4 looks con 6 prendas: estilismos cómodos para vestir bien cuando no sé qué ponerme

Si algo he descubierto en los últimos años es que tener el armario lleno no te garantiza encontrar el estilismo perfecto para cada ocasión. Con el tiempo me he ido dando cuenta que el menos es más no solo aplica a fórmulas de estilismo, también es una máxima de lo más útil a la hora de conseguir un guardarropa pragmático, consciente y responsable.

Por este motivo, cada vez soy más fan de la idea de crear un armario cápsula para cada temporada en el que cuente con menos cantidad de ropa pero que ésta sea de mayor calidad y más fácil de combinar entre sí. Por suerte, soy una chica que se encuentra cómoda en los básicos, y aunque no renuncie a incluir tendencias en mi armario, cada vez soy más consciente de que apostar por este tipo de prendas facilita mucho la vida y me ayuda a crear una relación sana y creativa con la moda.

La sensación de no tener nada que ponerme ante un armario hasta arriba de prendas me incomoda aún más cuando se trata de crear looks para el día a día. En ocasiones más casuales me gusta apostar por lo cómodo, sentirme segura y guapa con lo que llevo puesto y, especialmente, no perder mucho tiempo tratando de dar con la fórmula perfecta.

Por eso, me gusta tener localizada las prendas comodín que siempre son un buen recurso en estos momentos. En mi caso, son tan solo seis las piezas que necesito para combinar entre sí y lograr el estilismo ideal tanto para ir a la oficina como para salir a dar un paseo o a tomar algo con amigos un fin de semana.

El secreto: apostar por básicos. Sin que tengan un estilo muy marcado, estas prendas (dos partes de abajo, dos partes de arriba y dos zapatos) juegan entre lo casual y lo formal y me permite distintas combinaciones muy sencillas de adaptar al plan que tenga, a mi estado de ánimo o a lo que me apetezca lucir ese día.

Otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de crear estilismos comodín para cuando no sabes qué ponerte es que sean prendas que encajen con tu estilo y con las que te sientas favorecida. En mi caso, las prendas holgadas, en tonos neutros y que me ayuden a potenciar mi silueta si así me apetece en ese momento son las elegidas.

1. Vaqueros+ camiseta + zapatillas. Esta fórmula es tan simple como acertada siempre en situaciones informales. Juvenil y exento de complicaciones, este outfit permite jugar con volúmenes (puedes apostar por camisetas básicas estilo cropped o por modelos oversize más relajados) y te garantiza el comfort durante todo el día. En mi caso, los vaqueros wide leg y las camisetas estampadas se han convertido en un must que me salva de más de un apuro.

2. Falda + camiseta + zapatillas. Esta es la versión algo más elevada de la fórmula anterior. La combinación de falda con camiseta y zapatillas es a la que recurro cuando, sin renunciar a esa comodidad del look anterior, quiero darle un toque más sofisticado, femenino y especial sin perder el aire juvenil y fresco de las prendas.

3. Vaqueros + blusa + sandalias de tacón bajito. El look para ir a trabajar perfecto es este con vaqueros y blusa. Si la etiqueta de tu lugar de trabajo te lo permite, puedes apostar por este combo sencillo y estiloso con el que irás acertada siempre. ¿Un truco? Apuesta por un zapato con algo de tacón que te haga ver más estilizada y formalice más el estilismo.

4. Falda + blusa + sandalias de tacón bajito. ¿Quién dice que con este sistema no se pueden conseguir looks elegantes? Prueba de ello es esta combinación que, en conjunto, consiguen un estilo super sofisticado, ideal para situaciones más formales e incluso para esos días en los que la jornada laboral acaba en afterwork. No tengas miedo a incluir complementos como bolsos o joyas que sumen puntos a tus outfits y conviertan esa base de básicos en un estilismo digno de admirar.