Simoneta Gómez-Acebo, la Victoria Federica de los años 90, tiene el expediente sentimental menos royal de la familia y un broche que debía lucir Letizia

Aunque ahora es la matriarca de los Gómez-Acebo, Simoneta fue en su día foco de atracción de la prensa rosa, como hoy Victoria Federica. Incluso heredó un broche de diamantes que debería estar en las joyas de pasar que luce Letizia.

Pincha en la imagen si quieres ver los mejores looks de Victoria Federica de Marichalar y Borbón. /gtres

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Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Los paralelismos entre Victoria Federica (21 años) y Simoneta Gómez-Acebo (53) son notables, y van más allá de la maña suerte a la que la ley sálica condeno a sus madres: ambas debieron ser reinas de España. Ya vimos como las dos se enamoraron de dos músicos, uno DJ, Jorge Bárcenas , y otro compositor, José Miguel Fernández Sastrón (62), con poco más de veinte años. Y apostamos a que la relación entre la hija de la infanta Elena es tan comprometida como la que llevó a Simoneta y Fernández Sastrón a casarse, en 1990, cuando ella tenia 22 años y él, 31.

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Ambas tienen en común un rasgo muy Borbón que se asocia tanto al rey emérito Juan Carlos como a su hermana mayor, la infanta Pilar, madre de Simoneta y fallecida en enero de 2020: un carácter fuerte, incluso mal genio. Tiene que pasar el tiempo para averiguar si los parecidos razonables continuarán multiplicándose en su biografía: ¿terminará Victoria Federica trabajando en una marca del lujo, como Simoneta? ¿Tendrá una vida sentimental tan curiosa como su prima segunda?

Simoneta Gómez-Acebo junto a su madre, la infanta Pilar, en uno de sus proyectos más queridos, el rastrillo Nuevo Futuro. / getty images

Simoneta Gómez-Acebo y José Miguel Fernández Sastrón parecían formar el matrimonio perfecto y, de hecho, él siempre ha confesado que la infanta Pilar se convirtió en una segunda madre, más que una suegra, para él. Estuvieron juntos 19 años y tuvieron tres hijos: Luis Juan, Pablo y María. S in embargo, en 2009 anunciaron una separación que se resolvió de manera amistosa y del que ha quedado una relación afectuosa. Eso sí: el compositor y productor musical reactivó de manera notable su vida amorosa, con relaciones de alto impacto (y no confirmadas) con la actriz Ruth Gabriel, una sex symbol en los años 90 gracias a su papel en la película Días contados; la bailarina Aída Gómez, compañera en la SGAE, donde él ejerció la presidencia; o la modelo y miss Susana Aunión, con la que sí mantuvo una relación estable. ¿Qué hizo Simoneta? Tampoco se quedó atrás y, de hecho, pudimos saber de su proximidad con el mundo del flamenco y sus juergas playeras gracias al seguimiento de la prensa de la época.

Aunque a principios de siglo la familia real aún gozaba de cierta protección por parte de los medios de comunicación y, por extensión, ese trato privilegiado solía extenderse a la familia del rey, las idas y venidas de Simoneta siempre interesaron a la prensa. Su vida sentimental está mayoritariamente en la sombra, algo que no podrá conseguir Victoria Federica hoy en día, pero sí trascendieron cuatro romances muy particulares, que abonan la leyenda de unos Borbones más campechanos que aristocráticos. Inmediatamente después de su separación, se pudo ver a Simoneta muy conectada a la pandilla gaditana que forman Rosario Flores y el matrimonio formado por Antonio Carmona y Mariola Orellana, un tiempo de vacaciones playeras que promovieron nuevos aires sentimentales. De aquella época quedan sus romances con José Coronado, entonces el galán más exitoso del cine español, con el que se la fotografió asistiendo a un partido de fútbol en el estadio Santiago Bernabéu.

Por esas mismas fechas, alrededor de 2010, parecía que Simoneta Gómez-Acebo reharía su vida junto a Giorgio Aresu, el famoso coreógrafo y bailarín, divorciado de la hermana de Ana Obregón, Amalia. Ya se conocían de su etapa de casados y, de hecho, los dos matrimonios coincidían en sus vacaciones en Palma de Mallorca, pero finalmente la relación no cuajó. Tampoco lo hizo su siguiente y rumoreado romance con Beltrán Cavero (43 años), empresario, músico amigo de Rosario y Antonio Carmona y sobrino de Esperanza Aguirre que, además, poco después iniciaría una relación con la modelo Laura Ponte (47), ex mujer de uno de los hermanos (Beltrán) de Simoneta. Sin embargo, es su último romance el más controvertido: en 2018, Simoneta Gómez-Acebo saltó a la prensa rosa por un romance con Luis Miguel Rodríguez (65), el polémico dueño de Desguaces Latorre y ex novio de Carmen Martínez-Bordiú. Por lo publicado, ambos se veían en secreto para no volver a las portadas de la prensa rosa ni incomodar en Zarzuela.

La relación de los Gómez-Acebo con la familia real ha tenido altibajos, inaugurados por aquellas declaraciones de la infanta Pilar en la que decía sentirse «como un ectoplasma» tras la salida de la familia del rey de la institucional denominación de familia real que en 1981 quedó limitada al rey emérito Juan Carlos y sus padres, la reina Sofía y sus tres hijos. Sin embargo, Pilar siempre fue la hermana favorita del rey emérito y ambas familias estuvieron muy próximas. Pilar también ocupó un lugar especial en el corazón de su madre, María de las Mercedes. De hecho, la condesa de Barcelona no cumplió las instrucciones de la reina Victoria Eugenia y no legó a la Corona todas las alhajas heredadas del rey Don Alfonso y que formarían el lote de joyas de pasar. Un broche de diamantes quedó en manos de Simoneta, como regalo por su boda con José Miguel Fernández Sastrón. Lo tendría que lucir, según consta en el testamento de Victoria Eugenia, Letizia.