
La reina Letizia en su despacho con Jill Biden. /
Era llamativa la escasez de elementos decorativos en la estantería y en su mesa, lo que acentúa la sobriedad del entorno. El color blanco aporta serenidad: en la filosofía oriental el blanco significa, además, vitalidad e iniciativa, dos rasgos que, sin duda, caracterizan la personalidad de la reina. En la grabación del mensaje con motivo del aniversario de Informe Semanal, se pudo ver también, entre los tomos, un libro de la periodista Sonsóles Ónega, amiga de la reina, y de Arturo Pérez Reverte.
También destacaban algunos libros de arte, como el catálogo de la colección de la Hispanic Society sobre Sorolla o El imperio de lo efímero, del sociólogo y filósofo francés Gilles Lipovetsky. Por supuesto también se veían los dos tomos del diccionario de la Real Academia de la Lengua. Los libros estaban ordenados , pero como los ordena una persona que de verdad los abre y los lee, mezclando sus colores y sus tamaños.
En algunas imágenes que comparte Casa Real sobre el día a día de los monarcas, se puede ver a doña Letizia trabajando con su equipo en la sala de reuniones, que también se abre con grandes ventanales sobre los jardines de Zarzuela, y que debe ser contigua al despacho, aunque no lo sabemos.
El rey Felipe, trabajando en su despacho en una de las imágenes oficiales por el X aniversario de su proclamación. /
El estilo de la reina es opuesto al de su marido, el rey Felipe, cuyo despacho está totalmente revestido por una boisserie de roble y que incluye algunas pinturas, como la obra El atleta cósmico, de Salvador Dalí, un retrato de su bisabuelo Alfonso XIII o un cuadro del rey Carlos III, que don Felipe considera una inspiración. Es el mismo despacho que utilizó su padre y Felipe VI no lo ha transformado: la mesa de despacho es la misma, aunque hoy las sillas están tapizadas en blanco. La estancia cuenta con una chimenea y es posible ver numerosas fotografías familiares en mesas y estanterías.
Es evidente que doña Letizia prefiere un estilo de gran sencillez, sin objetos que recarguen los espacios y donde trabajar y concentrarse es más fácil. No conocemos los despachos de otras reinas o Primeras Damas, salvo el de la reina Máxima de Holanda, que lo mostró tras la reforma que tuvo lugar, hace un par de años, en el Palacio de Huis ten Bosch, una de las residencias de la familia real de los Países Bajos.
Al contrario de doña Letizia, la reina Máxima empapeló las paredes con grandes dibujos y dispuso grandes vitrinas con recuerdos y adornos. Su mesa es un gran mueble de marquetería, redonda. Fue la propia reina quien decoró su despacho, al igual que fue doña Letizia quien decoró el suyo, aunque no sabemos si esta última contó con el apoyo de alguna mano experta.