vic ficha por el desafío El ocaso de Victoria Federica como influencer: ¿acabará la televisión con la estrella de Instagram?

El sueño de la moda, el lujo y los 'front rows' de París le ha durado poco a Victoria Federica. Fallida como embajadora de las marcas, le queda el último recurso de las influencers a las que quiso parecerse: la televisión. Se incorpora, además, en el programa más peligroso para su perfil público: 'El desafío'.

Victoria Federica, estrella real de la próxima temporada de 'el desafío', confirma de la mano de Pablo Motos su mutación de influencer en personaje televisivo. / INSTAGRAM @VICMABOR

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

El contrato ha de estar firmado y bien firmado, pues la productora de 'El desafío' lo ha anunciado a bombo y platillo. Victoria Federica, polémica sobrina y nieta de reyes Borbón , formará parte de la quinta temporada del programa, en el que famosos de variado fuste se someten voluntariamente a múltiples retos físicos y mentales, puntuados a los efectos por un jurado. Se trata de una versión extendida de las torturas varias que castigaban a Pilar Rubio en 'El Hormiguero'. Efectivamente, la empresa que está sacando tajada al morbo que supone ver a famosos retorciéndose de terror o dolor ante las cámaras es propiedad de Pablo Motos.

Sabemos de los expeditivos métodos de Pablo Motos para fichar 'talentos' para sus formatos: una chequera sin fondo. De hecho, solo el dinero o la vanidad explica que personajes con carrera como Pepe Navarro, Ágatha Ruiz de la Prada o Jesulín de Ubrique se prestaran a retorcer su físico ante la nutrida audiencia: casi dos millones de personas por programa.

No nos confundamos: no se trata de 'MasterChef Celebrity', donde aún existe cierta cortesía hacia los participantes y su estado emocional. Aquí se espera sufrimiento corporal, lloro sentimental y drama personal para entretenimiento del respetable. La capitalización de cuerpo y alma es máxima.

Los famosos que se han prestado a participar integran tres grupos: viejas glorias (Norma Duval, Jorge Sanz, Mariló Montero, Mar Flores), olvidados que tratan de reverdecer su popularidad (Bustamante, Rosa López, Pablo Puyol, Mónica Cruz), deportistas (Ana Peleteiro, Gemma Mengual, Jorge Lorenzo) e influencers que buscan más rentabilidad para sus perfiles digitales o pasar de las redes a la tele, caso de María Pombo o Laura Escanes. Victoria Federica inaugura, en este sentido, su propia categoría . ¿Qué espera de la televisión?

Llamar a la televisión 'picadora de carne' es un clásico entre los profesionales del sector. También esa verdad incómoda que advierte de que nadie, nadie, puede engañar a la cámara: el objetivo se te mete hasta el alma. Por eso media España empatizó con María Zurita , la otra Borbón televisiva: su educación exquisita y su sentido del humor traspasó la pantalla. Esa es una de las ventajas de 'MasterChef Celebrity', el margen que ofrece para mostrar la calidad personal.

Victoria Federica aún huye de cámaras y periodistas

En 'El desafío' esto es mucho más difícil: por mucho milimetrado guión que se plantee de entrada, la exigencia de 'strip tease' personal es radical. Victoria Federica será muy buena niña , pero tendrá que demostrar control corporal, fluidez discursiva y disponibilidad emocional. De momento, es una joven que aún huye de las cámaras en los eventos.

Victoria Federica, en su debut ante las cámaras en 2019, con sus facciones Borbón intactas. / gtres

¿Quién ha valorado que 'El desafío' podría ser el programa de televisión ideal para el debut ante las cámaras de Victoria Federica ? Seguramente ella misma. Se le ha olvidado, sin duda, que la cámara no distingue de apellidos: te desnuda seas quien seas. Ahora mismo, no hay nada más opuesto que la televisión a lo que representa la aristocracia y la élite del poder, cuyos cachorros cierran a cal y canto hasta sus redes sociales. La exclusividad que asegura una cuenta corriente amplia exige hoy dejarse ver lo mínimo. La exposición queda en lo plebeyo.

Victoria Federica ha quemado en tres años una década

La aceleración del personaje de Victoria Federica desde su debut ante las cámaras ha sido notable: en apenas cuatro años (habría que descontar el parón de la larga pandemia) agotó portadas de revista, eventos pagados, alfombras rojas del lujo, photocalls sin declaraciones, front rows de París, contratos con marcas populares y hasta anuncios de televisión. Una carrera imparable, alimentada también por los desencuentros familiares de los Borbón con Felipe y Letizia .

La hemeroteca ofrece una sabrosa cronología del salto a la fama de Victoria Federica. Fue en mayo de 2019 cuando, para sorpresa del respetable viral, la hija de la infanta Elena debutó, tocada con mantilla, vestida de color albero y montada en coche de caballos, en la Real Maestranza de Sevilla. Fue, efectivamente, la madrina de la Exhibición de Enganches que cada año celebra la Feria de Abril. Las fotos dispararon la revolucion Z que vive hoy Casa Real, desbordada por el destino viral de las nuevas generaciones royal.

Los novios de Victoria Federica

Asistimos, también, a los primeros movimientos del curriculum sentimental de Victoria Federica, en el que cursaron baja el torero Gonzalo Caballero y el DJ Jorge Bárcenas. Luego se han rumoreado algunos 'flirts' con el modelo Álex Recort, el torero Andrés Roca Rey o el piloto Albert Arenas, todos ellos sin confirmar. Estos ya circularon con Vic convertida en influencer, un destino profesional que no se barajaba en una joven que no mostraba en redes los mimbres estéticos de una adicta a la moda, la cosmética o la decoración.

Victoria Federica y su entonces novio Jorge Bárcenas, en el 'peak' de su popularidad en diciembre de 2021. / gtres

El primer evento oficial de Victoria Federica como influencer se produjo en febrero de 2022, en el contexto del Salón de la Moda Flamenca, un universo en el que su madre, la infanta Elena, tiene cierto ascendiente. La presencia de la agencia de comunicación de María García de Jaime, íntima de Vic, ya hizo sospechar que la sobrina del rey se preparaba para ponerse al alcance de las marcas. En diciembre, una esplendorosa y plateada Vic posó en el 'photocall' de la fiesta anual de Moët & Chandon junto a su entonces pareja, Jorge Bárcenas.

En ese momento, la hija de la infanta Elena parecía abocada a una carrera exquisita, al estilo de otras influencers royal de alcance global como Olympia de Grecia o Carlota de Mónaco. La fórmula de Victoria Federica parecía irresistible: una mezcla perfecta de casticismo andaluz (por su querencia por todo lo flamenco), desparpajo madrileño (por su intensa vida sentimental y nocturna) y lujo parisino (gracias a la conexión de Jaime Marichalar con LVMH y de la familia real con Loewe).

Pero Victoria Federica no tiene la vocación de entrega a la vivencia de la moda y el estilo de vida que vemos en los perfiles de otras influencers del lujo, royal o no. Cualquiera puede comprobar que intereses son bastante más populares: la Feria de Abril, los toros, salir con los amigos… La han grabado quejándose contra las cámaras. La han fotografiado bebiendo cerveza, sentada en el suelo de un portal.

La esforzada y meritoria carrera de profesionales de la influencia, como Alexandra Pereira o Gala González, va por unos derroteros muy distintos. Representar el lujo no es solo posar: exige un conocimiento de las claves estéticas y de sentido de las marcas y un dominio pleno de la creación de contenidos. En lugar de eso, Victoria Federica va a ponerse ante las cámaras de la televisión generalista. Suerte, y al toro.