La reina Sofía no puede evitar el llanto en el homenaje a su amigo Emilio Lora-Troyano. /
Se ha labrado fama de ser una mujer serena y calmada que rara vez expresa sus emociones en público, por eso ha sorprendido ver a la reina Sofía llorando en un acto en el que se homenajeaba al catedrático Emilio Lora-Troyano. La escena ha tenido lugar en la tarde del viernes, 27 de octubre, en la Universidad Camilo José Cela.
En un principio, todo se desarrollaba con la normalidad habitual de este tipo de actos: llegada de invitados, saludos y la madre del rey Felipe tomando asiento en la mesa que presidía una ceremonia que quería recordar y premiar la figura del catedrático de física de 73 años que va a tener una cátedra en la universidad madrileña a su nombre. En el discurso de Emilio Lora-Tamayo, leído por su hijo Eduardo, este ha agradecido a la reina Sofía su presencia y su «genuino interés por el progreso del conocimiento, lo cual pude comprobar de primera mano en vuestro inquebrantable compromiso con los valores que sustentan el progreso de nuestra sociedad».
Tras estas palabras, era el turno de la reina Sofía. La madre del rey Felipe , claramente emocionada, no ha podido evitar el llanto y apenas podía pronunciar el discurso que tenía preparado: «Nunca olvidaré los momentos que hemos pasado juntos en el coto de Doñana cuando eras presidente del CSIC. Fueron días maravillosos. Gracias por invitarme», decía la emérita visiblemente nerviosa. Unas emotivas palabras dedicadas a su amigo que atraviesa una situación de salud muy delicada.
El público ha aplaudido las palabras de doña Sofía y también la naturalidad con la que ha abordado este emotivo instante. Cabe recordar que la reina emérita vive unos días intensos y complejos: en unos días cumplirá 85 años con su familia más dividida que nunca.
Vídeo. Los 5 momentos más duros de la vida de la reina Sofía /
El próximo martes, 31 de octubre, su nieta, la princesa Leonor, jurará la Constitución al cumplir su mayoría de edad. Un día que debería ser de alegría y celebración, pero que las fisuras en el seno de los Borbones ha llevado a pensar que pueda haber importantes ausencias en un día tan señalado. Es muy probable que la suma de todos estos factores esté afectando a la estabilidad y serenidad habitual de la emérita.
La reina Sofía durante su discurso. /
No es habitual, pero tampoco esta ha sido la única vez en que la suegra de la reina Letizia se ha roto en público y no ha podido evitar derramar alguna lágrimas. Unas veces por pena, otras de emoción. Una de las últimas, se produjo en el funeral de su hermano, el rey Constantino de Grecia , a principios de este 2023. Las palabras pronunciadas por su hijo, Pablo de Grecia, provocaron las lágrimas de su madre,la reina Ana María, pero también las de su tía, la reina Sofía, hermana del último rey de los helenos.
Aquella fue también la última ocasión en la que vimos a la familia del rey junta aunque no muy revuelta: por un lado, los eméritos con la familia de las infantas Elena y Cristina (con los Marichalar y los Urdangarin casi al completo), y por otra a los reyes Felipe y Letizia (sin Leonor ni la infanta Sofía). También fue aquel el escenario de la reconciliación de la reina con Marie Chantal Miller, en unas imágenes que ponían punto y final a diferencias y rumores previos.
Los reyes eméritos durante el funeral de Constantino de Grecia. /
Fue en otro funeral, pero mucho más pretérito, en el vimos llorar a doña Sofía: «Sentí un vacío muy grande con la muerte de mis padres y con la de Don Juan», contaría después la reina emérita. Fue el 7 de abril de 1993, durante el funeral del conde de Barcelona, padre del rey Juan Carlos. El Gobierno decretó una semana de luto oficial, unas 30.000 personas visitaron la capilla ardiente en el Palacio Real, y se llevó a cabo un funeral de Estado. Durante la ceremonia, los reyes no pudieron evitar unas lágrimas que fueron captadas por la señal de RTVE.
Pero no siempre el llanto de doña Sofía ha sido de tristeza. Al menos en dos ocasiones la hemos visto llorar de emoción y alegría. Para la primera, tenemos que viajar hasta el Teatro Campoamor de Oviedo. El calendario marca el 3 de octubre de 1981. El príncipe Felipe tiene 13 años y está a punto de debutar con su primer discurso público para entregar los galardones que entonces presidía él, y hoy lo hace su hija. Durante algo menos de dos minutos, el ahora rey, recita unas palabras que casi ha aprendido de memoria. Años después volvería a repetirse la escena con la heredera, pero en este caso la más 'llorona' de las dos abuelas fue Paloma Rocasolano , la madre de Letizia.
Y hubo una segunda vez en la que Felipe volvió a hacer llorar a su madre: en esta ocasión durante el acto de proclamación del rey en el Congreso de los Diputados. Uno de los momentos más sorprendentes de su discurso fue, que por primera vez y en público agradecía a su madre la labor desempeñada. «Y me van a permitir, señorías, que agradezca a mi madre, la reina Sofía, toda una vida de trabajo impecable al servicio de España». Aquel día, la templanza y serenidad propias de la reina Sofía también se quebró. Y sí, hubo lágrimas.