Analizamos al milímetro la foto del compromiso de Tamara Falcó e Íñigo Onieva: lo que dice (y lo que no dice) este anuncio

Estaba cantado: la situación de noviazgo entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva no podía alargarse demasiado más. Las cosas van demasiado deprisa para una pareja que ya va tarde, sobre todo, si ella quiere hacer realidad su sueño de formar familia. La biología urge pero, sobre todo, debió pesar la presión para resolver una relación que ha caminado por la cuerda floja desde el minuto uno. La Marquesa, el docurreality de Netflix, avanzó los planes de boda con la visita de la influencer a tiendas de novias.

Una cosa es cierta: las relaciones siguen un curso que, en el caso de Tamara Falcó , católica practicante y tradicional hasta extremos decimonónicos, solo podía ser uno: boda por la Iglesia y niños. No en vano la influencer es activista por el matrimonio a la usanza más añeja. Este párrafo de su anuncio en Instagram de su compromiso es revelador:

«Atrás dejo la perfección mundana por una que para mi tiene mucho más valor: el Amor. Una unión que esperamos bendiga Dios con su luz y que aunque no esté exenta de cruz, está construida sobre la confianza y el afecto que profesamos el uno por el otro». La mención a la luz y a la cruz no puede ser más preclara acerca de lo que puede significar la convivencia para una pareja.

Todo debía comenzar, como así ha sido, con el anuncio del compromiso, un paso adelante que las influencers estrella del Instagram español han ido dando en los últimos años. En casi todos los casos (no nos atrevemos a decir todos), el anuncio de la futura boda se ha producido con una fórmula consistente: foto con anillo y texto romántico.

En este sentido, Tamara Falcó no se ha alejado de la formulación original. Pero, claro, siendo Tamara quien es, su mensaje está imbuido de la consideración católica del amor matrimonial. Claramente, este texto es particularmente importante para Tamara. Quizá más importante que la fotografía misma. Sin embargo, nos resulta mucho más sugerente esta última. Nos ha sorprendido muchísimo.

Nos ha llamado la atención lo obvio: la fotografía con la que Tamara Falcó ha anunciado su compromiso y futura boda en Instagram es la menos estética (no diremos la más fea, ya que su significado es belleza) de todo el perfil de la influencer. Entre decenas de fotos milimétricamente posadas, con la perfecta luz, la composición más estudiada y el gesto más favorecedor, destaca esta última foto como la menos atractiva de todas.

Imposible pensar que una foto de este calibre responde a la feliz espontaneidad de la no menos feliz pareja. ¿Cómo no va una influencer con el poderío de Tamara a orquestar una foto que sin duda va a ser viral? ¿Cómo va a cuidar tantísimo su mensaje de amor y fe y a desdeñar tanto la fotografía que lo acompaña? Imposible de todo punto.

Otra pista sobre lo posado y estudiado de este momento aparentemente fotografiado al vuelo y sin pensar: el gesto de la pareja. Donde otras influencers proponen una posadísimo foto de pareja con anillo al frente, sonrisa acaramelada y miradas de enamoramiento absoluto, Tamara Falcó e Íñigo Onieva proponen un casto beso a ojos cerrados con mano al frente. ¿Qué ha pasado aquí?

Parece que Tamara Falcó ha preferido no aplicar el filtro estético de sus habituales posados publicitarios para embellecer la foto del anuncio de su compromiso, como si el perfecto color, brillo y encuadre no tuviera el valor de verdad que necesita su anuncio. De alguna manera, estaría hackeando la estética de Instagram con un momento BeReal: ha pasado así y así os lo muestro, sin filtros ni afeites ni retoques. La vida misma.

Esta necesidad de reforzar la verdad de la escena con una estética señalada como 'verdadera' no se nos puede pasar por alto, sobre todo porque el resto de las influencers han anunciado sus compromisos sin sentir esta necesidad de apuntalara su verdad, redoblándola. Tampoco las cuatro veces que en su mensaje escribe Amor, y con mayúsculas. No ha debido ser fácil para Tamara, seguir adelante con un noviazgo que no han gozado de demasiada credibilidad.

Por suerte para Tamara Falcó, ninguna de las personas que opinamos sobre su noviazgo tenemos idea cierta sobre lo que pasa realmente entre ella e Íñigo Onieva. Nadie más que ellos puede saber de la calidad de su amor. Nosotros solo podemos observar cómo se expresa en público, en este caso, en Instagram. Y constatar lo obvio: Tamara ha publicado uno de los post de Instagram más importantes de su vida. Íñigo lo ha replicado en un 'story'.