
AROMAS EXQUISITOS
Carolina Herrera
El último perfume de la marca es Good Girl Blush, una fragancia empolvada inspirada en islas paradisiacas y mujeres poderosas.
AROMAS EXQUISITOS
El último perfume de la marca es Good Girl Blush, una fragancia empolvada inspirada en islas paradisiacas y mujeres poderosas.
La última versión del tacón más famoso de Carolina Herrera es Good Girl Blush, un zapato rosa empolvado que esconde en su interior un jugo de vainilla e ylang-ylang inspirado en la feminidad y el poder de las mujeres. El último de una saga que ya forma parte de los perfumes más intensos y apetecibles de los los últimos años.
Carolina Herrera, directora creativa de belleza y fragancias de la firma, viajó hasta Madagascar, donde se recolectan de forma local y sostenible los ingredientes principales de este jugo que, en su nueva versión, resulta más femenino que nunca.
«El éxito de un perfume es una mezcla del momento en que se lanza, de la marca, del frasco... Pero es la fragancia en sí lo que hace que la gente vuelva a comprarla. Por eso no se mide en el momento del lanzamiento, sino a través de los años», explica Carolina Adriana Herrera, directora creativa de belleza y fragancias de la firma. Precisamente por su trabajo, es imposible que le sea fiel a un perfume: «No lo soy porque trabajo con ellos. Creo que hay que probarlo, olerlo en piel. Está muy bien cuando lo hueles en tienda, en el papelito; pero en la piel no es igual. Hay muchos olores que me encantan, pero no sé si puedo vivir con ellos. Porque un aroma también te viste, es tu carta de presentación y, como dice mi madre, es el accesorio invisible más importante». ¿Sus favoritos? «Crecí con el olor a jazmín de mi madre, luego me enamoré de las flores blancas y ahora me gustan los olores más místicos: palosanto, mirra...».
«Good Girl es sobre todo empoderamiento: ser muy femenina y muy fuerte a la vez. Perseguir tus sueños y hacer lo que tú quieras sin importar lo que diga la gente», explica Carolina. Y para eso, nada mejor que rodearse de buenas amigas como las que tiene en la isla de Menorca, donde presentó la última fragancia de la familia: Good Girl Blush. Una de ellas es Blanca Madruga, ceramista con taller propio en la isla. Blanca ha dado la vuelta al mundo hasta instalar su estudio en Mahón.
Otra de sus amigas con sede en Menorca es Cristina Lozano, la mujer detrás del Cristine Bedfor, un pequeño hotel boutique situado en el centro de Mahón, que tiene sólo 21 habitaciones y una decoración exquisita firmada por el interiorista Lorenzo Castillo, que ha apostado por piezas con mucha personalidad. Lozano es otra de las mujeres que inspiran a Carolina Adriana para crear.
Toda la línea de fragancias de Good Girl tiene un tacón como protagonista. En este caso, en la versión Blush, se viste de rosa empolvado. Una fragancia que ya con ver el frasco se intuye femenina, elegante y muy poderosa. Huele a vainilla, ylang-ylang y peonía, la flor que le da el toque rosado a su imponente jugo.
La vainilla es el denominador común de toda la familia de fragancias Good Girl. En este caso, el perfumista Quentin Bisch buscaba una versión más empolvada de este multifacético ingrediente. El ylang ylang y la peonía completan las notas más potentes. Una fragancia vegana, con materias primas procedentes de Madagascar (la vainilla) y de las Islas Comoro (el ylang ylang), hasta donde Herrera viajó para conocer los procesos de recolección manual.
Jimena Blázquez también forma parte del círculo más cercano de la venezolana. En su casa de Mahón, esta coleccionista de arte alberga algunas piezas de jóvenes promesas a las que apoya con su fundación Montenmedio.