tres vestidos para tres días
tres vestidos para tres días
La expectación que ha generado esta semana la boda de Nacho Aragón y Bea Gimeno ha cumplido con creces lo que se esperaba de ella, especialmente en lo que a diseño nupcial se refiere. La celebración de tres días en la isla de Mallorca ha dado la oportunidad a la ya mujer del hijo de Emilio Aragón de lucir tres vestidos de novia diferentes entre sí pero con un nexo común muy aplaudido: la moda española.
Con la presencia de familiares cercanos como la madre del novio, Aruca Fernández, y otras invitadas influencers como María Pombo o María G. de Jaime, la novia brilló desde el jueves para celebrar una boda religiosa e íntima, hasta este sábado, donde tuvo lugar una segunda ceremonia más multitudinaria.
Para el primer día, Bea Gimeno eligió un conjunto de tres piezas compuesto por un traje de blazer y pantalón, y un top bordado con escote a pico. Un look muy versátil que le permitió ir sobria, sofisticada y elegante en el acto religioso, y más deslumbrante en la celebración familiar posterior.
El diseño completo es de Helena Mareque, la modista gallega que ha confeccionado vestidos virales como el de Isabel Entrecanales o el de Carmen García Puertas, y que ha vuelto a arrasar con esta creación compuesta por una blazer de sastrería masculina en tejido satinado y color blanco roto, un pantalón fluido de tiro alto con encajes joya, y un top lencero con pequeños detalles florales bordados a mano.
Para el segundo round de este desfile de outfits nupciales, Bea Gimeno eligió a Marta Martí. La diseñadora catalana, con una gran trayectoria en el mundo de las bodas, confeccionó un «diseño a medida inspirado en el modelo Adele de nuestra colección My Universe», según explica ella misma en su cuenta de Instagram.
Se trata de un vestido estilo boho de corte mini y bajo asimétrico, con diferentes texturas en todo el cuerpo. A través de la técnica patchwork se combinan encajes y tejidos satinados, aportándole una mayor originalidad y personalidad al diseño. La elección fue perfecta para una preboda muy relajada al atardecer en una famosa cala de Mallorca.
La última elección fue la más esperada de todas. La novia se decantó por un precioso vestido lencero creado por la diseñadora madrileña Claudia Llagostera al que no le faltaba detalle: escote en V tanto en la parte delantera como en la trasera, tirantes finos muy elegantes y una cola fluida muy estilizadora.
Para completar el look, la diseñadora agregó un velo de encaje confeccionado en tul con detalles florales bordados que fue el gran protagonista. La novia lo combinó con una melena suelta con ondas y un maquillaje muy natural y luminoso que encajaba a la perfección con la estética boho de aire romántico.