La reina Federica con sus hijos, los príncipes Sofía, Irene y Constantino. /
El palacio de Tatoi, donde creció la reina Sofía , situado a 30 kilómetros al norte de Atenas, abrirá pronto sus puertas tras su reconversión en museo por el Estado griego, a quien pertenece hoy. El gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis anunció las obras en 2019 y, dos años después, presentó un proyecto de restauración y rehabilitación que estará listo a finales de este año, momento en el que abrirá al público.
Las obras del palacio, que fue la residencia de verano de la familia real griega y luego, de forma permanente, la de los padres de la reina Sofía, el rey Pablo y la reina Federica, con sus hijos, avanzan rápidamente, después de años de abandono, en los que fue saqueado y sufrió actos vandálicos en su cementerio. Tatoi estaba deshabitado desde 1967, cuando los reyes Constantino y Ana María partieron al exilio.
En agosto de 2021, un gran incendio que se declaró al norte de Atenas arrasó todos los bosques de alrededor y rodeó el palacio, que, finalmente, se salvó del fuego, aunque se vieron afectadas cinco de las cuarenta construcciones de la finca y se quemaron más de 16.000 hectáreas de bosque de los alrededores y varios contenedores con objetos históricos.
Muchos de los que se salvaron, incluyendo uniformes, trajes de gala, utensilios de cocina, muebles y carruajes, estarán expuestos en el nuevo museo. El cementerio de Tatoi, donde están enterrados casi todos los miembros de la familia real griega, también se salvó.
El palacio está situado frente al monte Parnitha y está rodeado por densos pinares y bosques de eucaliptos. Se construyó, en 1871, por encargo del rey Jorge I, segundo monarca griego y bisabuelo de la reina Sofía. Sus terrenos tienen 4.200 hectáreas de extensión y 40 edificios, en los que llegó a haber una lechería, una carnicería, una herrería e incluso un hotel. Jorge I tomó como modelo el palacio de Peterhof, en San Petesburgo.
Fue su esposa, la reina Olga, la que decidió erigir un templo y un cementerio en la finca, tras la muerte de su hija, la princesa Alexandra. Allí están enterrados los padres de doña Sofía, el rey Pablo, fallecido en 1964, y la reina Federica, que murió en 1981, y su hermano, el rey Constantino, fallecido en 2023 . También se encuentra la tumba del padre del duque de Edimburgo, Andrés de Grecia y Dinamarca, fallecido en 1944.
La reina Sofía pasó su infancia en el Palacio de Tatoi, ahora convertido en museo. /
Tatoi guarda todos los recuerdos de infancia y adolescencia de la reina Sofía. Pero también la huella de tristes acontecimientos, como el momento en que, el 21 de abril de 1967, un pelotón de paracaidistas del Ejército dio un golpe de Estado en Grecia y asaltó el palacio de Tatoi desalojando a los jóvenes monarcas, Constantino y Ana María . La escena fue traumática. Ana María estaba embarazada de ocho meses de su segundo hijo y, en ese momento, estaba tratando de dormir a su hija mayor, Alexía.
Tras la abolición de la monarquía por la dictadura de los coroneles, en 1973, Tatoi fue objeto de una larga polémica entre el rey Constantino y el Gobierno griego. La disputa terminó en 2003, cuando la finca y el palacio pasaron a manos del Estado a cambio de una indemnización a la familia real.
El edificio principal, que albergó la residencia real, es el que se abrirá a finales de 2025. El Gobierno griego ya tiene preparado el recorrido de la exposición, según ha publicado recientemente en sus redes el periodista griego Andreas Megos. En los sótanos se instalará la presentación de las etapas históricas del palacio y de su actividad vinícola y recordará el golpe de Estado de 1967, mediante un documental. Esta zona albergará también las exposiciones temporales.
En el ático, en el que se encuentra la que fue la habitación de niño de Constantino, se expondrán los objetos y las fotografías relacionados con la crianza de los niños de la familia real. En la planta baja, donde comienza el recorrido, se podrá ver el despacho y los aposentos del rey Jorge I y, a continuación, los de la reina Olga. En la primera planta se expone la historia del rey Constantino I, el rey Alejandro y el rey Jorge II. También en esta planta está situada la sala dedicada al rey Pablo y la reina Federica.
Cementario del Palacio de Tatoi. /
El recorrido continúa hasta el dormitorio del rey Constantino II y la reina Ana María. Más adelante se han preparado salas dedicadas a la moda y a las princesas Sofía e Irene. Fue precisamente durante las obras de restauración cuando se encontró el vestido de novia de Ana María de Grecia, el pasado año.
Tatoi es uno de los puntos de referencia de la reina Sofía . Nunca ha olvidado el paisaje de extraordinaria belleza que rodea al palacio y las vistas del mar Egeo. Ella siempre ha sentido que era su verdadero hogar. En Tatoi jugaban los tres hermanos, Sofía, Constantino e Irene, siempre en contacto con la naturaleza.
En los jardines, con el aroma del romero y la jara, aprendieron a amar la vida al aire libre y a respetar y cuidar a los animales de la granja. Era un paraíso. Al anochecer, el rey Pablo les contaba leyendas mitológicas, mientras escuchaban a Chopin. En Tatoi, además, Sofía e Irene hicieron varios hallazgos arqueológicos que reflejaron en dos libros, 'Cerámicas en Decelia' y 'Miscelánea arqueológica'.
Tras el regreso de Constantino con su familia a Porto Heli, en el Peloponeso, autorizado por el Gobierno griego, en 2013, los viajes de la reina a Grecia se hicieron muy frecuentes, casi siempre acompañada de su hermana Irene. En 2014, doña Sofía viajó junto a toda su familia a Grecia para celebrar el 50 aniversario de la muerte del rey Pablo de Grecia , fallecido en 1964. En 2024, toda la familia real española, incluyendo a Felipe y Letizia y al rey Juan Carlos, asistieron allí al entierro del rey Constantino II.
El proyecto, estimado en unos 15 millones de euros, ha contado también con el apoyo del rey Carlos III, primo de Constantino, que tiene muy presentes sus raíces. Su padre, el duque de Edimburgo pasó sus primeros meses de vida en Tatoi, antes de salir al exilio. El monarca participa a través de su fundación y ha asesorado al gobierno griego tomando como ejemplo Dumfries House, una mansión del siglo XVIII que Carlos compró y restauró en 2007.