Porque sabemos que a veces cuesta encontrar las prendas que mejor favorecen, y que la línea entre hacer destacar un escote generoso y caer en la vulgaridad es demasiado fina, te damos diez claves para aprender a sacar el máximo partido a tu cuerpo con la ayuda de la ropa:
Deja de esconderte tras blusones holgados o túnicas porque no estás consiguiendo más que el objetivo contrario. Prueba a enfundarte en prendas ajustadas que realcen tu figura pero de una manera sutil, nada de ceñirte y sentirte comprimida.
Si lo que buscas es un efecto reductor, olvídate de los rellenos y los push up. Aprovecha las tendencias para hacerte con un modelo triangular de encaje. Ganarás en comodidad.
Evita los jerséis de cuello alto y los tops con escotes a la caja y opta mejor por camisetas que acaben en pico o directamente por camisas, que con los primeros botones desabrochados serán tus mejores aliadas.
Huye de los dibujos demasiado llamativos o los que se basen en tonalidades claras ya que multiplican la sensación de volumen, y abraza colores oscuros o neutros para reducirlo.
Si no quieres que te miren al escote, trata de poner el foco en otra parte del cuerpo. Renuncia a las gargantillas demasiado llamativas y opta mejor por collares finos que se peguen más a la zona del cuello.
Los tops demasiado cortos se verán aún más pequeños si tienes mucho pecho por lo que es importante dar con el largo perfecto de la prenda que lleves en la parte superior del cuerpo.
¿Quién dijo que había que recurrir a una talla mayor a la tuya? Un vestido de un tamaño superior al recomendable para tu cuerpo hará que éste parezca mucho más voluminoso.
Americanas, bikers, vaqueras, bombers… elige el modelo que mejor vaya contigo y conviértela en tu mejor aliada con la intención de que parezca que tienes menos pecho.
Aprovecha el auge de esta prenda para lucirla en eventos especiales. Equilibran los volúmenes y favorecen especialmente a las mujeres de constitución ancha.
Sonará a tópico pero es lo que mejor sirve a la hora de ponerte delante del espejo. El estilo de cada uno viene determinado por lo que es capaz de transmitir. Si te sientes bien contigo misma y te ves favorecida, el resto lo percibirá.