El Regreso De Un Icono
El Regreso De Un Icono
Una foto de Instagram ha revolucionado el mundo de la moda este comienzo de agosto. Sabato De Sarno, el flamante nuevo director creativo de Gucci desde el pasado mes de enero, compartía un sentido post en la red social en la que una foto de Daria Werbowy removía los cimientos del universo fashion.
«Daria, empezamos juntos en este negocio en 2003, y aquí estás conmigo en el comienzo de esta nueva aventura. David, tú la fotografiaste en su debut y ahora estás detrás de la cámara en su vuelta». La publicación se hizo viral en minutos por su enorme calado entre los insiders. el lanzamiento de la primera campaña de De Sarno a los mandos de Gucci traía de la mano el regreso de una de las grandes supermodelos de la primera década de los 2000.
A comienzos de los 2000 reinaban en la pasarela los ángeles de Victoria's Secret. Fue la época dorada de Giselle Bundchen, Adriana Lima y Rosie Huntington. También el despegar de una nueva generación capitaneada por Cara Delevingne, las hermanas Hadid o Kendall Jenner. Pero entre todas ellas, había una mujer especial que dominaba su carrera como ninguna. Daria Werbowy decidía cuándo, dónde y con quién desfilaba. Y quizá por eso aún ostenta el título de ser la top con el récord de abrir y cerrar el mayor número de desfiles en una sola temporada (12 de primavera/verano de 2004 en 2003, según cálculos de Vogue).
Enigmática como pocas, «exclusiva y escurridiza», como la calificaban las editoras de moda de la época, la modelo polaco-croata criada en Canadá se convirtió en la favorita de de Chanel, Dior, Balenciaga, Ferragamo, Prada y, por supuesto, Gucci. También en la musa de Phoebe Philo en su etapa al frente de Celine, con quien planeaba su regreso en septiembre, como imagen de la no menos enigmática nueva marca de la diseñadora.
Y es que en su mejor momento, cuando los grandes diseñadores se la rifaban, cuando acercó el low cost al universo del lujo con sus campañas para Mango o H&M, o cuando lo hizo todo para Equipment (protagonizaba las campañas, creaba los estilismos y los fotografiaba), Daria Werbowy desapareció.
La top volvió a demostrar que era ella quien llevaba las riendas de su carrera y de un brochazo se borró del foco mediático, de la pasarela y de las portadas para dedicarse a sus verdaderas pasiones: la vela y la filosofía. Era el año 2016, el mismo momento del que data su última foto en Instagram.
Por eso, la imagen publicada en esta misma red social por Sabato de Sarno (en su cuenta personal y no en la de Gucci) ha acaparado todas las miradas en el fashion business. Tomada en el lujoso Chateaux Marmont de Los Ángeles, en California, en la foto no hay ni una pista de qué derroteros estéticos tomará de su mano la casa de costura italiana, pero el mero hecho de que Werbowy, desnuda, con el pelo mojado y con magníficas piezas de alta joyería de la firma, sea su protagonista, ya es noticia.
Desconocido para el gran público, aunque había pasado ya por los talleres de Dior, Dolce&Gabbana o Valentino, Sabato de Sarno tenía ante él el imponente reto de suceder a Alessandro Michele, artífice de la redefinición del Gucci en los últimos años. Su debut en la pasarela será en septiembre, durante la Semana de la Moda de Milán, pero todo el mundo habla ya de él gracias a su encriptada publicación con la top que todos querían. Y quieren.
Las influencers más influyentes la han compartido. También las insiders de la moda y todo aquel que tiene algo que decir en el sector. Carine Roitfeld o Pierpaolo Piccioli lo han aplaudido públicamente y, así, con una foto y cuatro líneas de texto, de Sarno ha creado un hype alrededor de su debut que solo se puede comparar con el retorno de Philo. Curiosamente, los dos tienen a la misma modelo como protagonista. Casual, seguro que no.