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Victoria Starmer es la nueva «primera dama» del Reino Unido. Como esposa de Keir Starmer, el flamante primer ministro del país, esta trabajadora de la sanidad pública que siempre ha mantenido un perfil muy bajo –muchos británicos ni siquiera conocían su rostro– tendrá que adaptarse a una nueva vida más expuesta a nivel público.
El pasado 4 de julio, el político de partido laborista Keir Starmer, ganaba unas históricas elecciones con las que ha sido nombrado nuevo primer ministro del Reino Unido. Y su esposa, una mujer megadiscreta, posó con él emocionada ante la puerta de la que será su nueva residencia, el mítico 10 de Downing Street.
De esta mujer discreta, sencilla y moderna se conocen pocos detalles. Pero a nivel estilístico ya podemos confirmar una realidad incuestionable que afecta a la nueva «primera dama»: adora el color rojo que se identifica con el Partido Laborista que lidera su marido, y lo luce en muchas ocasiones. Algo que también hace Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez.
La nueva «primera dama» del Reino Unido, de la que se desconoce su edad exacta –entre 49 y 51 años– es un gran misterio a nivel personal. Se sabe que es una trabajadora de la sanidad pública del Reino Unido y que es madre de dos hijos de 15 y 13 años junto al nuevo primer ministro, Keir Starmer. A pesar de su extrema discreción y de sus escasas apariciones públicas, en su país ya se refieren a ella con ilusión y emoción –hablamos, recordemos, de temas de moda–, comparándola incluso con Kate Middleton. Con la princesa de Gales es cierto que comparte el gusto por firmas como Needle & Thread o ME+EM, así como por los vestidos de gala vaporosos y con pedrería.
Victoria Starmer con un vestido rojo camisero. / GTRES
Pero si hay algo que está haciendo que Victoria Starmer marque tendencia en el mundo al que pertenece su marido, el de la política, es su declarada pasión por el color rojo. No obstante, el tono corporativo del Partido Laborista que lidera Starmer y que coincide con el PSOE español. El partido liderado por Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, también está representado por el color rojo y su esposa Begoña Gómez lo luce en las ocasiones más importantes de la vida política de su marido. Algo que, como le ocurre a Victoria Starmer, no es casual, sino una estrategia de comunicación –de vestimenta, pero comunicación al fin y al cabo– perfectamente diseñada.
Vestido tipo camisero, con botones, de POMANDÈRE (427 €). Gafas de sol, con montura cuadrada efecto carey, de ROBERTO CAVALLI (390 €). Blusa Cefalú, con mangas abullonadas, de CHIRIBITA (29 €). Falda midi en tafeta, con lazada, de ROBERTO VERINO (144 €). Sandalias planas en cuero, con tachuelas en el empeine, de MAJE (188 €). Bolso Saul mini, de piel con asa larga, de SOEUR (227, 50 € €). Zapatillas blancas Club C 85, de REEBOK EN COURIR (60 €). Pendientes Menorca, de aro con perla, de SINGULARU (32, 99 €). /
Para el día de su triunfo electoral, la esposa del nuevo primer ministro del Reino Unido escogió un precioso vestido en tono rojo amapola de la ya mencionada firma ME+EM. Se trata de un diseño realizado en crepé y con pespuntes vistos en color rosa clarito en zonas estratégicas como el escote, el talle o la falda. Su precio actual es de 435 € en la web oficial de la firma y parece que aún no se ha agotado, aunque la firma ha reconocido que el tráfico en su web ha crecido un 300% gracias a esta prenda. Un diseño sencillo y moderno que Starmer combinó con zapatos plateados de puntera afilada y tacón bajo.
La nueva «primera dama» lleva unos días ajetreados. Desde que el pasado 4 de julio se llevaran a cabo las elecciones en las que su esposo fue el gran triunfador, han sido varias las ocasiones en las que la hemos visto en público y junto a su marido. ¿El nexo común en sus looks? El color rojo, sin duda.
Estas jornadas atrás Victoria Starmer ha lucido un vestido camisero de la firma Smhkai, antes conocida por el nombre de su fundador, Jonathan Simkhai, y que ha llevado combinado con unas zapatillas deportivas en piel blanca. Un gesto inaudito durante años en las esposas de máximos responsables de la política del Reino Unido y que, con Victoria, parece que está cambiando.
Victoria Starmer junto al primer ministro, con un vestido de inspiración nupcial. / GTRES
Ya hay quienes se alegran de que la nueva pareja de inquilinos de Downing Street significan un soplo de aire fresco no solo para la política nacional, sino también a nivel estilístico. Parece que Keir Starmer está más cerca de cualquier firma de trajes moderna y actual que de la excelencia y tradición de Savile Row. Del mismo modo que Victoria se aleja de firmas de lujo y diseños más conservadores que han llevado las últimas moradoras de la residencia oficial y que la nueva primera dama ha cambiado por otras de precio más asequible y diseños más sencillos y funcionales.
Top lencero con tirantes, de Pomandère (200 €). Pendientes estilo vintage, de MDEPAULET (280 €). Top en satén y encaje, con manga corta (140 €) y falda con bajo asimétrico (180 €), ambas de MARCIANO BY GUESS. Zapatos metalizados con puntera de PVC, de STEVE MADDEN (139 €). Bolso de malla plateada, de PARFOIS (16 €). Sandalias con tacón tipo joya, de EXÈ SHOES (C.P.V.). Falda de novia Lilit, con capas de tul, de HORTENSIA MAESO (800 €). Horquilla con strass y perla sintética, de YOU ARE MY PRINCESS (1, 99 €). /
También a su llegada a Washington, a donde ha acompañado a su marido en su primer viaje como primer ministro del Reino Unido, Victoria Starmer también lució un vestido largo y se sofisticada elegancia y sencillez sofisticado en color rojo. Aunque para ser justos, hay que decir que trabajadora del sistema público de salud también opta, en sus citas más formales, por el color blanco y los accesorios tipo joya en acabado plateado, incluidos los zapatos con tacón sensato.
Así ocurrió en una cena de estado celebrada el pasado 25 de junio, una cita en la que la mujer de Starmer lució un vestido de inspiración nupcial, con bordados de pedrería y capa, de la marca Needle & Thread. Un combo triunfador con el que demostró que, aunque se salga de su ya icónico color rojo, su elegancia sencilla y natural siempre es garantía de éxito.