Moda
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La socialité mexicana Genoveva Casanova, que reside en Madrid desde que se casó con Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la duquesa de Alba, es una mujer muy elegante y con ese estilo tan habitual entre muchas mujeres de la jet set.
De día, la excuñada de Eugenia Martínez de Irujo suele vestir con un aire boho y chic muy común entre muchas mujeres de la alta sociedad. Eso sí: con algún que otro accesorio de lujo. Por la noche, la mexicana recurre a estilismos con diseños más clásicos y grandes joyas.
Tras el escándalo de sus fotos paseando por Madrid con Federico de Dinamarca, la socialité se recluyó. Pero ahora vuelve poco a poco a la vida social, aunque sea a través de su perfil de Instagram, donde ha compartido un reciente viaje acompañada de famosos influencers, entre ellos Victoria Federica.
Nacida en México en 1976, la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo es una mujer muy guapa y elegante. Se mantiene en perfecta forma -es muy deportista y suele moverse por el centro de Madrid en bicicleta–, y aunque no tiene un estilo que destaque especialmente, cuenta con muchas admiradoras. Y es que su forma de vestir es la misma que comparte con muchas mujeres pijas y de la alta sociedad: sin sorpresas, con un punto austero y muy clásica.
Eso sí, en sus momentos más relajados o del día a día, Casanova apuesta por estilismos más boho y chic, sin llegar a resultar hippies pero con esas prendas amplias, en tejidos livianos y colores lavados que tanto gustan a las admiradoras de ese look clásico y boho, pero pijo. Y en el que nunca falla algún complemento de firma de lujo si poder ser –hablamos de las gafas de sol y/o del bolso– para que el efecto del outfit resulte como debe ser: bohemio pero con un punto de exclusividad.
La mexicana, que es madre junto a su exmarido Cayetano Martínez de Irujo de los mellizos Luis y Amina, nacidos en 2001, es una gran amante del lujo clásico. Ya sea en complementos como las pieles o las joyas, a los que recurre con frecuencia, o en vestidos largos y con pedrería como los de Rosa Clará y con diseños de invitada clásicos, su estilo resulta tradicional y, también, impecable. Tampoco renuncia a complementos de lujo clásico como el bolso Saddle de Dior o el Birkin de Hermès que tiene en color naranja.
Por eso, lo más interesante de su vestidos son sus looks de día, donde prefiere prendas y combinaciones con ese aire bohemio con el que muchas mujeres de la jet como ella muestran su lado más moderno. O, al menos, menos conservador. Entre las firmas que más le gustan están hits pijos como Tous, Michael Kors o Golden Goose, la firma italiana de zapatillas con efecto envejecido más famosas entre la jet y la realeza.Todo esto, combinado con bolsos de cuero de estilo boho, sandalias planas y tipo pala o vestidos largos y amplios perfectos tanto en verano como en invierno.
Bastante recatada a la hora de vestir, sí mantiene siempre a rajatabla la austeridad en sus looks. No suele lucir escotes ni prendas cortas. Salvo excepciones. Y lo más atrevido que podemos ver entre sus estilismos podrían ser los pantalones de cuero, en clave poco o nada rockera, o las cazadoras biker combinadas con aire bohemio. La mexicana intenta que siempre predomine su estilo de «niña bien», y la verdad es que lo consigue. Tiene una estética muy estable y reconocible que comparte además con su hija Amina.
A la joven, que como su hermano Luis, estudia y vive en el Reino Unido, se la ha visto en público en pocas ocasiones. Pero es evidente que comparte con su madre, además de un parecido más que razonable, una elegancia distinguida y relajada. Y el gusto por las faldas y vestidos al tobillo, el calzado plano de día –bailarinas y sneakers– y las americanas oversized. Una estética que, aunque no suele resultar sorprendente sino más bien muy predecible, siempre es apropiada y correcta si tenemos en cuenta quién es Genoveva Casanova y cuál es el círculo al que pertenece. Imposible hacerle una crítica, la verdad.