Mesas De Lujo

Manual de la anfitriona perfecta: protocolo para las cenas más elegantes del verano

El verano es, sin duda, una de las épocas del año (con permiso de las fiestas navideñas) que más invitan a la reunión y al placer hedonista alrededor de la mesa. Por eso, hoy nos ponemos en el papel de ese anfitrión que quiere agasajar a sus invitados con un menú exquisito y una decoración a la altura y desgranamos, paso por paso, el protocolo para vestir el escenario donde daremos rienda suelta a nuestra imaginación. Porque, como dice Satrústegui, «el peor error (a la hora de poner una mesa) es no intentarlo, no jugar».

Como si se tratara del mejor aperitivo, una mesa elegante y bonita recibe al comensal y nos da una idea de lo que viene después. Por eso, cuidar los detalles decorativos es fundamental: tendrán que ir acordes al menú que hemos ideado, a la ocasión que queramos celebrar y, por supuesto, al tipo de invitados que sentaremos en esa mesa.

Paso 1: la lista de invitados

Por eso, lo primero que debemos saber antes de idear el tipo de mesa que queremos poner es a quiénes vamos a sentar alrededor de la mesa. Porque, aunque parezca obvio, no es lo mismo celebrar una cena con compañeros de trabajo que una reunión con amigos, un evento familiar o un cumpleaños infantil.

«Siempre debemos tener un objetivo, sea cual sea, de forma que todas las decisiones que va a tomar la anfitriona, desde qué va a servir en el menú hasta a quién va a invitar, tienen que tomarse para acercarse a conseguir ese objetivo», nos recuerda Marina Fernández, directora de Comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo.

Sin duda, una de las claves del éxito de un evento, sea cual sea, es hacer bien la lista de invitados. Tan sencillo (y tan difícil a la vez) como «convocar a aquellas personas que me ayuden a conseguir el objetivo de mi evento», nos cuenta Marina Fernández, pensando en quién es el invitado estrella y organizando el resto de la lista en función de esa persona.

Cortesía de Paula Ordovás.

Una vez hecha la lista de invitados, tenemos que pensar qué queremos transmitirles, qué historia les queremos contar, y en función de eso, elegir la temática. Aunque no es obligatorio, nos recuerda Marina Fernández. «Refleja que te has tomado muchas molestias para este evento, pero si no te da tiempo, no te apetece, o no te lleg el presupuesto, no pasa nada, hay otras muchas maneras«.

Podemos jugar con la época del año y con las tendencias de temporada; podemos dejarnos llevar por la estética de un libro, de una película, de un cuadro e intentar recrearlo; podemos (y debemos) hacer guiños a los gustos de nuestros comensales pero, sobre todo, nuestra mesa debe reflejar nuestra personalidad de alguna manera y hablar de nosotras como anfitrionas y como personas.

Paso 2: ideas para decorar la mesa

Paula Ordovás nos confiesa que «me encanta recibir y sorprender en casa, me encanta sacar mi lado más creativo y crear experiencias para la gente que quiero«. Quizá por eso, la empresaria y creadora de contenido es, sin duda, una de las mejores anfitrionas de nuestro país y una de las personas que pone las mesas más bonitas y originales que hemos visto, como da buena cuenta en su perfil de Instagram y, desde hace unos meses, en Casa Manuela, su proyecto más personal y exclusivo en Marbella.

Poner una mesa bonita un arte y una pasión que, como todo, se puede aprender. Por eso, nos deberíamos grabar a fuego un valiosísimo consejo de Beatriz Satrústegui: «poner una buena mesa es un reflejo nuestro: tomas decisiones estéticas constantemente y casi sin darte cuenta, y cuentas una historia, porque tratas de evocar algo, crear sensaciones».

Así lo vemos en las mesas de Paula Ordovás, en las que además de un cuidado menaje, flores o velas no faltan «frutas y verduras también como parte de la decoración», siguiendo el espíritu healthy que rodea a todos los proyectos de la influencer. A la hora de elegir los textiles, la empresaria, en cambio, saca su lado más minimal y sostenible, y nos da un tip para acertar siempre: «no me gusta innovar tanto en estampados, prefiero los tonos tierra y los materiales orgánicos, nunca fallan».

