Este es el motivo por el que nos apetece comida basura después de salir de fiesta

Sales de fiesta, bebes una copa tras otra, llega la hora de volver a casa y por el camino comienza a apoderarse de ti un hambre voraz y unas ganas locas de comprarte una hamburguesa en el próximo fast food que veas. O de recalentar la pizza que te sobró durante la cena y «desayunarla» antes de dormir. ¿Pero por qué solo pensamos en comida grasienta tras una noche de fiesta? ¿Por qué siempre un plato de pasta nos parece mejor manjar antiresaca que uno de verduras?

Una de las explicaciones reside en la falta de sueño . Así lo concluyó un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago. Al parecer, cuando dormimos poco, se activan en nuestro cuerpo las hormonas de la saciedad y la del apetito. También lo hace el sistema endocannabinoide (el mismo sobre el que actúan los elementos activos del cannabis), incrementando el deseo de comer. De ahí nuestras ganas de meternos entre pecho y espalda un menú del McDonalds a las cinco de la mañana, después de llevar de fiesta varias horas y otras tantas sin dormir.

Pero el sueño no es el único factor que interviene en nuestro antojo por la comida basura en esta situación. Las copas que consumimos durante la noche también tienen la culpa, ya que el alcohol deshidrata e inhibe la hormona antidiurética. Por eso orinamos más cuando bebemos, creando hipoglucemia en nuestro cuerpo y perdiendo minerales, azúcares y sal. Lo que explica nuestro deseo de reponer estos nutrientes con una comida copiosa en lugar de con una ligera: seamos sinceras, nadie se muere por una ensalada en plena resaca.

Otro estudio que investigadores de la Universidad de Pensilvania llevaron a cabo con ratones, demostró que existe un circuito compartido en el cerebro que explica la relación entre el alcohol y la comida basura: el alcohol activa las señales cerebrales que le indican al cuerpo que debe comer más.

Aunque esa pizza, hamburguesa o pasta con queso te siente de maravilla tras una noche movidita, lo cierto es que no es la mejor opción. La comida basura puede resultar tan adictiva como el alcohol (de ahí su relación), pero además es que no nos aporta nutrientes de calidad, que son precisamente los que necesita nuestro cuerpo después de haberlos perdido tras beber alcohol.

Necesitamos tomar sales minerales, vitaminas, proteínas e hidratos de carbono para paliar la resaca, por eso la fruta, las verduras, los frutos secos, el arroz, la pasta y los cereales (eso sí, integrales estos tres últimos), serán siempre mejor opción que la comida rápida.

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