MUJERES ICÓNICAS

La mujer más icónica de la moda que jamás hizo caso a la colorimetría y triunfó

Carolyn Bessette-Kennedy se convirtió en un icono de estilo pero jamás hizo caso a la famosa teoría de la colorimetría. ¿Por qué triunfó entonces?

Carolyn Bessette-Kennedy con vestido negro. / @carolynbessette

Carla Domínguez
Carla Domínguez

Carolyn Bessette-Kennedy fue una de las mujeres mejor vestidas en los años 90. Su estilo ha servido de inspiración al mundo de la moda para crear algunos diseños a posteriori. Sus looks siguen estando en el punto de mira e inspiran a millones de mujeres a diario.

Sin embargo, Carolyn no siguió la famosa regla de la colorimetría. Ahora, esta forma de vestirse está en auge. No obstante, la esposa de a esposa de John F. Kennedy Jr. hizo prácticamente todo lo contrario, y se convirtió en todo un referente.

¿En qué consiste la colorimetría?

La colorimetría está en auge y seguramente habrás escuchado sobre ella. Es una técnica utilizada para determinar qué colores favorecen más a una persona según su tono de piel, cabello y ojos. Su objetivo es armonizar la imagen personal, resaltando la belleza natural y mejorando la percepción del rostro mediante el uso adecuado de los colores en la ropa, maquillaje y accesorios.

Por un lado, están los colores cálidos. Son colores dorados, amarillos, naranjas y marrones que favorecen a personas con subtonos dorados o melocotón en la piel. Por otro, los colores fríos compuestos por tonos azulados, rosados y plateados. Son ideales para pieles con subtonos azulados o rosados.

Carolyn Bessette-Kennedy, la mujer que siguió su instinto a la hora de vestir

Carolyn Bessette-Kennedy se caracterizaba por un estilo minimalista y elegante con una paleta de colores neutros y oscuros, especialmente el negro. Era uno de sus tonos favoritos y siempre lo añadía a su look, ya sea a través de accesorios o prendas.

Aunque el negro, no es un color que realmente le favorezca según las bases de la colorimetría; Carolyn se lanzó a incorporarlo a su estilo. Lo incorporó a su día a día creando un contraste notable con su cabello rubio platino. Este contraste aportaba un aire sofisticado y atemporal a su apariencia. Además, su confianza y porte al vestir estos colores contribuían a que luciera impecable, independientemente de las recomendaciones tradicionales de colorimetría.

Uno de sus prendas favoritas era el famoso little black dress. Un diseño en color negro que llevaba casi en todas las ocasiones especiales de firmas como Calvin Klein. También solía recurrir a otras prendas en tonos diferentes, como camisas blancas o blusas de seda en tonos neutros.

Pero es cierto que jamás vimos a la esposa de John F.Kennedy Jr con prendas coloridas, estampadas o algo más modernas. Las camisas blancas solían combinarlas con jeans rectos dando un toque casual a sus looks. Lo mismo que con los zapatos. Siempre apostaba por calzado clásico y básico como bailarinas, mocasines o stilettos en negro o tonos oscuros.

La única pieza con la que siempre será recordada y salía un poco de lo habitual de su estilismo, fue un abrigo de leopardo. Una prenda de exterior cuya imagen dio la vuelta al mundo. Sin embargo, es cierto que es un diseño que se basa en tonos que siempre utilizaba Carolyn como el marrón o el negro.

Es importante destacar que, aunque la colorimetría ofreces guías sobre qué colores pueden resaltar mejor las características individuales, el estilo personal y la confianza al vestir juegan un papel crucial en cómo se percibe una imagen. Carolyn Bessette-Kennedy es un claro ejemplo de cómo la elección consciente de un estilo coherente puede definir una estética icónica, más allá de las reglas establecidas.