Toda joya cuenta una historia. Las manos por las que ha pasado dejan impregnado un significado en cada una de ellas y su valor es doblemente especial. No solo por la aventura que encierra, sino por el importantísimo componente sostenible que supone el no producir nuevas piezas. Circa es la compañía que da una segunda oportunidad a los objetos más preciados de todo joyero, certificando su autenticidad y calidad. Nació en Estados Unidos, pero compra piezas de cada vez más partes del mundo. Consolidada en nuestro país, hablamos con Marta Eizaguirre, directora de la Oficina de Madrid de Circa, sobre la firma.

MUJERHOY. ¿Ha notado un cambio en el interés del público por la joyería de segunda mano?

MARTA EIZAGUIRRE. Hace 10 años el público era totalmente diferente. Ahora, la gente tiene mucha más conciencia de sostenibilidad y se interesa en que las joyas que ya no van a utilizar tengan otra vida.

¿La preocupación por la sostenibilidad ha influido?

Sí, porque todos vemos que el medioambiente es algo que debemos cuidar. Somos mucho más conscientes de que no debemos utilizar tanto plástico, ni explotar los recursos naturales. En joyería es fundamental el reciclaje, para no extraer nuevo metal ni piedras.

¿ Oferta y demanda han aumentado en la misma proporción?

Hay muchísimas más tiendas de segunda mano. Cada vez le damos mayor importancia a ser exclusivos, algo que se consigue justo con las piezas antiguas. El tiempo las ha convertido en únicas. Tenemos piezas del siglo XIX que hoy nadie podría hacer.

Siendo una firma internacional que opera alrededor del mundo, ¿qué hacen para reducir su huella de carbono con los transportes?

Desde el confinamiento tenemos un apartado en nuestra web mediante el que podemos hacer una valoración previa con fotos. Luego recogemos un paquete y le damos una valoración final por teléfono al vendedor. De esta forma se facilita el proceso y nos ahorramos portes innecesarios.

Cuando llega a sus manos una pieza muy especial, ¿el público general tiene acceso libre a ella, o se dirigen solo a clientes interesados en joyas más exclusivas?

Compramos todo tipo de piezas que tienen públicos muy diferentes, por eso hay formas diferentes de venderlas. Los coleccionistas privados buscan piezas concretas.

Todas las épocas, todas las estéticas y todas las firmas están representadas en el catálogo en permanente crecimiento de Circa. www.circajewels.com. / Olga Moreno

¿Cómo es el control de calidad para certificar que las piezas son auténticas y están en buenas condiciones?

Nosotros le damos una valoración en base a los estándares de una guía oficial. Luego además cada diamante tiene que llevar su certificado emitido por un laboratorio independiente, algo así como su carné. Cuando se trata de piezas muy especiales, la precisión del examen es tal que puede requerir hasta seis meses de comprobaciones.

¿Siguen circulando muchas falsificaciones?

En relojes sí. Hay que ser muy cuidadosos, porque las maquinarias pueden estar alteradas. También es habitual encontrar joyas que se han alterado dentro de una familia y han perdido valor. Si tienes una pieza de 1850, pero en 1920 la nieta cortó por la mitad para hacer dos pendientes, es como si te encuentras un cuadro antiguo al que han pintado por encima.

¿Solo compran piezas de grandes firmas?

Podemos comprar cualquier tipo de piezas, pero los precios son diferentes. No es lo mismo una joya de Bulgari de colores de los años 50 o 60, que una de la misma época sin firma. Podemos adquirir de todo, pero yo busco lo más grande, lo más auténtico, lo más bonito y lo más top.

¿Los particulares conservan tesoros sin saberlo?

A mí esto me parece un tesoro [señala un broche de los años 50]. No es cuestión de que tenga muchísimo valor económico, pero en este caso no está nada alterado. Encontrarte piezas sin transformar, con su cierre original, es muy bonito.

¿Tienen un plan específico para el mercado español? ¿Hay margen para expandir su negocio?

En España el principal plan es seguir dando el mejor servicio. Estamos en Bilbao y en Valencia con oficinas nuevas, además de las que ya había en Madrid y Barcelona. Lo más seguro es que abramos más oficinas, porque es la única manera de llegar a todo el mundo.

Aparte de España y Estados Unidos, ¿en qué otros mercados tiene mayor impacto Circa?

Es curioso, porque cada mercado tiene su peculiaridad. Hong Kong tiene piezas muy especiales, que nose venden en Europa y que pronto vamos a ver en Estados Unidos, como un diamante rosa u objetos de firma especiales. Todavía hay ciudades en Europa donde podríamos ocupar un buen sitio, como Roma.

El proceso de compra-venta es arduo, puesto que implica a países con regulaciones comerciales diferentes. ¿Hay planes para cambiar la forma de hacerlo todo y que sea más sencillo vender aquí?

Seguramente. A mí me gustaría. Estoy planteando algunos proyectos, como hacer un showroom una o dos veces al año... Es algo que me divertiría mucho.

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