El estilo de Carmen Martínez-Bordiú: elegante, con detalles originales y la camisa blanca como gran protagonista

Nieta de Franco y con una vida narrada casi al segundo por la prensa de sociedad, Carmen Martínez-Bordiú siempre ha destacado también por su elegancia y sofisticación. En sus años dorados como socialité, de los que vivió gran parte en París, la madre de Luis Alfonso de Borbón lucía glamourosos estilismos que la convirtieron en una de los iconos de la estilo de al alta sociedad de la época.

Íntima amiga de Cari Lapique y de Isabel Preysler –al menos durante décadas–, la exmujer de Alfonso de Borbón y Dampierre, fallecido en accidente de esquí en 1989, siempre ha destacado por su buen gusto a la hora de vestir y su atracción hacia el lujo.

Ya sean las joyas de procedencia familiar, las pieles o los bolsos y otros accesorios de marcas exclusivas, «La Nietísima» convierte cualquier look, por básico que sea, en un outfit relevante gracias a ese toque de lujo que tanto le gusta.

La nieta de Franco Franco, que ha sido siempre la más mediática de la familia –su hermano Jaime y su hijo luis Alfonso también han protagonizado muchos titulares de la crónica social– es una mujer de espíritu libre. Con la vida resuelta desde su nacimiento, ha hecho siempre lo que ha querido y en la mayor parte de las ocasiones guiada por el amor y sus relaciones sentimentales. Casada con Alfonso de Borbón y Dampierre, primo de emérito don Juan Carlos y que habría sido rey si su padre Jaime de Borbón y Battenberg no hubiera renunciado a sus derechos dinásticos, y con la esperanza puesta en haber llegado a ser reina de España, Martínez-Bordiú ha sufrido también grandes pérdidas en su vida.

Pero siempre se ha mantenido con ánimo y positividad y esa alegría de vivir que la caracterizan. Y que también se traduce en su estilo a la hora de vestir elegante y con detalles de cierta extravagancia. En las décadas de los años 80 y 90 deslumbraba en las grandes fiestas de la aristocracia y la alta sociedad con vestidos fabulosos de Emanuel Ungaro o Valentino, y muy en consonancia con sus íntimas Cari Lapique e Isabel Preysler, otros dos grandes referentes de estilo de la jet. Ahora, a sus 73 años, la nieta más famosa de Franco continúa siendo una mujer elegante y libre en su estilo.

Adora los pantalones con estampados de colores, los de cuero y también los de inspiración cargo. Y no duda en combinarlos con prendas básicas y clásicas como las camisas blancas –su prenda fetiche– y las americanas tipo sastre. Unos mix complicados que en su caso funcionan de maravilla, de eso no hay duda. Además, a la cuñada de Margarita Vargas le gustan mucho los bolsos de lujo, y tiene una buena colección de piezas de Loewe, Dior, Louis Vuitton y también Longchamp, una firma francesa más asequibles. También lleva los clásicos cinturones de Hermès, con la hebilla-icono como protagonista, y de calzado diario adora las alpargatas cuando el buen tiempo lo permite y los botines de inspiración masculina y planos para el invierno.

La nieta del dictador Francisco Franco, además de socialité, llegó a ser duquesa de Franco, un título nobiliario eliminado con al entrada en vigor de la Ley de Memoria Histórica. Algo que sin embargo no ha afectado para nada la privilegiada posición social de la madre de Luis Alfonso de Borbón, que actualmente vive retirada de la vida social entre Portugal y París. Y viene a Madrid solo en contadas ocasiones. Siempre ha destacado por su belleza y su elegancia, lo que la convirtieron en una de las jóvenes más deseadas por la jet set y la aristocracia en sus años de juventud.

Se casó con un precioso vestido diseñado y creado por Cristóbal Balenciaga, un privilegio al alcanza solo de las señoritas de la alta sociedad y al realeza. Y hoy sigue luciendo looks de invitada muy glamourosos y sofisticados cuando acude a algún evento especial, ya sea una fiesta o una boda. Durante los años que fue imagen de la firma española de joyería Suárez, era habitual ver a Carmen Martínez-Bordiú en los eventos de la firma joyera. Pero desde que se retiró de la vida pública esas ocasiones ya son muy escasas.

Aun así nos deleita con estilismos de invitada como en la boda de Blanca Martinez Carrillo de Albornoz y Salvador Delso Noguera, celebrada hace un año en Sevilla y donde Carmen llevó una de sus queridas blusas blancas, en este caso con detalles de plumas, combinada con una preciosa falda rosa de lentejuelas. Un look de fiesta ideal con el que demostró que sigue siendo una mujer muy elegante y sofisticada. Y que no ha perdido un ápice de ese buen gusto a la hora de vestir a pesar de no haber podido llegar a ser reina de España.