Si la moda pretende algo esta temporada es que asumamos riesgos. Todas las tendencias llevan a la misma conclusión: lo atrevido es lo que se lleva. Quizás los modistos lo hayan hecho como terapia de choque para sacarnos del confort del chándal y el pijama. O, puede que el lema 'carpe diem', ahora con más sentido que nunca, se haya apoderado de nosotras. Entre la efusividad por los colores saturados, los tejidos de fiesta como el satén y las lentejuelas y la profusión de estampados retro, nos queda ha quedado bastante claro.
Pero, siempre hay formas de aplicar estas modas tan chocantes con elegancia. Así, se impone el clásico vestido negro en versión renovada. Largo, midi, mini o con cualquier patrón. Lo importante es que tenga 'cut-outs'. Aunque te pueda parecer algo inapropiado eso de mostrar piel, la verdad es que las aberturas se pueden incluir de varias maneras y son super favorecedoras, porque dan una forma a la silueta muy estilizada, bien estrechando la cintura o refrescando la prenda en el escote, con un ligero detalle.
A cualquier edad sienta bien. Pero, si tienes dudas, observa cómo sienta esta prenda que se ha ganado el primer puesto en la Fashion Week de Nueva York.
Solo tienes que echar un vistazo a las nuevas colecciones de las tiendas para darte cuenta de que la mayoría de los vestidos vienen con aberturas. La pasarela lo ha dictado. Los célebres diseños de Nensi Dojaka, favoritos de las influencers y famosas y muy sexys. La elegante propuesta de Michael Kors, en cuero para el trabajo o con lentejuelas, de fiesta.
Christopher Esbert y su delicadeza en el corte. Victoria Beckham y esa sofisticación sartorial. Nuevas promesas como Mônot o David Koma, también tienen sus versiones. Hasta casas de renombre como Alexander McQueen o Chanel lo han incluido. Desde la actriz francesa Isabelle Huppert, pasando por Olivia Palermo, hasta las influencers con más gusto como Caroline Daur. Imposible resistirse a esta modernización del clásico LBD.
Los front rows han sido testigos del fenómeno. Se llevan cortos y ajustados, midis y vaporosos, largos y asimétricos, de punto con cortes en la espalda o el escote, de lino maxi o por la rodilla, ideal para la oficina. Es la combinación perfecta entre la versatilidad del vestido negro, imprescindible del armario, y las tendencias rejuvenecedoras.
Opta por un estilo años 60 con cuello alto y espalda abierta o abertura en el muslo, a lo supermodelo de los 90. Póntelos con botas y gabardina en otoño. Con tacones de aguja para los eventos más formales. Junto a un bolso shopper, un abrigo acolchado y unas botas engomadas, para ir cómoda y a la última. Incluso con bailarinas y un bolso tipo cesta para esa estética femenina francesa que tanto nos gusta.
Puede ser tan ser sutil o atrevido según desees, con un pequeño agujero en forma de lágrima y cuello halter o recortado por todas partes. Lo que es seguro es que siempre queda elegante y actual. No tengas miedo al frío porque cuando compruebes su potencial en tu cuerpo, las temperaturas pasarán a un segundo plano. Solo tienes que elegir tu prenda exterior preferida y listo.
