Cincuenta años de exilio y una infancia muy difícil y trágica: así ha sido la vida de Simeón de Bulgaria, el rey que se convirtió en presidente de su país

De una elegancia y cortesía de otra época, el rey Simeón de Bulgaria representa a una realeza que lo ha intentado todo por su país, a pesar de estar en el exilio, incluso meterse en política. Marchó al exilio siendo un niño, tras ser coronado rey con solo seis años. Es una figura amable y cotidiana en España, donde se instaló en los años cincuenta y se casó con una española, Margarita Gómez-Acebo. A sus 84 años, su historia está llena de renuncia, tristeza y singularidad.

Elena Castelló
Elena Castelló

Simeón de Sajonia-Coburgo y Gotha es hijo del rey –zar para los búlgaros– Boris III. Nació el 16 de junio de 1937 en Sofía, pero no en el palacio de Vrana como era costumbre, sino en una clínica de la capital. Su madre, la reina Giovanna de Saboya, había dado a luz a su hermana mayor María Luisa en condiciones difíciles, por lo que los reyes prefirieron apostar por el hospital y sus comodidades, en lugar de los apartamentos reales, algo poco usual en su época. Bulgaria era un antiguo principado autónomo bajo la soberanía del Imperio Otomano y había obtenido la independencia treinta años atrás. El reino nació en 1908. Su abuelo y el padre de Simeón, Fernando I y Boris III, ocuparon sucesivamente el trono. Pero Simeón apenas conoce a su padre, muerto, en 1943, en extrañas circunstancias, después de haberse enfrentado a Hitler al negarse a entregar a los judíos de su país.

Oficialmente fue un infarto, pero la familia real defiende la tesis de que fue asesinado de los nazis. «Cuando murió mi padre, todos empezaron a hablarme como le hablaban a él. Envejecí prematuramente», declaraba Simeón a una revista francesa, hace unos años. Tiene seis años y se convierte en el rey Simeón II de Bulgaria. Su tío, el príncipe Kyril, asume la regencia. Cuando los soviéticos invadieron el país, en octubre de 1944, ejecutaron al príncipe regente, Kyril, pero dejaron a Simeón en el trono. Luego, un referéndum abolió la monarquía. La familia real fue expulsada. Su tía Eudoxia comparó la huida con la del rey francés Luis XVI durante la revolución. Las tropas soviéticas arrestaron a Eudoxia, la torturaron y la abandonaron dos años después sin papeles ni dinero en una comisaría rural.

La reina Giovanna y sus hijos llegaron a Egipto antes de instalarse definitivamente en España. En el Victoria College de Alejandría, el joven Simeón tendrá como compañero al futuro rey Hussein de Jordania, cuya amistad perdurará durante toda su vida. Pero es en Madrid donde Simeón cumple 18 años, en 1955. Entonces, el pequeño rey destronado cree firmemente que no volverá a ver su país. El joven Simeón se pone a trabajar como relaciones públicas de empresas que buscan expandirse en España o internacionalmente. Su carrera mejoró rápidamente gracias a las dotes diplomáticas que había desarrollado en su entorno. En 1962, se casó en Vevey, Suiza, con una española de la aristocracia, Margarita Gómez-Acebo, cuyos padres, el marqués y la marquesa de Cortina, habían sido asesinados por los republicanos en la Guerra Civil. El sueño de la joven pareja es fundar una familia y vivir en paz. Se instalan en Madrid y tienen cinco hijos: los príncipes Kardam, Kyril, Kubrat, Konstantin y Kalina.

Simeón había conocido al rey Juan Carlos en la época del crucero organizado en Grecia por la reina Federica de Hannover, madre de la reina emérita, en los años cincuenta. Simeón trabó una íntima amistad con el rey Juan Carlos, con el que iba a cazar. Los reyes de España vienen a pasar los fines de semana en su casa de campo, cerca de Madrid. El mismo rey emérito le comunicó a Simeón su abdicación y éste asistió como invitado de Don Juan Carlos a la ceremonia.

Tras la caída del comunismo, Simeón se da cuenta de que puede volver a su país. Despega con su mujer de la base militar de Torrejón a bordo de una avioneta cedida por su amigo el Rey de España, rumbo a Sofía, tras cincuenta años de exilio. Fue una fecha histórica, el 25 de mayo de 1996. Una gran multitud –600.000 compatriotas– le recibe y le aclama. El convoy tarda más de dos horas en llegar al centro. Simeón recordaba perfectamente todos los detalles. Los edificios, las avenidas, los parques. A los 63 años, esta estancia reaviva su deseo de involucrarse en su país y dejar su cómodo exilio en Madrid. En 2001 asumió la presidencia del Movimiento Nacional Simeón II.Y se convierte en Primer Ministro de la República entre 2001 y 2005. Un destino extraordinario. Ganó las elecciones legislativas con el 42,7% de los votos.

Pero el destino no le ahorra sufrimientos. Hace seis años, su hijo mayor y heredero, Kardam, falleció, tras estar en coma durante ocho años a causa de un grave accidente de tráfico. Finalmente sucumbió a una infección pulmonar, tras años esperando que los avances de la ciencia pudieran despertarle. Asisten al funeral las familias reales de España y Holanda. El título de príncipe heredero pasa al hijo mayor de Kardam, el príncipe Boris. Pero todo esto apenas preocupa a su abuelo: «Decir que el hijo de mi hijo sería 'el heredero' me parece irreal. ¿Heredero de qué? La monarquía no ha sido restaurada en Bulgaria», declaraba a una revista.