salvación ante la infidelidad
salvación ante la infidelidad
Se ha dicho a menudo que la reina doña Sofía muestra un talante algo anticuado a la hora de desarrollar sus compromisos en la vida pública. Su actitud sería más la de acompañar, mientras que la reina Letizia, una «royal» de la nueva generación, dota de un aura de activismo todo lo que hace: pregunta y se informa minuciosamente y sugiere siempre nuevas maneras de ser útil. Sin embargo, la reina emérita no está tan alejada de doña Letizia en ese aspecto: lleva años comprometiéndose, de manera discreta, pero muy activa, con numerosas causas a las que ha favorecido intensamente en estos años.
Quienes la conocen aseguran que, en todo este tiempo, doña Sofía ha cogido el teléfono, en muchas ocasiones, para preguntar a los equipos de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción o de los Bancos de Alimentos « ¿Qué se puede hacer?», y se ha puesto manos a la obra para aportar lo mejor de la institución y de sí misma.
Mientras iban saliendo a la luz las polémicas por los presuntos negocios ocultos del rey emérito y las explosivas declaraciones sobre sus amantes, doña Sofía, que mantiene su retribución del Estado y participa todavía en tareas de representación, se ha volcado en las causas con las que está comprometida y ha demostrado su serenidad ante los escándalos, fortaleciendo su figura como amante de la cultura, de las artes, del medio ambiente y de las causas sociales.
Esto la ha convertido en uno de los miembros de la casa real más valorados y le ha proporcionado un objetivo en épocas en las que su vida privada no era feliz. El pasado 2 de noviembre, doña Sofía cumplió 84 años, justo unos días antes de que Corinna Larsen, la examante del rey, hiciera público un incendiario podcast sobre su relación con el monarca emérito. Pero, doña Sofía tiene hoy la cabeza, más que nunca, en su Fundación y en cómo seguir ayudando.
Uno de sus compromisos más antiguos ha sido el apoyo a los microcréditos. Empezó en los años noventa, tras conocer al emprendedor bangladesí Muhammad Yunus, creador del Banco Gramen, en 1983, apodado el banquero de los pobres, premio Nobel de la Paz en 2006 y premio Príncipe de Asturias en 1998. Los presentó la reina Fabiola, en 1993, y doña Sofía se convirtió en la copresidenta de la Campaña Mundial del Microcrédito en 1997.
«Ha visitado Bangladesh cinco veces, ha ido a las aldeas, se ha reunido con las mujeres», explicaba Yunus, hace unos años, sobre la reina Sofía, con quien mantiene una estrecha amistad. «Cada vez que visita un país quiere estar segura de que puede visitar a las mujeres que han recibido un microcrédito». La reina emérita le invitó a La Zarzuela, para conocer en profundidad sus iniciativas, y luego ella viajó a Bangladesh en 1996. Allí, durante cuatro días, recorrió junto a Yunus las aldeas más pobres: se metía en las casas, se sentaba en el suelo con las mujeres para conocer cómo salían adelante a la hora de dar de comer a sus familias y tomaba en brazos a bebés desnudos y malnutridos.
Sabino Fernández Campo, jefe de la Casa Real entonces, aseguraba: «Hay que frenarla, porque sería capaz de irse en persona a llevar bocadillos a Etiopía para erradicar el hambre». De ahí que creara una ONG, la Fundación Reina Sofía, con sus propios ahorros y promoviera en su reinado los viajes de cooperación a las zonas más pobres, una tarea que cedió a Doña Letizia, cuando esta accedió al trono.
La Fundación Reina Sofía es una organización sin ánimo de lucro centrada en proyectos de educación, inclusión social, medio ambiente y mujer. Fue constituida el 17 de mayo de 1977 con un pequeño capital aportado personalmente por la Reina Doña Sofía, que le dedica una gran atención. Trabaja en estos proyectos «paralelos» a la agenda oficial desde un despacho del palacio de La Zarzuela.
La abdicación de don Juan Carlos no ha influido en su vínculo con su Fundación. Al contrario, ha sido, para ella, una forma de hacer patente que está totalmente desvinculada de los problemas de su esposo. Su actividad también sirve a los reyes Felipe y Letizia para asumir esa separación.
La reina emérita goza de buena salud y sigue manteniéndose activa, incluso en los momentos más difíciles. Por ejemplo, en diciembre de 2020, el día que se anunciaba la regularización fiscal del rey emérito, lo que significaba reconocer que había manejado fondos sin declarar al fisco, doña Sofía participaba en una videoconferencia con responsables de CEAFA, la Confederación Española de Afectados por el Alzhéimer, una de las causas centrales de su reinado. Doña Sofía es presidenta de honor de la asociación, pero la cita no estaba anunciada en la agenda oficial de Zarzuela, porque es una de las actividades que la reina desarrolla de forma «paralela».
La Confederación Española de Alzheimer agrupa a más de 300 Asociaciones de Familiares y representa las necesidades de los más de 4,8 millones de personas que conviven en España con la enfermedad y otras demencias. Esta labor es parte de las actividades de la Fundación Reina Sofía, al igual que su vinculación con la labor del Banco de Alimentos.
Su pasión por la música es la responsable de otra de las grandes causas patrocinadas por doña Sofía: la Escuela de Música Reina Sofía, que se ha convertido en un centro de referencia internacional. La Escuela nació en Madrid, en 1991, por iniciativa de la mecenas Paloma O'Shea. doña Sofía se convirtió en presidenta de su patronato, para apoyar a los jóvenes con talento en su desarrollo personal y artístico. Al año, la Escuela Superior de Música Reina Sofía celebra más de 300 conciertos, la mayoría gratuitos o a precios reducidos y acoge a estudiantes de todas las nacionalidades.
Su otra labor intensa la ha desarrollado como presidenta de honor de la Fundación contra la Drogadicción, creada en una época en la que el consumo de heroína diezmaba a toda una generación. Doña Letizia la sustituyó en el cargo en 2015, tras reconocer que la reina había dejado «muy alto» el listón.
El pasado mes de octubre visitó el Banco de Alimentos de Ponferrada, en León. La reina emérita ha visitado de forma incansable todos los Bancos de Alimentos de España y ha peleado por difundir su enorme labor, en un momento en el que muchas familias se han quedado sin recursos. En 2020, en plena pandemia, emprendió una gira por los bancos de alimentos de diversas comunidades autónomas para mostrar su compromiso con los más necesitados.
«Es un encanto. Saluda a todo el mundo. Es un derroche de naturalidad, de clase y de saber estar«, ha afirmó el presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos, Juan Vicente Peral, que la acompañó en su gira. Uno de los últimos proyectos de doña Sofía tiene que ver con su compromiso medioambiental y la lucha contra los residuos en el mar. Se la ha visto, en numerosas ocasiones, presenciar la liberación de tortugas marinas en Mallorca, o recogiendo basura en las playas españolas, como una voluntaria más. Hoy está ilusionada con crear un santuario marino para delfines, tortugas y focas, en la isla de Lipsi, en el mar Egeo, en Grecia.