Amalia de Holanda deslumbra en el acto conmemorativo de Auschwitz con un espectacular total look negro de futura reina

La primera cumbre royal del año se ha dado cita en uno de los actos internacionales más importantes para Europa: de Carlos III a la reina Letizia o Mary de Dinamarca, así como mandatarios de todo el mundo, han acudido hasta Polonia para celebrar un acto conmemorativo por el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz.

Al encuentro también ha acudido la familia real holandesa con una inesperada incorporación: Amalia de Holanda ha acompañado a su padres, los reyes Guillermo y Máxima de Holanda , con un espectacular total look negro digno de su futuro como heredera al trono de los Países Bajos.

Sus últimos estilismos impecables y su fuerte presencia en actos esenciales para la monarquía del país, como el Prinsjesdag o las cenas de gala en el imponente Palacio Real de Ámsterdam para celebrar diferentes recepciones de Estado, la posicionan en el camino correcto como futura reina.

Y es que aunque aún se mantenga bajo la poderosa figura de su madre, Amalia ya derrocha una manera y una personalidad con la que poco a poco gana popularidad y buena crítica. Su asistencia al acto conmemorativo por el fin del Holocausto es casualidad.

La hija mayor de Máxima de Holanda, que acaba de cumplir 21 años , ha sido fotografiada alrededor de las 14:30 horas a su llegada en avión privado junto a sus padres al aeropuerto de Katowice, en Polonia. Y aunque se ha mantenido unos pasos por detrás de sus padres, la royal ha acaparado todas las miradas.

Con su icónica melena rubia y larga al descubierto, Amalia se ha puesto uno de los accesorios favoritos de royals y celebrities para acudir a enlaces matrimoniales o visitas de Estado donde el duelo de elegancia se hace evidente: un tocado con rejilla.

Se trata de un tocado con diseño de lazo en color negro y con la funcionalidad de diadema para peinar directamente el cabello: un recurso que han llevado otras royals como Lady Di, Kate Middleton o la reina Letizia.

Para decorar el rostro y elevar aún más la elegancia, ha añadido unos bonitos pendientes lágrima en color dorado. Para el resto del look, tal y como marca el protocolo, se ha vestido de negro de pies a cabeza: con jersey de punto de cuello perkins, blazer negra y un abrigo largo liso de paño con cierre de botones delantero.

Un look con el que estilísticamente demuestra estar preparada para el trono aunque en la práctica ella misma confirme lo contrario: « No quiero ser reina todavía», confesó en su biografía oficial escrita por Claudia de Breij. Los próximos años serán clave.