El divorcio de los padres de Sofía Palazuelo es el último escándalo de la Casa de Alba: disputa económica y lucha en los juzgados

Aunque el conflicto no es nuevo, pues los padres de Sofía Palazuelo llevan ya varios años litigando para resolver flecos económicos a resultas de su divorcio, sí que está llegando a un punto preocupante. No solo por la política de máxima discreción que caracteriza a la nueva generación de la Casa de Alba , sino debido a una inquietud genuina por el destino de los padres de la duquesa de Huéscar, enfrentados en una guerra judicial que no parece tener fin.

Empecemos por el final, por el último episodio hasta la fecha del conflicto entre Fernando Palazuelo y Sofía Barroso, un disenso que no han podido solucionar de manera amigable y ha terminado en los tribunales. Comienza ahora el juicio que dirimirá su Palazuelo, padre de la futura duquesa de Alba y actual duquesa de Huéscar, es culpable de un delito de apropiación indebida: 50 millones de euros desaparecieron del patrimonio familiar.

La familia de Sofía Palazuelo, no solo la duquesa de Huéscar y su madre sino también sus hermanos, Fernando y Jaime, llevan tres años esperando el comienzo del juicio: Sofía Barroso interpuso su querella en verano de 2019, tras reunir pruebas suficientes del presunto traspaso de acciones de la sociedad familiar controlada por Barroso, Arte Express, a otra controlada exclusivamente por Fernando Palazuelo.

La descapitalización de la sociedad Arte Express, en la que Sofía Barroso poseía el 51% de las acciones, no fue discreta: Fernando Palazuelo la dejó con una sola acción. Ante la querella de su ex mujer, el padre de Sofía Palazuelo alegó que ese tipo de movimiento no es punible en la legislación peruana, el país en el que reside desde 2008 y donde radica sus sociedades.

Sin embargo, el juez español ha resuelto que la causa sí debe verse en su correspondiente juicio penal. De ahí la posibilidad de cárcel para el padre de Sofía Palazuelo. Seguramente ha pesado en contra que sus hermanos, Fernando y Jaime, declararan en contra de su padre y en favor de su madre, Sofía Barroso. En 2012 y tras terminar sus estudios, ambos se mudaron a Lima para trabajar en la empresa de su padre, arquitecto con cierto éxito en Perú.

Ya en la capital peruana, los dos hermanos de Sofía Palazuelo pudieron comprobar de primera mano que los intereses de su progenitora no habían sido protegidos por su padre. Este inyectaba el dinero procedente de la sociedad controlada por Sofía Barroso en sus negocios peruanos. Cuando sus hijos rehusaron sus explicaciones, Fernando Palazuelo decidió despedirles inmediatamente.

Este es el único borrón que empaña la felicidad de Fernando Fizt-James Stuart y Sofía Palazuelo , duques de Huéscar y recientes padres de Rosario: la dificultad para cerrar de una vez por todas este cruel divorcio. De hecho, aunque la separación se produjo en 2005 y el divorcio se firmó en 2012, esta guerra judicial por motivos económicos no permite cerrar de una vez por todas una relación familiar trágica.

El motivo de la separación de Sofía Barroso y Fernando Palazuelo pudo ser la infidelidad de este. De hecho, el arquitecto llevaba una vida paralela en Perú, donde se había desplazado por motivos profesionales. Allí conoció a su novia y socia de entonces, la arquitecta Luciana Soldi, presuntamente conocedora de la apropiación indebida de fondos familiares que, parece ser, terminó en paraísos fiscales. Con ella tuvo, además, una hija.

En realidad, la pareja había separado sus domicilios antes de que esta vida paralela del arquitecto se hiciera efectiva en Lima. Ya en 2005, Sofía Barroso, experta en arte de profesión, decidió mudarse con sus cuatro hijos a Madrid, mientras Fernando Palazuelo permanecía en Palma de Mallorca, donde los Palazuelo Barroso habían vivido hasta la fecha.

Desafortunadamente, no es la única relación sentimental que ha terminado en un divorcio trágico en la casa de Alba. Carlos Fitz-James Stuart Martínez de Irujo, actual duque de Alba, vivió una separación dificilísima Matilde Solís-Beaumont y Martínez Campos , hija de los marqueses de la Motilla y madre de Fernando y Carlos. Una depresión debido a un lamentable caso de abuse sexual por parte de uno de sus médicos la llevó a atentar contra su propia vida.

Otro divorcio especialmente cruento separó a Eugenia Martínez de Irujo, la hija pequeña de Cayetana de Alba y Luis Martínez de Irujo, y Francisco Rivera, hijo del famoso matador de toros y Carmina Ordóñez. Se enfrentaron en las portadas y en los juzgados por la custodia de su única hija, Cayetana Rivera Martínez de Irujo, conocida como Tana.