No es, seguramente, la vejez que soñaba cuando ella misma acompañaba a su madre, la reina Federica, en sus últimos años. La reina Sofía ha cumplido 84 años protegida en Zarzuela por el rey Felipe VI, su hijo favorito desde siempre, pero con una situación familiar que debe provocarle más de una tristeza. La reina emérita no ha logrado convertirse en el centro aglutinador de una familia definitivamente rota y, además, teme por el estado de salud de su hermano, Constantino.
Pero no nos dejemos llevar por la cruda realidad de la reina Sofía, al menos ahora que celebra su 84 cumpleaños.Pese a todas sus preocupaciones, la reina emérita aún disfruta de una agenda oficial envidiablemente llena. Si su miedo era desaparecer de la vida pública y caer en el olvido, no va a ser así. En ese aspecto, el apoyo del rey Felipe es total, como pudimos ver en los premios Princesa de Asturias.
La reina Sofía asistió desde el palco de honor del teatro Campoamor a la entrega de los premios Princesa de Asturias. No podía ser de otra manera, ya que no se ha perdido ni una sola entrega desde su primera edición. Pero es que su actividad ha sido imparable en los últimos meses, con la guinda de un viaje oficial a Nueva York que coincidió con el 50 cumpleaños de la reina Letizia.
Pese a su actividad incansable, no se puede decir que la familia le esté dando demasiada tranquilidad a la reina emérita. Se le acumulan los frentes de batalla, hasta el punto de que su conocida relación tirante con la reina Letizia ha pasado a un segundo plano. Entre ambas mujeres reina la frialdad, y de hecho tienen muy poco contacto más allá de los actos protocolarios.
Aunque Sofía y Letizia viven en Zarzuela, la reina emérita continúa ocupando las dependencias privadas del edificio principal junto a su hermana, la princesa Irene, mientras que Felipe, Letizia y las niñas continúan haciendo vida normal en el Pabellón del Príncipe. Sabemos que la agenda de estudios y extraescolares de Leonor y Sofía era intensa y que las ocasiones de ver a su abuela no eran tan frecuentes como ella hubiera querido.
Dicen que Leonor es su nieta favorita, algo que no sería descabellado dada la manera en la que, dicen, también favoreció con atenciones extra al heredero príncipe Felipe. Sin duda, Leonor ha de detectar el cariño con el que su padre cuida a su madre y obrar en consecuencia. De hecho, cuando la reina Sofía quedó descolgada del grupo familiar en el hall del teatro Campoamor, fue Leonor la que se dio cuenta y atendió a su abuela.
De todos modos, no es la relación con los reyes y sus hijas la que más preocupa ahora mismo a la reina Sofía: ese frente está más que normalizado. Otro gallo canta al respecto de sus hijas, ambas inmersas en procesos muy delicados por razones bien distintas.
La infanta Cristina aún negocia su divorcio con Iñaki Urdangarín. Por su parte, la infanta Elena no parece capaz de controlar las vidas de sus hijos: Froilán continúa dando problemas en la noche madrileña y Victoria Federica se ha convertido en un personaje de la prensa rosa.
Su familia griega también vive momentos de intranquilidad, por los problemas de salud del rey Constantino. De hecho, este tuvo que dejar su residencia Porto Heli para instalarse en Atenas, más cerca del hospital. Allí viajaron la reina Sofía y la princesa Irene para ver a su hermano, que se mueve en silla de ruedas y necesita oxígeno. Sin duda, los desplazamientos de Sofía y Irene de Grecia a Atenas serán, de aquí en adelante, frecuentes.
Tampoco se ha aquietado del todo el último frente de preocupación de la reina Sofía: la situación de exilio del rey emérito Juan Carlos. Separados de facto desde hace más de cuatro décadas, perduran los vínculos familiares y un sentido del deber que solo tiene su lógica en el contexto de una familia real.
Esta semana ha sido su hermana Margarita, con su marido y la hija de ambos, María Zurita, quien ha acudido a Abu Dabi a visitarle. Además, el ex ministro Narcís Serra ha confirmado que el Cesid facilitaba sus encuentros amorosos extramatrimoniales. Cómo plantear una vuelta a España si continúan este tipo de revelaciones.