De Bora Bora a Capri, la guía de viajes de Michael Kors para unas vacaciones de lujo

Viajero infatigable y exigente, el diseñador neoyorquino Michael Kors nos hace de guía turístico de lujo y nos recomienda algunos de los mejores destinos que ha visitado estos últimos años, de los paraísos del Sudeste asiático a los safaris más exclusivos de África, o los rincones secretos más exclusivos de Europa .

· Dos destinos: «Me gustan Filipinas y Tailandia. Adoro los hoteles Amanpulo. El de Palawan es como un sueño hecho realidad y el de Phuket, el cielo en la Tierra».

· Una excursión en barco: «Alquilar un barco e ir a la isla de James Bond, Khao Phing Kan, cerca de Phuket».

· Una noche de fiesta: «No hay que perderse el Cabaret Simon, en Phuket. Es como el estilo drag de Las Vegas, pero en su mejor versión».

· Un día de playa: «Hay muchas y todas son maravillosas, con fina arena blanca, aguas turquesas y, lo mejor, sin cobertura para los móviles. En mi bolsa de playa nunca falta una buena biografía, un sombrero negro y protección solar en espray».

· Los planes pendientes: «Durante muchos años deseé ir a Bora Bora y, por fin, lo he cumplido. Ahora me faltan las islas Fiji... y también quiero ir a las Seychelles, en África».

· Un hotel favorito: «Singita Lebombo Lodge es absolutamente divino», dice el diseñador. Está situado en el sudeste del país, en el Parque Nacional Kruger. En palabras de Kors, «el objetivo de su propietario, Luke Bailes, es favorecer a la comunidad y proteger el entorno y los animales».

· Un museo imprescindible: «Sin ninguna duda, el Zeitz MOCAA en Ciudad del Cabo, dedicado íntegramente al arte africano comtemporáneo».

· Un plan único: «Un safari por el Parque Nacional Kruger es una experiencia única». Otro plan seguro: «Probar los deliciosos vinos de los viñedos Steenberg, cerca de Ciudad del Cabo».

· Los esenciales: «Unos auriculares, el portátil y dos cosméticos: la crema Ultra Facial Moisturizer de Kiehl's y el labial The Lip Balm, de La Mer».

· ¿Dónde alojarse? «Mi hotel favorito es el Maybourne Riviera, en Roquebrune-Cap-Martin».

· El mejor restaurante: «Son muchos, pero me quedo con La Pinède, en Cap D'Ail, a dos kilómetros de Mónaco. Es perfecto para un almuerzo al aire libre, en la terraza. También me quedo con otro fantástico para ir a cenar: La Môme, simple, chic y en pleno centro de Montecarlo«.

· Un lugar secreto: «Bueno, la cerámica de Lou Pignatier, en la localidad de Vallauris. Merece mucho la pena conducir hasta allí para disfrutar de sus coloristas piezas artesanas y para ver la ciudad, que tiene mucho encanto».

· Un recuerdo: «Pasear por Villefranche-sur-Mer y por Saint-Paul-de-Vence es como transportarte a otra época y a un lugar desconocido, después del bullicio y el ajetreo de Mónaco. Guardo unos recuerdos maravillosos».

· Para comer: «Adoro la pizza de Aurora, los ravioli de La Capannina, una comida descalzo en La Fontelina y pescado fresco en Le Grottelle. También un almuerzo en Lo Scoglio, un escenario sacado de El talento de Mr. Ripley».

· Plan de tarde: «La heladería Buonocore es una parada obligada en el camino a Punta Tragara. Imprescindible tomar un helado de limón».

· Mis favoritos: «Alquilar un pequeño barco para dar la vuelta a la isla. Y por la noche, tomar algo en The Bianca, el bar en la azotea del hotel La Palma, con unas vistas increíbles. Por último, comprar jabón de limón en Carthusia, sandalias en Da Costanzo y en Canfora, y un sombrero en Borsalino».