El rey Carlos III ha sido ingresado por los problemas ocasionados por su medicación. /
De nuevo saltan las alarmas. Desde que el rey Carlos IIIanunció que tenía cáncer en febrero del año pasado, la preocupación ha sido grande, pero la manera en la que encaró la enfermedad y lo rápido que retomó su actividad habitual dieron lugar para la esperanza. Incluso se habló de recuperación en abril de ese mismo año. Ahora ha surgido un nuevo revés para el monarca en un momento muy delicado para toda la familia, pues su hijo Guillermo también está muy pendiente de la recuperación de su mujer, Kate Middleton, en pleno proceso también de retomar su vida normal.
La noticia saltaba ayer jueves. A consecuencia de los efectos secundarios relacionados con el tratamiento que recibe por el cáncer, el hijo de la recordada Isabel II, de 76 años, tuvo que ser ingresado de urgencia en The London Clinic , donde también fue operada su nuera . Así lo expresaba el comunicado que hacía público Buckingham Palace, pero finalmente fue una cuestión de pocas horas, porque recibió el alta hospitalario y regresó a Clarence House.
«Tras el tratamiento médico programado y en curso contra el cáncer esta mañana, el rey experimentó efectos secundarios temporales que requirieron un breve período de observación en el hospital. Por lo tanto, los compromisos vespertinos de Su Majestad se pospusieron. Su Majestad ya ha regresado a Clarence House y, como medida de precaución, siguiendo las recomendaciones médicas, la agenda de mañana también se reprogramará. Su Majestad desea enviar sus disculpas a todos aquellos que puedan sentirse molestos o decepcionados por ello», leíamos en el comunicado.
Aunque es tranquilizador, no lo es tanto los titulares de los tabloides ingleses, la prensa sensacionalista. Así, podemos ver que Daily Mail abre a cinco columnas con el titular «Oraciones por Carlos». El mencionado rotativo se plantea ahora si podrá viajar a Italia el próximo 7 de abril como estaba previsto. Un viaje en el que incluso se habló que Carlos y Camilla se podrían reunir con el papa Francisco , convaleciente de su reciente ingreso hospitalario, algo que finalmente se desestimó.
Por el momento se quiere transmitir tranquilidad y la prensa asegura que ya se encuentra trabajando como habitualmente, pero podemos encuadrarlo en la retórica palaciega que se utiliza para quitar hierro a las situaciones, igual que se recurría a eufemismos cuando la salud de la reina Isabel II estaba declinando en las semanas previas a su fallecimiento.
No parece que la situación del rey Carlos III revista gravedad en este momento, pero no podemos pasar por alto que un año después de que le fuera diagnosticado un cáncer cuya naturaleza no se ha precisado del todo sigue recibiendo tratamiento. Debemos señalar que esta dolencia le fue descubierta cuando fue operado de la próstata y que no está relacionada con ella.
Carlos y Camilla están más unidos que nunca. /
El rey ha sido bastante transparente a la hora de hablar de su cáncer, dentro de lo que esperable dentro de una Casa Real. Y la opinión pública ha valorado muy positivamente cómo sigue trabajando con ahínco para ganarse la confianza que los británicos habían depositado en su madre, cuya sombra siempre será muy alargada.
Baste como ejemplo la agenda del exmarido de Diana de Gales del pasado miércoles cuando cumplió dos compromisos: asistió a una exposición sobre el suelo cultibable y se reunió con miembros de la comunidad agrícola. A continuación presidió una gran recepción en Buckingham para 400 miembros de la prensa regional.
El monarca pasó más de una hora en pie para atender a sus invitados, lo que en su estado actual es un esfuerzo considerable. No en vano la reina Camilla ha expresado su frustración porque le gustaría que su marido bajara un poco el ritmo. Es posible que después de este susto y en función de las recomendaciones médicas así sea.