Zapatos De Película
Zapatos De Película
Ni son de rubíes, ni al chocarlos nos llevarán de vuelta a casa. Pero su hipnótico rojo brillante y su gran lazo son tan icónicos como mágicos: con solo decirte esto, sabrás que hablamos de los famosísimos zapatos que lucía Judy Garland en el papel de Dorothy en El Mago de Oz. Y estamos seguras de que, a partir de ahora, leerás este artículo con la melodía de 'Somewhere over the rainbow' susurrando en tu cabeza.
Sin duda, los zapatos rojos de Dorothy en El mago de Oz siguen siendo, 85 años después del estreno de la película, una de las piezas de moda más icónicas de la historia del cine clásico, a la altura del LBD de Givenchy de Audrey Hepburn o el vestido verde que diseñó Walter Plunkett para el personaje de Escarlatta O'hara en Lo que el viento se llevó.
Pero más allá de ser una pieza histórica de la historia de la moda en el cine y el macguffin de la famosísima película de Victor Fleming, los 'ruby slippers' que lució Judy Garland esconden una fascinante historia rodeada de luces y sombras que sigue haciendo correr ríos de tinta casi un siglo después de crearse.
Convertidos en objeto de culto con el pasar de las décadas, los zapatos fueron diseñados por Gilbert Adrian, jefe de vestuario de la Metro-Goldwyn-Mayer, y realizados a partir de escarpines de seda blanca teñidos de rojo con más de 2.300 lentejuelas bordadas a mano en un tono burdeos más oscuro, ya que con la llegada del Technicolor a las pantallas, si no se hacía así, se hubieran vistos naranjas.
Además, al diseño original (del que se hicieron cuatro copias para ir usando a lo largo del rodaje) se le añadieron a última hora los característicos lazos en forma de mariposa que los coronan y que están delineados con pedrería a base de cristales rojos en monturas plateadas y suelas de fieltro para amortiguar el sonido de Judy Garland al bailar con ellos.
Pero la historia de uno de los pares en concreto de los famosos chapines de rubíes de Dorothy da para el guion de su propia película y los convierten en una de las piezas más codiciadas para los fanáticos del Hollywood dorado. En el argumento se mezclan intrigas, misterio, robo, acusaciones cruzadas, estafas al seguro, mafia y una subasta millonaria. Y todo, basado en hechos reales...
Los famosos zapatos estaban expuestos en una vitrina del Museo Judy Garland en Grand Rapids, Minnesota cuando en 2005 fueron objeto de un robo de película que ha tardado casi 20 años en resolverse. Aunque los chapines de rubíes se recuperaron después de 13 años, en 2018, no fue hasta 2023 cuando se descubrió la verdadera autoría del crimen.
Con el FBI involucrado en la investigación y una operación encubierta, finalmente se puso nombre al autor del robo. Se trataba del mafioso Terry Jon Martin, un delincuente profesional que quiso dar un último gran golpe con el que cerrar su historial, pero se equivocó: pensaba que los zapatos estaban recubiertos de rubíes de verdad que podría vender pieza a pieza, pero la realidad es que eran lentejuelas cosidas a mano.
Finalmente, y casi dos décadas después, los zapatos han sido recuperados y, ahora sí, podrán formar parte de la colección de un auténtico fan de la película, ya que Heritage Auctions los ha sacado a subasta online y los venden al mejor postor hasta el 7 de diciembre. Con un precio de partida de más de 800.000 dólares, se espera que la venta final supere el millón, ya que se trata del par con mayor calidad, el que se usó para los primeros planos de Dorothy haciendo sonar sus tacones, y también el que mejor conservado está.