Valeria Ros, más allá de Tu cara me suena: un castigo bien aprovechado, dos chistes polémicos y su experiencia como madre soltera

Los espectadores de 'Tu cara me suena' tienen en esta edición del talent show de Antena 3, la decimoprimera ya, una gran dosis de humor entre sus concursantes. Además del siempre divertido presentador de 'Atrapa un millón', Juanra Bonet, también hay dos cómicos de reconocida trayectoria como son Miguel Lago y Valeria Ros (Getxo, 1986). La presentadora y humorista, que ya había acudido en una ocasión como invitada en una actuación junto a Josie, se muestra dispuesta a aceptar cualquier reto en el programa porque como ella misma reconoce, «se me dan mal todos».

De momento ya le hemos visto siendo toda una 'material girl' metiéndose en la piel de Madonna, sufrir un pequeño percance con un disfraz de gominola gigante y provocar que una de las jurados de 'TCMS', Chenoa, dijera «quería que se acabara» después de que Valeria cantara el 'Ram pam pam' de Natti Natasha y Becky G. a dúo con Susi Caramelo.

Pero esta última muesca en el revólver profesional de la humorista vasca es tan solo una más de una ya larga carrera pese a su juventud. Una carrera curiosamente marcada al principio por la fiesta que montó en casa a los trece años y que le costó que sus padres la castigaran internándola en un colegio en Dublín. A raíz de esa experiencia en el extranjero, ha vivido temporadas en países diferentes estudiando cursos de interpretación y trabajando en sitios tan variopintos como Londres, Nueva York, Helsinki o Dijon.

Esta licenciada en Comunicación Audiovisual comenzó a demostrar sus dotes para la comedia actuando en pubs de Londres y ahora se ha convertido en una todoterreno que lo mismo colabora en la radio con Héctor de Miguel, colabora en programas como 'Zapeando' o 'La resistencia' o se lanza a ser actriz junto a Ignatius Farray en su serie 'El fin de la comedia'.

«Mi comedia se basa en mostrar la realidad sin filtros, mostrando mis debilidades. Soy vulnerable y hay cosas que no me cuadran y no tengo miedo de decirlo en alto. El compartirlo hace que se convierta en gracioso, Me gusta reírme de mí misma«, son las frases que usa Valeria Ros para describirse en una reciente entrevista con 'La Razón'.

Entre risa y risa, sigue de gira por España con su show de stand up 'Fuckin diva', donde muestra cómo vive una madre soltera el éxito televisivo y la fama «siendo la misma pringada de siempre». Una experiencia que también ha contado ampliamente en su debut literario, un libro titulado 'Ponerme a parir', donde habla de cómo ha sido ser madre primeriza de una niña que ahora tiene cuatro años.

«No me ha bajado la regla. Hace dos semanas salí a tomar algo, me lie con las copas y terminé escribiendo a mi ex italiano... ¿Cómo iba yo a saber que unos chupitos de Jäger me pondrían la vida patas arriba?». Así comienza esta sincera y divertida obra en la que Valeria nos cuenta con sarcasmo que «pensaba que mi vida iba a ser como 'Sexo en Nueva York', pero, por lo que sea, va camino de parecerse más a 'Padres forzosos'».

Sin pelos en la lengua, luego confesaría que el progenitor de su pequeña era el dentista italiano Antonio Muscogiuri, con el que mantuvo una breve relación. Hasta que en pleno programa de 'Zapeando' anunciaba en directo que había roto definitivamente con él.

La vis cómica de Valeria le ha jugado alguna mala pasada a la largo de su trayectoria profesional, concretamente en dos de los muchos programas de televisión en los que ha intervenido. La más reciente se producía el año pasado por 'Akelarre', su espacio de humor en la cadena autónoma vasca ETB.

El sector más abertzale de la población vasca criticó entonces las referencias y los chistes empleados por el programa. Por ejemplo, la diputada de EH Bildu Jasone Agirre calificó como «dolorosa» la «mirada» del programa al País Vasco, considerándola «inaceptable e inquietante». Pese a que la aludida aseguró entonces en sus propias redes sociales que no quería «entrar en polémicas», sí tiraba de ironía al añadir: «Intentad que me cancelen, no me importa, pero nunca conseguiréis ser más vascos que una pija de Getxo».

Además de recibir mucho 'hate' después de asegurar en el programa de radio 'La lengua moderna' que «el suelo pélvico es un invento del patriarcado para que apuntemos a crossfit a nuestra vagina», otro sector al que logró soliviantar Valeria Ros fue al de las enfermeras, al presentarse en una ocasión en el plató de 'Zapeando' con un disfraz de enfermera sexy.

Esto no gusto nada a su sindicato, que contraatacaba con un comunicado. «¡Lamentable espectáculo! No solo es la imagen denigrante y ridícula para la Enfermería. Son las barbaridades que hacen y que pueden confundir a cualquiera. La salud no es cosa de mofa y sus enfermeras aún menos. ¡Lo mínimo es disculparse y rectificar!«, llegaron a asegurar desde sus redes sociales.