Francesca Thyssen-Bornemisza lleva meses confinada en un monasterio fortificado del siglo XV en Lopud, una isla de difícil acceso, con apenas 200 habitantes, situada cerca de la costa de Dubrovnik. Allí ha recibido virtualmente a Mujerhoy, para este número especial eco, en una sesión que hizo a través de internet un fotógrafo desde Londres, en coordinación con el equipo de la revista en Madrid. La hija mayor del barón Thyssen y su tercera esposa, la modelo Fiona Campbell-Walter, ha trabajado frenéticamente durante estos meses y ha estado más conectada que nunca a los proyectos de su fundación, TBA21. “Ha sido una revelación. He conectado de una manera más profunda con todo lo que me rodea, con la naturaleza y conmigo misma”, asegura la coleccionista y filántropa, que ha permanecido en su refugio acompañada por su madre y sus dos hijas, mientras su hijo permanecía en Suiza. “La primera vez que vine a esta isla supe que era un lugar especial, de sanación, de curación”.
En una entrevista exclusiva, Thyssen-Bornemisza nos habla de su compromiso inquebrantable con el arte, la defensa de los océanos y el mundo que quiere legar a sus hijos. Durante estos meses, ha estado trabajando en la reapertura de la exposición de Joan Jonas en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Moving Off the Land II; en la exposición que tienen prevista para octubre y en nuevo proyecto online llamado The St*age, una plataforma colaborativa para apoyar a artistas jóvenes afectados por la pandemia. “Quiero crear una comunidad basada en la generosidad y la integridad. Estamos trabajando con personas extraordinarias de todo el mundo e instituciones excepcionales que comparten con nosotros la convicción de que ha llegado el momento del cambio”.
Además, no ha dejado de trabajar en defensa de los océanos, luchando contra todas las formas de contaminación, incluida la acústica, y defendiendo la biodiversidad de estos ecosistemas, a los que se considera muy unida. “En cuanto me sumerjo en el agua entro en un mundo mágico y distinto, en el que estoy en armonía con la vida y el color”.
La astronauta norteamericana Christina Koch es la otra gran protagonista de este número. Ella ha hecho historia por partida doble: es la mujer que más tiempo ha estado en el espacio, 328 días de confinamiento en la Estación Espacial Internacional que acabaron muy poco antes de que la humanidad se encerrara, y la primera en hacer, con Jessica Meir, un paseo espacial solo de mujeres. “Cuando salí con Jessica Meir nos miramos a los ojos y comprendimos que era la primera vez que solo había mujeres caminando en el espacio”, asegura en su entrevista con Mujerhoy. Esta física e ingeniera electrónica, que pertenece a la primera promoción de astronautas con igual número de hombres y mujeres, ha completado 5.248 órbitas a la Tierra durante los 11 meses que ha estado en el espacio, un viaje que equivale a ir y volver 291 veces de nuestro planeta a la Luna. Volver a la Tierra fue para ella “un tsunami de felicidad, al sentir los sonidos y sensaciones al estar de vuelta”, aunque reconoce que “una de las cosas más duras es readaptarse a lo simple, como ir a hacer la compra o el ajetreo”. ¿Será la Luna su próximo destino?
Además, seis personajes con mucho estilo nos avanzan desde casa una temporada de contrastes, descubrimos el compromiso ecológico y social de la joven diseñadora británica Bethany Williams y elegimos las prendas y complementos con conciencia que apuestan por los tejidos eco y promueven el consumo responsable. En belleza, apostamos por el neceser más sostenible. Y, en motor, apostamos por la desescalada más eco, con vehículos poco contaminantes pero que nos ofrecen un microcosmos protector.