Detalles muy juveniles
Detalles muy juveniles
Carmen Lomana es un rostro muy popular en España, a la par que polémico. Se la empezó a conocer por su afición por coleccionar diseños de algunos de los creadores más importantes de las últimas décadas y hoy es invitada a desfiles de diseñadores jóvenes y hasta emergentes.
Y es que a la leonesa es todo un referente en elegancia clásica a la que no teme añadir toques y twist de modernidad. Porque Carmen Lomana es a sus 76 años una mujer de espíritu joven. Y lo transmite también en su forma de vestir.
De ahí que se atreva con todo, desde los vestidos más pomposos y dramáticos hasta un outfit de blazer y pantalón corto con zapatos de tacón. Así es ella: elegancia en estado puro, única y eternamente joven.
La popular socialité, que también es muy conocida por sus apariciones televisivas, sus colaboraciones radiofónicas y su asistencia a numerosos eventos sociales, es también una mujer que no se muerde la lengua. Atrevida, empoderada y valiente, pocas veces pierde su innata elegancia. Unas cualidades que coinciden con su estilo a la hora de vestir. Lomana destila elegancia clásica por los cuatro costados –adora las prendas y accesorios de maisons tradicionales como Chanel y Dior–, pero también se atreve a lucir outfits y accesorios que podría llevar una veinteañera.
Y es que la también columnista nunca ha renunciado a vestir como le ha dado la gana sin importarle el qué dirán. Por eso lo mismo se enfunda en un ajustado vestido con escote barco –sabe cómo potenciar esta zona de su cuerpo, especialmente atractiva– que se pone unos jeans con bailarinas y chaqueta de tweed y se queda tan a gusto. La clave en sus estilismos suele estar en la gran atención que le presta escogiendo los accesorios, y que le gustan tanto en versión clásica como las perlas tipo Chanel como en clave moderna y tendencia total como los pendientes de aro dorados en formato maxi y las pulseras con grande eslabones.
Todo en Carmen Lomana resulta exquisito, refinado y elegantísimo. Y a veces hasta snob, hay que reconocerlo. Pero mantiene un físico y una actitud absolutamente jóvenes y saludables. Lo que ayuda, sin duda, a que sus apariciones públicas llamen la atención por su glamour incomparable. Tiene don de gentes, saber estar y disfruta creando sus looks para cada ocasión. Se viste pensando en cada evento o situación, y siempre acierta. Nunca resulta histriónica por moderna que se ponga. Porque Carmen es también una mujer moderna. Moderna y siempre elegante.
Si algo gusta de Carmen Lomana, además de su simpatía, espontaneidad y sinceridad, es su gran talento para hacer de la moda más clásica algo completamente moderno. Adora los vestidos y tops con grandes escotes, se viene arriba con un outfit de cropped top y falda que deja parte de su abdomen a la vista, no duda en llevar un boxer masculino a modo de short y no se cansa de llevar accesorios juveniles como los pañuelos en la cabeza o las gafas de sol XL y de auténtica diva para aderezar sus looks.
Entre los innumerables bolsos y zapatos que guarda en su armario aparecen firmas de lujo como las ya mencionadas Chanel y Dior, además de Loewe, Louis Vuitton, Prada, Valentino, Gucci o Jimmy Choo. Pero también puede lucir un vestido colorido y con volantes de Celia B o un Oscar de la Renta vintage que resulta un auténtico deleite para los sentidos. También se atreve con el animal print, el amarillo en clave total look o con un outfit de estampado tipo cerámica de Dolce & Gabbana con sus sandalias preferidas del verano: de la marca Cuchy y con bonitos detalles tipo joya.
Nada se le pone por delante a «La Lomana», un ejemplo de disfrute y optimismo que también transmite a través de sus looks. Y es lo que más nos gusta de ella porque, con independencia de que guste más o menos su forma de comunicar, no se le puede negar un talentazo a la hora de vestir. Y eso, con 76 años, no solo nos es fácil sino que podría caer en un clasicismo excesivo. Pero su espíritu joven y fascinante sigue siendo su mejor baza para triunfar. Nadie le puede hacer sombra.