Cortesía de Paula Ordovás

Más allá de las tendencias de cada temporada, de las herencias familiares o nuestro 'fondo de alacena', Paula Ordovás nos invita, como Beatriz Satrústegui, a atrevernos. «Me gusta jugar con las vajillas y cristalerías, con las cuberterías. Me gustan las mezclas en función de la época del año, con más o menos color, y también en función del estado de ánimo de cada día. Crear una especie de desorden, pero con una estética muy unificada que, al final, transporte a la calma, al disfrute, y a gozar en torno a la mesa».

Y no solo eso, la emprendedora da un paso más y nos confiesa que «me gusta mezclar las mesas con dulces salados, hacer mesas tipo buffet, que la gente no tenga que estar sentada, sino que interactúe y tenga esa libertad a la hora de comer lo que quiera cuando se le antoja«. Además, »a nivel visual me encanta como queda«, apostilla.

Marina Fernández, por su parte, nos recomienda que «las mesas hiperdecoradas son muy bonitas, pero para Instagram. Y no solo es que sea bonito o feo, porque eso está en el ojo del que mira, es que el invitado se sienta agusto. Así que si vas a recargar mucho la mesa porque ese es tu estilo y es el estilo de tus invitados, fantástico, pero a veces tienes que poner unas mesas de apoyo para para poder servir, por ejemplo, porque la decoración no puede comerse la mesa, no puede incomodar a los invitados de manera práctica«.

Paso 3: protocolo colocar la mesa

Una imagen vale más que mil palabras. Por eso, si lo que quieres es tomar nota del protocolo a la hora de colocar el menaje en una mesa formal, aquí tienes un 'mapa' para saber dónde va cada copa, cubierto o plato (y cuáles son las diferencias a la hora de organizarlo con una mesa informal):

Fuente: Pinterest

Eso sí, aunque esta sera la teoría, Marina Fernández nos recuerda que « en la mesa sólo vamos a colocar lo que se va a utilizar. Por ejemplo, si tienes copa de blanco y copa de tinto, copa de champán y copa de agua, pero es que sólo vas a servir blanco, no pongas el resto y si algún invitado de repente te pide tinto, le sacas la copa de la vitrina que ya tienes preparada. Si no, lo que consigues es una mesa con muchísimo ruido y da un poco sensación uno de improvisación«.

Y un buen muletón que, según la directora de Comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo, es «lo que marca la diferencia entre entre una mesa 'wow' y una mesa que se nota que no es profesional. Porque si no no tienes muletón, estás colocando el mantel directamente sobre la superficie de la mesa y no queda igual ni es tan cómodo para los invitados».

Paso 4: seating plan

Por último, y una vez tenemos todo organizado, hay un aspecto que debemos cuidar al máximo: el seating. Dónde colocamos a cada invitado es clave para que la velada fluya de forma distendida, sin momentos incómodos ni largos silencios en los que se escuchen los cubiertos al apoyarlos sobre el plato.

El objetivo principal al organizar el seating es fomentar la conversación y la interacción entre los comensales y una distribución equilibrada es clave para lograrlo, así que «procura ubicar a personas con intereses afines en posiciones cercanas y evita agrupar a personas que ya se conocen demasiado», aconsejan desde la Bodega de los Secretos, el restaurante ubicado en la bodega más antigua de Madrid. Es la 'vieja técnica' del «descanso matrimonial», como se refiere la directora de Comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo.

Además, en eventos más formales o en presencia de invitados de honor, se debe considerar la procedencia y jerarquía al organizar, de manera que los invitados de honor suelen ubicarse cerca del anfitrión o en posiciones destacadas: «al lado o enfrente y, a su alrededor, gente con la que sepamos que se va a sentir a gusto y que tiene cosas en común», recomienda Marina Fernández.

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