
Análisis
Análisis
Del 22 al 25 de enero de 2024 la Alta Costura vuelve a convertir París en el epicentro de la moda internacional y de la sofisticación y el savoir faire artesano en estado puro. La Semana de la Alta Costura reúne en los mejores enclaves de la Ciudad de la Luz a las casas de diseño francesas e internacionales meticulosamente seleccionadas por su creatividad y su saber hacer único e innovador.
Entre sus miembros permanentes Adeline André, Alexandre Vauthier, Alexis Mabille, Chanel, Christian Dior, Franck Sorbier, Giambattista Valli, Givenchy, Jean Paul Gaultier, Julien Fournié, Maison Margiela, Maison Rabih Kayrouz, Maurizio Galante, Schiaparelli y Stéphane Rolland. Y, cada edición, unas cuantas firmas invitadas que se codean con la flor y nata de la moda.
«Solo las firmas francesas son permanentes y, aún así, si existe algún escándalo, podrían expulsarlo», nos cuenta Juana Martín, la única diseñadora española que desfila esta temporada, por cuarta vez consecutiva, en la exclusiva cita parisina. Cita en la que, en esta ocasión, vuelve a notarse la ausencia de la maison Balenciaga después de su vuelta por todo lo alto en 2020 de la mano de Demna Gvasalia, tras 53 años fuera del circuito de pasarelas de la haute couture.
Precisamente la casa de moda del gran modisto de modistos está de plena actualidad gracias al biopic que está arrasando en Disney+, un retrato intimista y precioso del genio de Getaria al que idolatraban desde Coco Chanel a Christian Dior y que con su impecable concepto de la belleza y la magia de sus manos creó las bases de la Alta Costura actual.
Pero, ¿ qué es la Alta Costura y en qué se diferencia del prêt-à-porter? Si tuviéramos que resumirlo en una palabra, sin duda, sería arte. Pero es mucho más. Es historia, legado, belleza, artesanía. En palabras de Ralph Toledano, presidente de la Fédération française de la Couture y de la Chambre Syndicale de la Haute Couture, «la alta costura es una punta de lanza creativa, un laboratorio fantástico para la investigación, tanto en términos de artesanía como de innovación en el diseño. Es un espacio de libre expresión para los diseñadores y una ayuda excepcional para crear imagen de marca«.
Look de Dior en la Alta Costura de París enero 2024. Foto: Getty.
Si la moda tiene sus propios códigos, la Alta Costura tiene unas férreas normas que hace que solo unos pocos puedan aspirar a pertenecer a esta ilustre categoría. Aunque el concepto nace en Francia de la mano de la diseñadora Rose Bertin, encargada de diseñar los espectaculares looks a medida de la reina María Antonieta, la FHCM de París no se crea hasta 1868.
Y fue en 1945 cuando se convirtió en una designación protegida juridicamente de la que solo se puede formar parte del reducido grupo de firmas 'acreditadas' si así lo considera una comisión designada por el Ministerio de Industria francés de acuerdo a unos criterios muy específicos.
Bella Thorne con look de Schiaparelli a su llegada a la Alta Costura de París enero 2024. Foto: Gtres
Así, para que una maison sea considerada de Alta Costura, debe confeccionar prendas por encargo y a medida en un taller con al menos quince empleados a tiempo completo, incluir un mínimo de veinte trabajadores técnicos a tiempo completo en uno de sus talleres, presentar colecciones con un mínimo de cincuenta diseños originales que incluyan looks de día y de noche, presentarse al público tanto en enero como en julio, siempre y cuando hayan sido creadas para clientes privados y pasado por más de un fitting y probar y arreglar cada diseño directamente sobre el cuerpo de la clienta o sobre un maniquí que recree su físico con exactitud.
Pero, ¿qué sentido tiene la Alta Costura en la era de la inmediatez y lo viral? El precio medio de un diseño haute couture ronda los 60.000 euros y puede alcanzar (y superar) las seis cifras y su proceso de creación se cocina a fuego lento, con unos tiempos de espera inconcebibles para el fast-fashion y el ready-to-wear. De ahí que su capacidad para ir contracorriente enarbolando la única bandera de la belleza hace de lo delicado, lo artesano y lo exclusivo la verdadera esencia de su existencia.