«Desde pequeño, me ha impresionado ver la evolución del negocio desde el entusiasmo de los ojos de mi padre», reconoce Paolo Re (Alessandria, 1977), CEO de Recarlo, que ha heredado esa ilusión por la enseña de joyería familiar que le inculcaron de forma natural desde la infancia, igual que a su hermano Giorgio, con quien comparte la dirección ejecutiva.
La firma italiana nació especializada en joyería masculina, en 1967, bajo la batuta de Carlo Re. Esa especialización, a pesar de no ser habitual, era natural para el fundador: se había formado en una escuela técnica y había trabajado como artesano en un atelier que desarrollaba piezas para hombre.
La apertura de su propio comercio fue un paso más en su carrera y pronto pudo ampliar la oferta hacia la joyería femenina. La maestría que Carlo Re adquirió durante sus años como aprendiz la han ido haciendo suya todos los artesanos de la casa. «Me llama mucho la atención la sensibilidad y la íntima relación que tienen con los materiales. Nos encanta trabajar con ellos y percibimos toda su experiencia en la creación técnica de la joya y en el cuidado de los detalles», asegura Paolo.
Sobre estas líneas, piezas de la colección Blue Carpet, con zafiros y diamantes blancos y amarillos. /
Con el control de la expansión y el marketing de la firma bajo su mando, tampoco duda en elogiar el mercado español: «Es estratégico para Recarlo, y por eso estamos presentes en las mejores joyerías». Su cliente se caracteriza especialmente por su atención a los detalles y la calidad de las piezas.
Sus colecciones siempre nacen de un sentimiento, una emoción pura e inspiradora. Como en Anniversary Love, que celebra el amor como máxima expresión. La colección Blue Carpet, que ya es seña de identidad de la casa, es un himno a la belleza en la que todo el protagonismo se lo llevan las gemas más extraordinarias, que respetan la forma de corazón.
Esta temporada, a los diamantes blancos y los zafiros, se suman los diamantes amarillos. «Si todas las gemas emanan alegría, estos diamantes son, sin lugar a dudas, la expresión máxima de la energía del sol y se caracterizan por lo insólito que es hallarlos», comenta orgulloso Paolo Re. Un carácter único que destaca quien sabe que el verdadero valor de la joya es sentimental.