El Emperador, carta del Tarot. /
El Tarot es un juego de símbolos inteligentemente ideado para sobrevivir en el tiempo y ser legible por cualquier consultante en cualquier época y lugar. Su simbología trasciende la representación de cualquier género y clase social.
Dicho esto, observemos la carta número IV El Emperador. ¿Qué vemos primero? Vemos a un hombre armado, podemos deducir que hay algo que defender e incluso algo por lo que atacar, por tanto, estamos ante un soldado, es decir: una energía masculina y ejecutora. Vemos también un hombre barbado, por lo que podemos entender que estamos ante una energía curtida y experimentada por el paso del tiempo.
La figura de este anciano soldado aparece serena y descansada en una gran silla ornamentada y protegiendo su cabeza con una destacada corona. Estamos pues, ante la representación de un Rey, y su simbología universal nos lleva a reconocer en él la energía patriarcal y de gobierno. Recordemos que El Tarot es una herramienta de autoconocimiento.
El Emperador nos habla del poder personal, del orden y gobierno de lo nuestro. Un buen gobernante de sí mismo, sabe premiarse y reconocerse, se sabe administrar y ponerse en valor, ejecuta y cumple su palabra.
No tiene dificultad alguna en decir NO y no le duele ni teme actuar en consecuencia, vela por su armonía y mantiene su lugar en paz. Sabe despejar inseguridades e incertidumbres y no se paraliza ante personas o situaciones drenantes.
El Emperador nos invita a educarnos y entrenarnos como los reyes y gobernantes de nuestra propia vida. Los conceptos básicos en nuestro aprendizaje son: El Emperador como consejo, hablamos de poner orden y actuar con disciplina en el asunto consultado.
Si El Emperador se refiere al que consulta, estamos ante una persona que sabe lo que quiere, que ordena su vida sobre bases sólidas y realistas. Es alguien que asume tareas de responsabilidad y tiene pleno conocimiento y convencimiento de cómo lograr lo que se propone.
Recordemos que un arcano en posición invertida tiene la energía desarmonizada y balanceada hacia el exceso o hacia el defecto. Es decir estamos ante una persona arrogante, demasiado segura de sí misma, exageradamente ordenada y rígida o ante alguien demasiado vulnerable con dificultad para reestructurarse.
Como no somos adivinos, preguntamos a nuestra baraja y añadimos nuevas cartas que nos ayuden a aclarar el mensaje recibido.
Si en el área laboral nos sale como consejo, El Emperador nos sugiere dedicación, firmeza y confianza. Esta es la fórmula mágica del éxito: el trabajo disciplinado y sostenido. Nos habla, por tanto, de ejecutar y poner orden.
Si hablamos del consultante, estamos ante alguien con personas a su cargo. Es una jefa o jefe con una voluntad de gran poder y empeño. Alguien que no se relaja ante las obligaciones ni elude sus responsabilidades. Es un líder natural y ejemplar.
Si jugáramos a ver el futuro, podríamos arriesgarnos a vaticinar: «Aquí aparece un trabajo firme y estable, te van a contratar».
Significado invertido en el trabajo: lo siento mucho, pero como tú seguramente sabes, tu jefe es alguien de armas tomar, alguien incluso despótico, intolerante e incomprensivo, su forma de actuar, cercena la voluntad y el progreso individual de su equipo. Estamos ante alguien energéticamente mediocre. Pero si hablamos de tu forma de liderar, necesitas otro tipo de consulta más profunda y terapéutica.
Los negocios son llevados con perseverancia y atención al detalle por lo que el éxito está asegurado. La experiencia y el conocimiento adquirido son de un valor inestimable. Si el Emperador viene a tu encuentro como consejero, decreta: «Rodéese de personas experimentadas, apasionadas, honorables e inteligentes. Respóndales siempre con lealtad y respeto y disfrute de la confianza que da un buen gobierno.»
Significado invertido en economía y finanzas: el ego campa desbocado y el ansia por ser el primero en el medallero lleva los negocios por senderos caóticos y equivocados. Posibilidad de descrédito en la imagen de su marca por falta de prudencia, por su trato excesivamente autoritario o por su laxitud en el cumplimiento de compromisos, lo que defrauda a sus colaboradores y asociados. Tal vez en la actualidad no sea capaz de verlo, pero en el futuro sus finanzas se resentirán.
Si la carta aparece referida al consultante, estamos ante alguien con gran capacidad de escucha; estamos ante una figura protectora y amorosa para los suyos, su familia y pareja, además de ser un referente de lealtad para sus amigos y conocidos.
Si nos sale como consejo, nos está sugiriendo mostrarnos con generosidad, nos recuerda el deber de ser fieles a nuestra palabra y compromiso. También nos invita a actuar con sabiduría, amor y equidad y a no abusar de nuestro poder si somos el pilar de nuestra relación.
Lectura de las cartas del Tarot. /
Significado invertido en amor y relaciones: peligro real. La relación se asienta en el interés material y en un serio problema de autoafirmación. NO hay Amor. Estamos ante una persona o relación usurpadora del poder y el control por los demás. Se utilizan las palabras como espadas para herir.
El consultante o la relación puede considerarse el status quo en la vida del otro y basa su seguridad en mantenerlo todo controlado. El comportamiento es tirano y en el peor de los casos, agresivo. Si en el trabajo debía hacérselo ver, en amor debe imperiosamente consultar con psicólogos o abogados.
El Emperador suele representar en muchísimas ocasiones a la figura del padre, si hablamos de nuestra espiritualidad, hablamos de la influencia de nuestro progenitor en nuestras vidas. Hablamos de una presencia paterna determinante.
Emocionalmente, nos vinculamos a figuras masculinas mayores que nosotros, o incluso nosotros mismos, podemos ser adultos por fuera e infantes por dentro. Como consejo, nos influye para mostrarnos con misericordia y facilitar la concordia, desinflando el ego.
Significado invertido en espiritualidad: no te ofusques en la norma, en el aspecto práctico de la vida y dale rienda suelta a tu alegría interior. La vida no tiene nada que ver con acumular poder y fortuna, date permiso para disfrutar.