Máxima de Holanda sorprende con un turbante, un look elegante y unos espectaculares pendientes de perlas a su llegada a Auschwitz

A la cumbre royal celebrada en Polonia hoy con motivo de l 80º aniversario del Campo de concentración y exterminio Auschwitz-Birkenau no ha faltado Máxima de Holanda . Como ya ocurrió en 2020, la reina no ha querido perderse esta cita a la que han asistido otros miembros de la realeza europea como la reina Letizia y el rey Felipe y otros líderes políticos e institucionales.

Un evento de gran trascendencia que tenía todo el foco de la actualidad puesta en él y a al que máxima de Holanda ha acudido esta vez junto al rey Guillemo y su hija Amalia. La heredera al trono holandés ha debutado en este tipo de actos y, a pesar del luto, ha robado gran parte del protagonismo a su madre, quien ha destacado con un look con complementos muy especiales.

Máxima ha reaparecido en su llegada al aeropuerto de Polonia en el que la hemos visto bajarse del avión privado con un total look negro. En señal de respeto y como ocurrió hace cinco años, todos los asistentes han lucido prendas oscuras respetando así el luto por el exterminio de Auschwitz Birkenau (1940-1945), donde fueron asesinadas más de un millón de personas, la mayoría de ellas judías.

Y sí, a pesar de que su estilismo tenía poco a destacar, Máxima no ha dejado pasar la oportunidad de lucir ese estilo royal que tanto le caracteriza donde los complementos cobran muchísima importancia. De esta forma, ha completando un estilismo con vestido midi y abrigo con accesorios que se han llevado todo el protagonismo y que ponían el punto elegante al look.

El complemento principal ha sido un sombrero tipo turbante que recuerda mucho al que llevó en 2020 cuando se celebró el 75 aniversario de este hecho. Máxima ha repetido esta acertada fórmula de nuevo dejando claro una vez más que este tipo de complementos son sus preferidos. Da igual la ocasión o la época del año, a al reina le encanta llevar accesorios en la cabeza y esta ocasión no iba a ser menos.

Y sí, aunque en esta ocasión se ha decantado por un diseño de lo más original que no le habíamos visto previamente, han sido otro tipo de detalles los que han llamado la atención de su look: las joyas. Y es que, ante un sobrio y elegante outfit negro, destacaban dos piezas especialmente.

Primero, tenemos que hablar de los pendientes de perlas. Se trata de una imponente pieza rodeada de brillantes que aportaba luz y elegancia al rostro y que, curiosamente, también llevó en 2020. Parece que la reina consorte no ha querido arriesgar y asegurarse el éxito de nuevo.

A juego, llevaba un broche colocado en el cuello vuelto fluido del vestido. Este era también una pieza con una gran perla rodeada de brillantes, un diseño que recuerda muchísimo a uno que tiene la reina Letizia y que es muy similar al que ha llevado en citas similares a esta.

Medias negras, salones a tono y guantes han sido los otros detalles de un look que es la confirmación de por qué Máxima es considerada una de las royals más elegantes. A pesar de su atrevido y colorido estilo, acierta allá donde va y en esta ocasión ha respetado a la perfección la solemnidad del evento.