Tamara Falcó no sabe nada de plagios: lo único que confirma es que se ha quedado sin vestido de novia a 54 días de su boda con Íñigo Onieva./d.r.
Tamara Falcó no sabe nada de plagios: lo único que confirma es que se ha quedado sin vestido de novia a 54 días de su boda con Íñigo Onieva. / d.r.

PREYSLER AL RESCATE

Misión imposible: Tamara Falcó tiene un plan de urgencia para encontrar nuevo vestido de novia

La ruptura de relaciones entre Sophie et Voilà y Tamara Falcó deja el vestido de novia de la marquesa de Griñón en el aire. Este es el plan de urgencia que ha desplegado el clan Preysler para conseguir otro, en plazo.

Comienza la cuenta atrás para conseguir un nuevo vestido de novia para Tamara Falcó antes del día de la boda, el 8 de julio. Evidentemente, todas las novias se ponen de los nervios con su vestido, un elemento crítico en cualquier ceremonia nupcial que se quiere perfecta. Lo habitual es que las novias pierdan los nervios por verse guapas, sobre todo si han cogido o dejado kilos. En el caso de la marquesa de Griñón existe una presión extra: unas fotos virales que verá toda España.

La hija de Isabel Preysler no solo debe ocuparse de aparecer perfecta, sino que pretendía darle a su vestido de novia, hasta hoy en manos de la firma bilbaína Sophie et Voilà, un carácter único. El diseño con el que avanzará hacia el altar deberá ser espectacularmente bonito, pero también original, inesperado y nada convencional. Un traje nupcial marcado por la personalidad de Tamara Falcó que diera fe, además, de su religiosidad. Sencillo, pero hipnótico. La cuadratura del círculo.

Tamara Falcó niega que haya pedido un plagio

Con el abandono de Sofía Arribas y Saioa Goitia, las diseñadoras de Sophie et Voilà, Tamara Falcó se queda compuesta y sin vestido. Las bilbaínas se negaron a plagiar los diseños de otros creadores, cosa que realza su integridad y profesionalidad. La ruptura con la marquesa de Griñón, inesperada a tenor de las publicaciones en Instagram de la aristócrata y chef, va a ser controvertida, pues la hija de Isabel Preysler niega la mayor. Aduce que jamás pidió que copiaran ningún diseño ajeno.

Independientemente de cómo quede esta nueva guerra alrededor de la boda de Tamara, ya podemos decir que el clan Preysler al completo se ha puesto en modo crisis para conseguir otro vestido para la marquesa de Griñón. Parece que va a necesitar ayuda extra, pues los pasos que ha dado en solitario, asesorada por su gran amigo Juan Avellaneda, no han llegado al puerto deseado. La intervención de Isabel puede obrar el milagro que Tamara necesita.

Quedan algo más de 50 días para la boda, un plazo ajustado para encontrar un vestido de novia, sobre todo si Tamara Falcó mantiene todas sus exigencias y continúa presa de las dudas. Acaso solo la intervención de una figura de autoridad como la de Isabel Preysler pueda disolver todas las inquietudes de la marquesa, incapaz de momento de llevar a buen término una negociación de diseño.

El nombre que ya ha saltado a las tertulias como la persona que podría encauzar el reto del vestido de novia de Tamara es Cristina Reyes, la estilista de cabecera de Isabel Preysler y amiga íntima del clan. Recordemos que Isabel, Tamara y Ana Boyer acudieron a su boda, el pasado diciembre. Ella misma ha contado que la primera famosa que le dio la oportunidad de vestirla fue la marquesa de Griñón. Se lo debe todo.

Cristina Reyes podría ser el relevo de Juan Avellaneda como asesora y convertirse en la persona encargada de contactar con las nuevas firmas que ya estarían en el punto de mira de la novia. Dicen que la marquesa se fijó en un diseño de Chanel y que fue su insistencia en el mismo el que hizo desistir a Sophie et Voilà. Ahora, Tamara Falcó podría contactar directamente con la firma francesa.

No solo Chanel podría recibir en estos días una llamada de teléfono del equipo de Tamara Falcó. Otras firmas conocidas de Isabel Preysler, como Lanvin o Valentino, podrían estar en las apuestas de la marquesa de Griñón. Esta ya no podría trasladar su visión personal de una manera tan directa, pues todas las firmas poseen su carácter y señas de identidad y no suelen admitir más que modificaciones para adaptase a la silueta.

Tampoco se descarta que Cristina Díaz contacte con alguna de las firmas nupciales españolas más importantes: Pronovias o Rosa Clará poseen la cintura necesaria como para diseñar, a toda velocidad, un vestido para Tamara Falcó. Suenan también firmas que pueden estar en línea estética con los gustos de la marquesa de Griñón, como Teresa Helbig o Tot-Hom.