MUY A FAVOR
MUY A FAVOR
La noticia saltó a los papeles el pasado 12 de marzo, cuando todos pudimos ver las carantoñas, besos y miradas entre Vicky Martín Berrocal y Enrique Solís. Mucho puede impostarse en una foto, pero las miradas no engañan: en esas fotos de paparazzi en las que ella no lleva una gota de corrector había un desborde de azúcar. De ese que se fabrica el día después de una noche divertida. A falta de confirmación acerca del destino final de esta fantástica relación, algo se puede decir de ese fin de semana que Vicky y Enrique pasaron en Roma: se la gozaron.
Enrique Solís y Vicky Martín Berrocal, viejos conocidos en la vida social de los ricos y famosos en Sevilla y Madrid, se escaparon un fin de semana a Roma para celebrar el 51 cumpleaños de la diseñadora, 'podcaster' y colaboradora de televisión. Evidentemente, esta relación tiene ya cierto recorrido, aunque ninguno de sus protagonistas le haya puesto fecha. De hecho, el pasado 20 de febrero ya se tomó una fotografía que levantaba acta de cierta intimidad cariñosa entre ambos.
«Me coge muy de sorpresa todo», dijo ella en su programa 'TardeAR', donde le preguntaron por la escena. «Las fotos están ahí, así que no hay nada que decir. Pero qué alegría que me cojan sin estar trabajando, pasándomelo bien y sin tener que dar explicaciones a nadie». Tras su fin de semana en Roma, Vicky escribió en su perfil de Instagram: «Gracias, Roma, por tanto… Un finde inolvidable en la Ciudad Eterna, una ciudad para disfrutar una y mil veces más». Parece que no le importaría repetir. Él, de momento, solo replica: «Es muy pronto para responder a estas preguntas».
Llámese como se llame esta entente sentimental, lo cierto es que la pareja ha sorprendido al público general y a los comentaristas despistados. No entraba en los cálculos de nadie que Vicky Martin Berrocal tuviera un 'fling', quién sabe si algo más, con un señor casi dos décadas más joven.
Su última relación conocida, el empresario portugués Joao Viegas Soares, luce un perfil totalmente opuesto al de Solís. Hablamos de un señor que ya no cumple 60 y con un inmenso poder en Portugal. Durante sus casi cuatro años de romance, vimos a Berrocal entregada a la causa portuguesa.
El sexy añadido del poder está evidentemente subrayado en la biografía de Joao Viegas Soares, propietario de un importante conglomerado de medios de comunicación portugueses y ex vicepresidente del Sporting de Lisboa. Pero no se pude decir que Vicky Martin Berrocal se quede atrás en lo que a este poderoso factor alfa respecta: se ha convertido en una empresaria de éxito y en una de las personalidades de la televisión más populares en España. No mueve hilos políticos, pero no se puede decir que su influencia sea vana. A Vicky se la rifan.
«Con él vivía en una jaula de oro y, aunque me gustaba el pájaro, me sentía encerrada. Yo necesito actividad, que me pasen cosas, aunque sean malas, a mi gente conmigo. Vivíamos en Portugal y en cuanto pasaba la frontera me bajaba la tensión», confesó a El País Martín Berrocal, poco después de su ruptura con Viegas Soares. Pese a todo, la misma Vicky admitió que la exultante mujer que hoy vemos no hubiera emergido sin el efecto sanador que el portugués tuvo en su vida.
«Me hizo entender que no era angustia ni ansiedad ni inseguridad. No es que mis anteriores parejas no me quisieran. Era yo la que no estaba bien», explicó Vicky Martín Berrocal. «Vengo de donde vengo: de un padre que siempre se iba, de una madre que se sentía abandonada, de una pelea por tenerlo. Yo vivía con mil trastornos. Entonces, Joao y su amor sano me dieron paz. Sentía que me quería, no me lo tenía que repetir, ni yo preguntarlo, me hizo ser paciente, me he quitado los trastornos de encima».
Liberada de trastornos, esto es lo que resulta de Vicky Martín Berrocal: una cintura lo suficientemente flexible como para divertirse cuando surja con Enrique Solís, amigo de la pandilla, viejo conocido y ex objeto de deseo de muy famosas como Tamara Falcó o influyentes como la modelo Alejandra Domínguez Gila, con la que rompió en 2023 tras cinco años de relación.
Enrique Solís y Vicky Martín Berrocal se conocen desde su juventud en Sevilla: él es el cuarto hijo del marqués de la Motilla y Carmen Tello, mujer del torero Curro Romero. Su tía es Matilde Solís, ex duquesa de Alba y divorciada de Carlos Fitz-James Stuart. Pero, además, pertenecen a la misma pandilla de VIPs que arrasa en la noche de Madrid. Se tienen más que vistos.
Desde las tertulias peor intencionadas se aludió a la ausencia de química lujuriosa, como si hiciera falta consignar de puertas para afuera la consistencia del divertimento íntimo. De momento, los amigos y residentes en Madrid comparten arraigo sevillano, universo estético (ambos se dedican a la moda) y vocación de vividores, en el mejor de los sentidos 'bon vivants'.
Disfrutones de la comida, la bebida, los viajes y la noche, a Vicky y Enrique puede augurárseles mucho disfrute vital dentro y fuera de nuestras fronteras, juntos o en compañía de otros. Dicen que la mujer que quiere darle un giro a su vida empieza por cortarse el pelo. Vicky Martin Berrocal lo hizo el pasado julio, anunciando su reencontrado poderío. ¡Que viva!