Por qué no se divorcian el rey Juan Carlos y la reina Sofía y qué pasaría si lo hicieran: del reparto de bienes gananciales a los daños colaterales

Los malabarismos para conciliar la coincidencia del rey emérito Juan Carlos y la reina Sofía están en boca de todos. ¿Por qué no se divorcian si su relación, por lo que sea, ya no fluye con naturalidad?

La reina Sofía y el rey Juan Carlos sí se vieron en Zarzuela tras el fin de semana en Sanxenxo del emérito. / getty images

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

La delicada situación de la reina Sofía ha sido agua subterránea en los últimos dos años, pero ha emergido cual géiser durante la polémica visita del rey Juan Carlos a España. Su acomodo como comodín de Casa Real para cubrir citas en la agenda oficial y su constante presencia en las apariciones familiares importantes (los Premios Princesa de Asturias, por ejemplo) la resituó como aliada estratégica de Felipe VI y la reina Letizia, y residente permanente, junto a su hermana Irene e Grecia, en la Zarzuela.

Desafortunadamente, la reaparición en escena de Juan Carlos I ha comprometido el inestable equilibrio conseguido en los últimos años, con una reina emérita que podría haber pedido reunirse con su esposo e incluso acompañarle en su reciente aventura regatista en Sanxenxo. Pareciera que la reina Sofía habría decidido ignorar los deseos de divorcio del rey emérito, expresados tanto a Alfredo Pérez Rubalcaba como a Mariano Rajoy, en pro de la buena imagen de la institución. Y de su propia supervivencia como consorte emérita.

Cuentan las crónicas de los analistas de la monarquía que el comentado viaje a Miami de la reina Sofía, confirmado mucho antes del anuncio del viaje del rey Juan Carlos a Sanxenxo, fue providencial. Ahorró la estampa de una reina entregada a mantener una ficción matrimonial insostenible, puede que hasta con la oposición del propio rey emérito. De hecho, aunque las redes sociales celebren la distancia obligada por el coronavirus entre los eméritos (la reina Sofía dio positivo en covid a su vuelta de Miami), Sofía de Grecia ha insistido en todo momento en estar presente en la reunión familiar, aunque fuera con mascarilla.

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¿Qué religión tiene la reina Sofía?

¿Habría sido posible el divorcio real si el romance con Corinna Larsen no hubiera seguido adelante? Seguramente habría contado con la oposición frontal de la reina Sofía, y no solo por ser católica practicante. Pero el principal problema no habría sido sentimental, sino económico. Si el rey quisiera divorciarse ahora mismo, la mitad de su fortuna tendría que pasar a manos de esposa.

A diferencia de lo que ocurre en los matrimonios actuales, cada vez más inclinados por firmar la separación de bienes, Sofía de Grecia y Juan Carlos de Borbón se casaron en 1962, hace la friolera de 60 años, en régimen de bienes gananciales. Eso sí, los expertos reales confirman que sí firmaron unas capitulaciones, acuerdos sobre asuntos puntuales muchas veces de índole económica que no se han hecho públicos.

Sean como fueren las restricciones a los gananciales que imponen las capitulaciones, lo cierto es que el rey Juan Carlos ya no estaría dispuesto a ceder parte de su fortuna en un divorcio a todas luces innecesario. Además, la reina Sofía disfruta ya de una cómoda posición en Zarzuela gracias a la protección de su hijo, Felipe VI. De hecho, mientras ella continúa residiendo en Zarzuela, su casa en las últimas seis décadas, su polémico esposo ya no puede pasar en ella ni una noche.

Jaime Peñafiel, el periodista que más sabe sobre la vida privada del rey Juan Carlos y doña Sofía, ha hablado de la situación de este matrimonio royal a propósito de su libro 'Alto y claro'. Asegura que no entiende por qué la reina emérita no ha pedido el divorcio. «Doña Sofía tendría que haberse divorciado, porque ha habido muchas infidelidades públicas», ha asegurado en una reciente entrevista. «Podría haberlo hecho porque divorciada está la infanta Elena, divorciada va a estar la infanta Cristina, divorciada está Letizia. ¿Por qué no se divorcia? Quizá por no dañar la institución. Doña Sofía es griega, pero no le gustan las tragedias griegas».

¿Qué idiomas habla la reina Sofía?

Peñafiel sostiene que el matrimonio jamás fue feliz. «Doña Sofía tuvo un gran amor con el príncipe heredero de Noruega, Harald, hoy rey, y Juan Carlos con Maria Gabriela de Saboya. Pero la reina Federica, la madre de Sofía, la gran celestina de Europa, organizó su matrimonio. ¡Pero si no se podían entender! Juan Carlos no hablaba griego, Sofía no hablaba español. Es un matrimonio donde nunca existió el amor».