El secreto de estilo de Ana Boyer para vestir bien con naturalidad: de su elegante sencillez a su apuesta por la comodidad

Ana Boyer es una mujer joven y dedicada a su familia. Con tres hijos a sus 35 años, viaja por todo el mundo siguiendo a su marido, el tenista Fernando Verdasco, siempre que puede. La hermana de Tamara Falcó , a la que adora, tiene forma de vida en clave trotamundos que se deja entrever también en su estilo a la hora de vestir.

Y que destaca por su sencillez, comodidad y elegancia natural. Lejos de parecerse en este aspecto a su madre Isabel Preysler, a quien vimos hace poco dando su último adiós a Caritina Goyanes , o a su hermanastra la marquesa de Griñón, la hija menor que el exministro ya fallecido Miguel Boyer tuvo con la «Reina de Corazones» opta más por la discreción.

Lo que no significa que cuando la ocasión lo requiera –actos promocionales o celebraciones familiares–, Ana Boyer apueste por looks más sofisticados de firmas cuyo gusto y glamour suele compartir con su querida madre.

Nacida en 1989 en Madrid, la menor del clan Preysler siempre se ha diferenciado de sus hermanastros. A los que adora, por cierto. Ha sido una excelente alumna en sus años de estudio –se la considera la más intelectual de la familia– y terminó Derecho en ICADE con muy buenos resultados. Pero ha preferido llevar una vida familiar desde que se casó con el tenista Fernando Verdasco en 2017. La pareja, que hoy tiene tres hijos que les colman de felicidad, ha vivido en distintos lugares del mundo, y desde 2016 tiene su residencia establecida en Doha.

Y si se diferencia en un estilo de vida más discreto y alejado de los focos de lo que es habitual en su familia, Ana Boyer también marca la diferencia en su forma de vestir y en su estilo. La única hija del matrimonio formado por Isabel Preysler y el exministro y economista Miguel Boyer, fallecido en 2014, es una mujer joven a la que le gusta vestir como la mayoría de sus semejantes. Un estilo en el que suele imperar la sencillez, la comodidad y la naturalidad. Y con el que la también influencer –realiza colaboraciones con marcas de moda y belleza en sus redes sociales– siempre está perfecta.

Boyer, que se reveló como una fantástica repostera durante su participación en el concurso de televisión Bake Off –de hecho fue la ganadora–, adora las prendas que son básicos de armario de calidad. Por eso en su ropero, y en sus maletas, a las que recurre con mucha frecuencia debido a los numerosos viajes que realiza junto a su familia por todo el mundo, nunca faltan jerséis de cachemira, camisetas a rayas marineras, pantalones vaqueros y zapatillas. Las sneakers son sin duda su calzado predilecto, y las combina tanto con pantalones como con los vestidos estampados a los que recurre también a menudo.

La única hija que tuvo Isabel Preysler con Miguel Boyer ha sido la que más hemos tardado en conocer. Pero sus apariciones públicas, aunque escasas –salvo su participación en Bake Off, resultando merecedora triunfadora en su edición más reciente–, nos han dejado ya bastante información sobre su persona. Y aunque disfruta de una vida muy privilegiada, Ana siempre se ha mostrado humilde y educada. Exactamente igual que ocurre con su estilo, que resulta correcto y sencillo.

Desde su perfil de Instagram, y gracias a esa buena conexión que mantiene con el público, la hermana de Tamara Falcó hace colaboraciones con marcas como las infantiles Nuna y Pastito a Pasito. Pero también le encantan las prendas básicas de calidad de la italiana Falconeri y Trucco, la firma de moda española de la que ha sido embajadora y que llevaba algunos años algo apartada del foco. Ahora, gracias a ella, está recobrando su protagonismo de tiempos pasados. Además, la hija de Isabel Preysler adora marcas en las que coincide con su madre como la colombiana Johanna Ortiz o la catalana Tot-Hom.

Siempre apuesta por la sencillez y la comodidad, pero cuando se trata de alguna ocasión más especial, Ana Boyer lo tiene claro: se inspira en el olfato estilístico de su progenitora y confía en firmas de demostrada solvencia. Así ocurrió con el look nupcial que llevó en su boda con Fernando Verdasco celebrada en 2017 en la isla caribeña de Mustique. Aunque fue muy criticado, su vestido de Pronovias marcó tendencia con un bonito escote corazón y un bonito aire romántico. Como es lógico, la pequeña del clan Preysler también recurre en ocasiones muy especiales a los bonitos y elegantes diseños de su hermana Tamara para Pedro del Hierro. Y es que todo queda en casa.