Rebranding del amor
Rebranding del amor
Desde el principio de los tiempos, las bodas en las familias poderosas movieron mucho más que sentimientos: fueron la encarnación de tratados de paz, alianzas dinásticas y grandes negocios. Tamara Falcó e Íñigo Onieva, históricos a su modo, no han ocultado que su accidentada historia de amor se impulsa, además, en un proyecto de negocio que explote el talento que ambos le ponen a la hostelería: una como chef, el otro como relaciones públicas. Su primer evento juntos: su boda.
Mucho va a ocurrir el próximo 8 de julio en la boda de El Rincón, el palacete madrileño que la marquesa de Griñón gestiona junto a su hermano y padrino, Manuel Falcó, marqués de Castel-Moncayo. La unión de dos familias y el compromiso religioso de los novios, Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Pero, también, el relanzamiento de la marca de los gourmets enamorados, una pareja que debería instalarse en el planeta que ya habitan otras 'power couples' con negocios potentes en común, como Gerard Piqué y Clara Chía.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva podrían convertirse en unos Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo de la restauración si sus proyectos consiguen encontrar su nicho en ese excitante lugar donde se encuentran la aristocracia, la alta cocina y la influencia viral. Como Dabiz Muñoz y Cristina Pedroche, sus negocios de pareja cuentan con lo más importante de partida: publicidad gratis gracias a la fama de la marquesa de Griñón.
Efectivamente, todo lo que suceda el próximo 8 de julio en El Rincón nos dará las primeras pistas acerca de la efectividad y nivel de exquisitez al que pueden llegar ahora mismo Tamara e Íñigo. Tendrán que dar el do de pecho, si se confirman algunas de las personalidades que ya suenan como convidados al banquete de bodas. Ahora mismo, dos versiones de la estrategia nupcial planean en lo viral: celebración con invitados VIPs o con los de siempre.
Aunque, de momento, Tamara niega todas las informaciones al respecto, tres invitados más que relevantes han entrado y salido de la lista de invitados a la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva en cuestión de horas, según los analista de la vida social española.
La primera y más sorprendente es Isabel Díaz Ayuso, una mujer a la que jamás hemos visto fuera de su papel institucional, más allá de aquellas fotos de paparazzi en Ibiza con su novio, Alberto González. Difícil compatibilizar la obsesión por la discreción de la presidenta de la Comunidad de Madrid con unas nupcias que saldrán en la revista 'Hola'.
Tampoco ha confirmado que haya sido invitado José Luis Martínez-Almeida, el alcalde de Madrid. Aunque en este caso sí existen más razones personales para que hubiera podido recibir la preceptiva invitación. Su joven novia, Teresa Urquijo, también fue voluntaria de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de Madrid, una organización de laicos dependiente del arzobispado cuya misión principal es acompañar a enfermos y personas con discapacidad a Lourdes. Teresa fue voluntaria de 2012 a 2016.
Otro importante personaje que se ha rumoreado invitado a la gran boda es Rafa Nadal, el único famoso que puede rivalizar con la marquesa de Griñón en la cuestión de la viralidad. Lo cierto es que el tenista mallorquín ha sido jefe de Íñigo Onieva en Tatel, ya que es uno de los accionistas de la compañía propietaria, junto a Enrique Iglesias y Pau Gassol. Su presencia podría ser interesante, sobre todo, por su actividad inversora. Si los novios están buscando 'partners', él sería uno ideal.
Nadal comparte mesa y negocios con algunos de los empresarios e inversores del sector de la hotelería y la restauración más importantes del país: los Matute, por ejemplo. Nadal es, probablemente, el deportista español mejor relacionado en el mundo de los negocios. Si Tamara Falcó e Íñigo Onieva se disponen a recabar fondos para poner en marcha sus ideas, la boda puede ser el momento perfecto para desplegar sus artes de seducción con potenciales inversores.
Cabe pensar que entre los 400 invitados que, según lo publicado hasta la fecha, acudirán a la boda del año, no solo habrá amigos y familiares, sino personas con potencial para colaborar en la nueva vida profesional de los novios. ¿Los veremos en la exclusiva que Tamara Falcó ya ha firmado con la revista 'Hola'? Seguramente no. Sobre todo si tienen cargos públicos y no participan de la actualidad en la crónica social.
Todo en esta boda tiene un fondo 'business' innegable, desde los acuerdos con las marcas que colocarán sus productos en portada, hasta su potencial como evento de 'rebranding' de la imagen pública de los novios y de 'networking' entre estos y sus invitados. De una boda sale otra boda y, también, pueden iniciarse suculentos negocios. No nos olvidemos de la exclusiva, a la que ya se han puesto ceros: seis. Se baraja la cifra del millón de euros.